Sasuke en la dimension de Menma.

Capitulo 7 [Misión de reconocimiento Parte 2] (Reescrito)

-¡Aquí no hay nada!—. Gritaría Hinata viendo desde una colina un enorme bosque sin señales de alguna vida que no fuera de animales salvajes.

-La zona es muy amplia para revisarla por el suelo, Jutsu de Invocación (Kuchiyose)—. Diría Sasuke quien luego con un poco de su sangre formar un sello en donde aparecería un inmenso halcón, el cual parece esperar órdenes.

-¿Desde cuándo puede convocar una gran ave de este tamaño?—. Se preguntaba la Hyuga la cual poseía una expresión de fascinación hacia tal nivel de invocación.

-<Incluso estando aquí puedo utilizar mis contratos>, Garuda, necesito que vueles por los alrededores de este bosque—. Ordenaba el Uchiha después de salir de sus pensamientos.

Extendiendo la mano para apoyar a su compañera a subir a bordar su medio de vigilancia, negándose por completo a recibir ayuda.

-Si no fuera por qué sus ojos son necesarios, me hubiera dimitido a que viniera—. Remarcaba Sasuke el único motivo real porque había aceptado trabajar junto a esta.

-Eso dolió—. Afirmaba Hinata que la cual se caería intentando subir al gran animal volador.

Minutos después ya se encontraban en el cielo para examinar el área de una escala considerable.

-Realmente no hay ni una sola estructura humana en todo este bosque—. Mencionaba la pelinegra notando que a que buscaba no encontraba señales de que alguien hubiera edificado.

-Según los informes, muchas personas han desaparecido sin dejar rastro—. Remarcaba Sasuke trayendo a su memoria los datos que tenían sobre sitio que ahora estaban.

-Es por eso que la Hokage no ha dejado de insistir en revisar este terreno, aun cuando muchos Shinobis no encontraron nada—. Entendía la Hyuga el porqué su líder seguía persistiendo que algo estaba sucediendo.

-¿Puedes usar tu Byakugan?—. Preguntaba el Uchiha con la esperanza que esta pudiera ver con ellos que se les podría estar pasando por alto debido a la limitación que sus ojos normales tenían a diferencia de cuando utilizaban sus Dojutsus.

La investigación volvería a comenzar, solo que ahora con ayuda de sus ojos especiales.

El Byakugan veía con claridad las zonas lejanas mientras el Sharingan se centraba en unos puntos cercanos, analizándolo con mucha velocidad y claridad.

-El sol se está ocultando y con él nuestra única fuente de luz, seguiremos al día siguiente por la mañana—. Mencionaba el pelinegro notando aquellas sombras de los árboles comenzaban a aumentar.

-Aunque yo aún puedo ver por la noche—. Aclaraba la Hyuga como esto no era impedimento para ella.

-Lo entiendo, pero el tiempo de Garuda se está por terminar, además, claro que no es buena idea forzar nuestros ojos, el lugar es muy vasto y nos agotará de gran manera si abusamos de más—. Explicaba Sasuke su razonamiento. Esperando que su compañera lo entendiera.

-De acuerdo, <es muy extraño, realmente tiene una gran capacidad de contracción>—. Aceptaba Hinata para luego pensar en que esa forma de reflexionar era algo muy extraordinario, viniendo de alguien que era muy común considerarle como un tonto sin remedio, por lo menos en su vida cotidiana.

-Por el momento es mejor quedarnos lejos de esa zona hasta que descubramos que está sucediendo—. Mencionaba el Uchiha descendiendo hacia una de las muchas entradas del gran paraje.

Nada más bajar del ave, está desaparecía en una cortina de humo, así cómo había aparecido.

-Ahora, vamos a prepararnos para la noche—. Afirmaba el pelinegro viendo que el atardecer ya se estaba haciendo presente.

Unos cuantos minutos después, un campamento no tardaría en levantarse, para recuperar fuerzas y esperar a la salida del sol al día siguiente.

-¿De dónde sacaste estos pescados?—. Preguntaba Hinata confundía, pues por el estado de dichos animales pareciera que los capturó hace muy poco tiempo.

-Al sur oeste de aquí hay un lago—. Respondería el Uchiha notificando la existencia de dicha fuente de agua.

-¿Acaso eligió este lugar por eso?—. Se cuestionaba la pelinegra quizás con la idea que era una gran coincidencia de poseer algo tan útil cerca de su posición.

-Creo recordar que no te gusta mucho lo que provenga del agua, ¿verdad?—. Mencionaba Sasuke entendiendo que quizás no sea algo que ella consumiera.

Tomando una de las brochetas, esta se aprontaría para calentarla con la hoguera que poseían.

-No me disgusta, ¿podemos comer carne?—. Preguntaba Hinata sabiendo que no era muy común que los ninjas consumieran dichos alimentos en las misiones.

-Si estuviéramos en un trabajo de infiltración, lógicamente no es buena idea, pero no es nuestro caso, además, solo es para acompañar—. Contestaría el Uchiha, el porqué se podían permitir nutrirse un poco de esto.

Las dudas se disolvieron tras aquella aclaración, además claro que al dar su aprobación como líder era quien se llevaba toda la responsabilidad.

Durante la noche estos harían turno para descansar, pues se encontraban a la intemperie, lo que indicaba siempre que podrían ser atacados, ya sean por personas o animales salvajes.

-Nunca pensé volver a Konoha, siendo uno más, aunque incluso aquí tengo que cambiar como los demás me ven—. Reflexionaba Sasuke sabiendo que si bien tenía suerte que donde fuera que estuviera, no sea conocido en el papel de un traidor.

Como si de una pesadilla se tratara, la pelinegra se despertaría para darse cuenta de que se había dormido.

-Sigo con mi ropa y en el mismo lugar que recuerdo que estaba, ¿en serio no intento nada?—. Razonaba la Hyuga después de analizar su cuerpo y la posición que se encontraba.

-Sigo con mi ropa y en el mismo punto que recuerdo que estaba, ¿realmente no intento nada?—. Razonaba la Hyuga después de analizar su cuerpo y la posición que se encontraba.

Al observar un poco a su alrededor, los ojos de una recién despertada se abrirían de golpe al ver al Uchiha encima de una roca mirando hacia la luna, recibiendo la luz que está reflejaba del sol detrás de ella.

-No, yo amo a Menma—. Se trataba de convencer la pelinegra quien estaba extrañamente sonrojada.

-Hinata, creo que ya sé qué sucede—. Mencionaba Sasuke con seriedad al ver que esta se había despertado.

-¿Paso algo?—. Cuestionaba la Hyuga la cual lentamente se le iba disipando su sonrojo entre su seriedad.

-Partiremos a su núcleo—. Respondería sin más el Uchiha mirando hacia la lejanía.