Sasuke en la dimension de Menma.

Capitulo 13 [Vituperio]

En donde parece ser una enfermería, tanto Hinata como Sasuke reposaban en camas diferentes.

-No se preocupen, nosotros los miembros del clan Hyuga cuidaremos a su familiar—. Aseguraba Hiashi la seguridad del Uchiha hacia sus parientes.

-Fueron heridos por técnicas Hyugas, por lo que dejemos que ellos lo resuelvan—. Apoyaba la Hokage entendiendo que se encontraba en buenas manos por sus tipos de heridas.

-¿Tienes frío?—. Preguntaba Sasuke al notar como la pelinegra entraba con él en su cama.

Esta se acurrucaría junto con el Uchiha quien compartía un fuerte sonrojo al sentir el cuerpo de su compañera.

-No me hagas volver a repetirlo, idiota—. Mencionaba Hinata haciendo énfasis en lo que dijo aquella vez que se encontraban en peligro.

Sin decir nada, el pelinegro solo apoyaría la muestra de cariño que su compañera le mostraba.

-Aún tienes tus órganos entumecidos, no te muevas mucho—. Advertía la Hyuga cerrando sus ojos para comenzar a descansar.

Volviendo a guardar silencio, el Uchiha solo dormiría abrazándola.

-Ustedes ocúpense de su trabajo—. Ordenaba Hinata con seriedad siguiendo en la misma cama con su compañero.

Todos seguirían ignorando la clara relación que veían, esto transcurriría hasta que por fin la recuperación de ambos se había completado.

-Padre, por fin tengo una propuesta de matrimonio—. Mencionaba la pelinegra con seriedad hacia quien era la cabeza de su familia.

-El hijo de Minato y Kushina, ¿ya te hizo caso?—. Cuestionaba Hisahi recordando al chico que tanto su heredera quería.

-No seguiré perdiendo el tiempo con Menma, Uchiha Sasuke, es quien quiero que sea mi consorte—. Negaba la Hyuga exponiendo el nombre y apellido del hombre en cuestión.

El silencio que el jefe del clan mostraba era total sorpresa y sobre todo dudas, siendo una expresión de seriedad y pensamientos lo que rebozaba, cosa que compartirían ambas familias Hyugas como Uchihas.

-La verdad no esperaba que nuestros clanes aceptaran tan sencillamente—. Diría Sasuke encontrándose enfrentado a quien era su prometida.

-Que las dos familias más poderosas de la aldea se junten es una gran noticia—. Aclaraba la Hinata como esto beneficiaria a ambos lados.

Una reunión entre los cabecillas de los clanes no tardaría en comenzar. Siendo una gota de sudor por parte de los espectadores al ver que los jefes se trataban como si fueran amigos desde hace ya tiempo.

-No puedo creer que nos hayan hecho vivir solos afuera de cualquiera de los clanes—. Recalcaba Sasuke viendo una gran casa donde ellos iban a vivir.

-Si bien nuestras familias principales aceptaron, hay que dejar que los clanes se acostumbren a la unión—. Mencionaba la Hyuga entendiendo la decisión.

Sin decir nada, el duo ordenarían todas sus cosas.

-Aunque hayamos dormido juntos cuanto estábamos siendo curados, no puedo considerar que esté listo para algo así—. Pensaban los dos al mismo tiempo viendo una gran cama matrimonial.

Estos pensamientos se mantendría por unos cuantos meses.

-Felicidades, su trabajo en equipo es impecable—. Felicitaba la jefa de la aldea al duo que por sus posiciones y aspectos habían regresado de una misión.

-Muchas gracias—. Agradecían el Uchiha y la Hyuga al mismo tiempo por aquel elogio.

-Hasta para hablar—. Opinaban Tsunade como su ayudante al notar esto.

Después de dejar los aposentos de la Hokage el grupo partirían rumbo a su casa.

-Pobrecita, debe estar pasándolo muy mal—. Razonaba Sakura viendo a la Hyuga caminar con quien tanto detestaba.

-Su sonrisa no es lo que indica—. Diría Ino visualizando la expresión de la pelinegra.

-Como heredera y esposa de un miembro del clan Uchiha, es normal que mantenga las apariencias—. Afirmaba la peli rosada, lo que creía que sucedía en realidad.

Llegando a su casa, estos tomarían un descanso en la sala disfrutando de la compañía de cada uno.

-Me duelen los ojos—. Recalcaba la Hyuga la molestia que sentida en su vista.

-Dos días seguidos utilizando nuestros Dojutsus—. Mencionaba Sasuke quien no se hallaba mejor.

-Por lo menos encontramos lo que buscábamos—. Diría la Hyuga como esto no fue en vano.

El sonido de llamada de atención en la puerta tomaría por sorpresa a la pareja, quienes estaban excesivamente cercas ante de esto.

-Disculpa, ¿puedo hablar contigo?, a solas—. Cuestionaba Sakura junto con otras chicas a su espalda.

-Iré a ver a mis padres y hermano, si te parece bien—. Exclamaba el Uchiha entendiendo que no requerían su presencia.

-Solo será una conversación entre chicas—. Aclaraba la peli rosada, dejando en claro que iban a dialogar solo ellas.

La ira que la pelinegra mostraría no indicaba que su charla fuera a un buen rumbo.

-Antes que sigan hablando, ¿en serio creen que estoy con Sasuke solo por beneficio?—. Preguntaba Hinata que si no fuera por su fatiga visual tendría su Dojutsu activado.

-¿Por qué estarías con alguien como el?—. Cuestionaba Sakura muy extrañada.

-Sé que ellas no sabe que no es el mismo que conocen, pero me cuesta controlarme—. Pensaría la Hyuga con rabia tratando de ocultarla lo mejor posible.

Puede que la pelinegra no sea muy buena escondiendo cosas, pues era más que notorio que no le agradaba el tema de la conversación.

-Solo intentábamos ayudarte—. Exclamaba Ino que se marchaba junto con las demás.

-No se metan en mí vida—. Fue lo último que Hinata diría para luego cerrar su puerta.

La noche ya se haría presente en la aldea.

-Debe estar mintiendo, no puede encontrarse bien con esto—. Aseguraba Sakura tratando de espiar por la casa de la Hyuga y Uchiha.

Pero toda duda se dispararía al ver por una de las ventanas donde se podía observar con algo de dificultad a esto convivir como una pareja normal y corriente.

-Esa no es una sonrisa falsa—. Recalcaba una de las mujeres que seguía a la peli rosada.

-Tenten, tiene razón—. Apoyaba Ino asegurando que era la impresión que también le daba.

La vergüenza del grupo, al ver como Hinata se subía encima de las piernas de su futuro marido entregando un beso segundos después, sería suficiente para convencerlas de dejar el lugar.

-Ya se fueron—. Notificaba Sasuke refiriéndose a quienes les espiaban.

-No importa—. Negaba la Hyuga que se fuera a detener por esto.