55. DESPERTAR

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Desperté al sentir el maldito sol es mis ojos, el sol en mis ojos.... Sol, ¡puedo ver el sol!. La luz es fuerte, pero puedo soportarla, giré para mirar a Emilio, ya que yo siempre soy la cuchara pequeña, éste se removió, sin embargo no soltó mi cintura.

Fué entonces que noté lo hermoso y perfecto que es bajo la luz del sol, llevé mi mano a aquel rostro, pasando mis dedos por él, primero por esas cejas tupidas, tan hermosas y brillantes, la textura es realmente mágica, bajé a aquellos párpados, suaves y densos, podía sentir las pestañas en ellos, algo que me hizo sonreír, la yema de mis dedos pasando por la piel de su rostro, es tan suave cómo la seda, bajé un poco más, a esos labios regordetes, húmedos y relajados, tan seductores, ellos son los culpables de todo, por ellos me enamoré de Lewis, por ellos he sentido cosas mágicas, por esos hermosos labios yo mataría.

— ¿Qué haces bebé? —

Sonreí al mirar los labios de Lewis moverse, saliendo de éstos una voz gruesa y tosca, sin embargo sus ojos los mantuvo cerrados, es tan hermoso, pasé mi dedo índice por aquella mandíbula, tan perfecta, debería dejar un beso ahí.

— Te admiro —

Acerqué mis labios a aquella mandíbula bien marcada, dejando un pequeño beso, lo suficientemente lento, nada lujurioso, sólo cariño. Miré la sonrisa formándose, esas mejillas creando arrugitas lindas acompañadas con hermosos hoyuelos. Mis ojos se iluminaron a tal maravillosa vista, es hermoso, no me importa cuántas veces ya lo dije,  Lewis es jodidamente hermoso y estoy muy agradecido de ser su novio.

— Me gustas mucho —

Las palabras salieron solas de mi boca, haciendo que Lewis abriera los ojos, me sentí mareado al notar ese hermoso color marrón brillante.

— ¿De verdad? —

Asentí embelesado con aquella belleza inhumana, ¿Lewis en verdad es real? Porque parece un robot, no sé cómo lucen éstos, pero sé que son perfectos.

— Te amo, ven aquí —

Sus manos se extendieron a la altura de mi rostro, así que no dudé en acercarme, juntó nuestros labios de manera rápida, logré disfrutar el sabor amargo de la mañana, sonreí en el beso, feliz, me encanta demasiado estar entre los brazos de Lewis mientras éste me besa cómo si su vida dependiera de ello, me siento tan querido, tan amado que podría simplemente llenarme de  todo ese amor y explotar en Miles de colores.

— Necesito sentirte Melocotón — Susurró sobre mis labios, aún sonriendo me alejé de su rostro, mirando sus ojos brillar, adoro ese brillo que tienen cuándo vé mi sonrisa.

— No, no me tocarßs hasta el... Sábado, cuándo llegues del trabajo —

Sonreí sin dejar de mirar sus ojos, puedo notar y sentir el deseo en ellos, me encanta tanto.

— Amorcito por favor, en verdad extraño mucho sentirte, así todo llenito de mí —

Solté una risa a lo dicho, yo también quiero sentirme llenito de nuevo, quiero sus besos en mi cuerpo y sentir sus manos haciendo maravillas en mí.

— Paciencia —

— Eso no tengo —

Suspiré llevando de nuevo mis labios a su rostro, pero ésta vez dejé un beso en su nariz, algo íntimo y cariñoso, que hizo a Lewis sonreír.

— Hoy haré la habitación, ¿quieres ir conmigo?—

— No, Prefiero quedarme, voy a explorar el Jardín con Niki y Diego —

Ojos De Placer // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora