Capitulo 16 [Tala de Árboles]

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-¿Cómo te sientes?-. Cuestionaba Sasuke preparándose junto con su esposa para salir a una misión.

-No te preocupes, las madres somos fuertes-. Contestaría Hinata entendiendo el significado de esta pregunta.

La leve sonrisa que el Uchiha mostraría, era signo de no tener ninguna duda ante esto.

-«Ha, pasado seis días desde que recibimos la noticia de que el bebe ya se encuentra gestándose. Hinata, en serio eres increíble». Pensaba el pelinegro elogiando la enorme voluntad y seguridad de su esposa.

Partiendo de la aldea de la hoja, el duo tomaría una formación, posicionando al la Hyuga en primer lugar, mientras el Uchiha cubría las espaldas.

-¿Sigues pensando en lo que esa cosa dijo?-. Preguntaba la pelinegra, notando que su compañero se encontraba de forma pensativa.

-En mi cuerpo original, poseía un Dojutsu llamado Rinnegan-. Mencionaba el Uchiha tocando su ojo izquierdo indicando el sitio donde debería estar.

El silencio y la mirada de la Hyuga mostraba que quería que este continuara.

-Pensando sobre lo que dijo el Zetsu Negro, recordé lo que intente hacer en ese momento, cuando estaba muriendo-. Exclamaba Sasuke llegando una imagen de un enorme charco de sangre proveniente de un brazo cortado, el cual poseía una progresiva hemorragia que no se veía que fuera a tener final.

-"Jutsu de la Vida Celestial de Saṃsāra (Rinne Tensei)"-. Diría Hinata evocando las palabras de aquella criatura, que les visito días antes de su boda.

-Exactamente, pero eso no es todo, en mi ojo derecho, al igual que aquí, poseo los ojos de mi hermano, sabía que no podría utilizar la habilidad de resucitación de mi ojo izquierdo, si no lograba sobrevivir, por lo que utilice una técnica prohibida de mi clan, el Izanagi-. Mencionaba el pelinegro recordando a un enfrentamiento que tuvo con un hombre con bastantes sharingan en uno de sus brazos, el cual empleo dicha habilidad varias veces.

La rabia que aquel sujeto trajo al pelinegro, era muy notoria.

-¿Crees que el "Izanagi", fue lo que te hizo renacer en esta realidad?-. Preguntaba la Hyuga tratando de entender lo que su esposo quería referirse, contándole esto.

La muestra del Sharingan sería repentina, pero no sorprendería a la pelinegra, la cual no reaccionaria al inesperado uso de dicho Dojutsu.

-"Izanagi", ejecutando este Jutsu. Se puede modificar la realidad. Posiblemente alteró tanto mi existencia. Que se vio forzada a llevar a cabo la habilidad del Rinnegan en este mundo, pero solo lo pudo hacer a costo de la vida del Sasuke que ya existía-. Contestaría el Uchiha tratando de explicar lo que pensaba que había sucedido, aunque era una complicada suposición.

-Me gustaría ayudarte, pero tú eres el único que quiero, la existencia de aquel Sasuke no me interesa-. Negaba la pelinegra, la cual sería muy sincera sobre como la defunción del Uchiha de su mundo fuera importante para ella.

Si bien, la forma que la Hyuga hablaba con un tono egoísta, parece lograr que Sasuke desistiera de suponer sobre tal cosa, volviendo a sus ojos normales como muestra de esto.

A la mañana siguiente, en plena luz de sol, la pareja retomarían su camino.

-Aldea de la Tala de Árboles (Kibassai no Sato), por fin llegamos-. Mencionaba Hinta viendo un diminuto pueblo a comparación con Konoha.

Al igual que su magnitud territorial, la población también era reducida, lo suficiente para ocupar las pocas viviendas que se veían.

Las miradas de la gran parte de los habitantes, iría al par de Ninjas que llegaron nuevos al pueblo.

-Creo que será mejor rentar un lugar para quedarnos-. Opinaba Sasuke quien junto a su esposa ignoraba las miradas que lentamente iban disminuyendo.

-Disculpen, pero solo tenemos una habitación con una cama-. Mencionaba la recepcionista de un pequeño sitio de hospedaje.

-No te preocupes por eso-. Afirmaba Hinata mostrando un anillo en uno de sus dedos.

Los ojos de la administradora brillarían al ver dicha sortija, seguramente por qué entendía el significado de esta.

Como era de esperarse, la sensación de un reducido sitio se incrementaría nada más entrar a la pieza, aunque no parecía ser de importancia para la pareja, los cuales se desprenderían de sus equipajes.

-Querido, ¿quieres estrenar la cama?-. Cuestionaba la Hyuga con cierta sonrisa juguetona.

Ignorando por completo lo preguntado, el Uchiha comenzaría a ordenar sus pertenencias, mientras que su esposa mostraba un puchero en su rostro.

-Deberíamos explorar los alrededores, en especial esas zonas- Mencionaba Sasuke con seriedad, teniendo la imagen de un enorme y extraño bosque, pero destacando una rara puerta que era lo más vistoso nada más entrar a la aldea.

La pelinegra estaría de acuerdo con lo mencionado, en especial con los lugares a centrarse, no tendiendo otros puntos en particulares que hayan llamado su interés.

Tan solo había trascurrido unos pocos minutos, pero debido a la escasa distancia que el pueblo rebosaba entre sus zonas, fue sencillo y rápido llegar a aquella gran puerta que tanto llamaría la atención a cualquier extranjero.

-Forasteros, no tienen permitido entrar al la cueva de cristal-. Denegaba un hombre mayor que se posicionaría en la entrada de dicho punto.

-¿Y tú eres?-. Cuestionaba Sasuke queriendo saber la identidad del anciano.

-Yo soy el líder de esta aldea-. Se presentaba el hombre de la tercera edad con la importancia que tenía ante tal prohibición.

Comprendiendo esto, la pareja partiría hacia su otro sitio de interés, queriendo evitar problemas.

-¿También lo notaste?-. Preguntaba el Uchiha a su pareja, que utilizaba el Byakugan directamente en la entrada.

-Una enorme sombra opaca mi vista, la oscuridad de ese sitio es inmensa-. Respondería Hinata desactivando sus Dojutsu al ver que no hacía el efecto deseado.

-Por el momento investiguemos nuestro otro punto de interés-. Mencionaba el pelinegro renegando del sitio que denominado como la "cueva de cristal", que parece ser ahora su principal zona de inclinación.

Inmensas cubres de tierras en forma de pasillos, se haría presente ante los ojos de los dos Shinobis, que miraban extrañado dicho lugar.

-Es como un laberinto-. Compraban el dúo la forma de la zona, nada más tomar verlo desde las alturas, gracias a Garuda.

Sasuke en la dimension de Menma.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora