Capitulo 18 [La sombra negra]

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Como si de un laberinto se tratara, la repetición de salas era lo que ahora el duo de Ninjas se topaba en su camino.

-¿Acaso esa niña, sabe el trayecto correcto?-. Preguntaba Sasuke, notando como en ningún momento la vieron a ella o un indicio que estuviera cerca.

-Quizás ese monstruo que mencionaron, no nos quiere aquí-. Diría Hinata, entendiendo que la infanta no tuvo que enfrentarse a esas sombras, y menos tener que buscar el camino exacto.

Las posiciones de manos que el Uchiha ejecutaría, parece conocido para la Hyuga, quien tomaría un poco de distancia.

-Jutsu de Invocación (Kuchiyose)-. Exclamaba el pelinegro ejecutando un sello en el suelo.

Una gran serpiente aparecería, en una cortina de humo.

-¿Doble contrato?-. Pensaba Hinata viendo que no era Garuda el cual salió de aquel grabado.

-Aoda, mantente en el suelo, me aseguré que el tamaño fuera suficiente para invocarte, pero desconozco si puedes continuar-. Mencionaba Sasuke, ordenando que esta se arrastrara por el lugar.

Plantándose en el suelo, dicha serpiente esperaría mandatos de su invocador.

-Nuestros ojos no consiguen caminar por estas sombras, creo que tú puedas moverte usando las vibraciones-. Diría el Uchiha, que parece quererse asegurarse de lo que suponía podría servir.

-Así es, puedo sentirlo, hay unas presencias muy cercas-. Afirmaba la serpiente conocida como Aoda, que podía guiarse.

Por alguna razón, un gran árbol, ya marchito, liberaba una leve luz suficiente para lograr proporcionar visión.

-La sombra negra-. Analizaba la niña que iba a servir de sacrificio, mirando con mucho miedo a un ser con aspecto monstruoso, que lentamente se le acercaba.

No era difícil suponer lo que dicha criatura quería de la joven, pues su sed de sangre era más que evidente, siendo la llegada de Aoda lo que provoco que esta retroceda.

-¿Te encuentras bien?-. Cuestionaba la Hyuga hacia la infanta, quien estaba sorprendida de que alguien hubiera llegado a tal lugar.

-Es peligroso, ¡huyan de aquí!-. Exclamaba Aoi recalcando que la situación era riesgosa.

-No te preocupes, uno de sus habitantes pago a Konoha para que solucionara este problema-. Diría Hinata, aclarando que también se trataba de un trabajo.

Puede que intentando de igualar el tamaño de serpiente, la llamada sombra negra, mutaría hacia un lobo de gran escala.

-Ahora su aspecto, es similar a la del Kyubi-. Comparaba Sasuke, instantáneamente, con un animal semejante. Pero de tonalidad anaranjada y más colas.

Por muchos ataques, que la serpiente junto con Sasuke proporcionaban en pocos segundos, no se podía notar especiales daños en dicho ser.

-Es inútil, es inmortal-. Mencionaba Aoi, recordando, que sus antepasados pasados, habían escrito sobre tal criatura.

-Ya veo, así que se regenera, bien, probemos con esto, Amaterasu-. Diría el Uchiha, cambiando a su Mangekyo Sharingan empleando sus llamas negras en uno de ellos.

-El fuego que nunca se apaga, quizás pueda cancelar su recuperación con ello-. Razonaba Hinata, entendiendo el pensamiento de su pareja.

El dolor que aquella criatura mostraba, indicaba que dichas llamas negras, le causaba mucho daño, al punto de perder la noción de movimiento, impactando, sobre todo, seguramente tratando de extinguir aquel fuego que tanto lo hería.

-Tranquila, yo lo soluciono-. Exclamaba Sasuke, apagando el Amaterasu, que la niña tuvo contacto mientras tomaban distancia de la criatura.

Solo basto una de las ramas de aquel extraño árbol, para que por fin dicho ser, comenzara a desaparecer de una vez por toda.

-En serio lo lamento-. Se disculpaba la madre de la niña, quien había logrado llegar, para terminar con dicho demonio lanzando aquel trozo de madera.

Mientras que la familia hablaba, el Uchiha, extinguiría sus llamas negras, con ayuda de sus ojos.

-Parece ser que el fruto de este árbol, era la debilidad de esta cosa-. Mencionaba la Hyuga, analizando con su Byakugan lo que antes no podía hacer.

-Madre, ¿por qué?-. Preguntaba Aoi, confundida, de la acción de su progenitora.

-Por el bien del pueblo, fue lo que prometí, me escondía tras mi sonrisa mientras todo pasaba, esa chica, me hizo entender que no tenía sentido ocultar lo que pensaba-. Contestaría Tsubaki, abrazando a su pequeña cría.

-Nuestra misión, aquí ya termino-. Diría Hinata, comenzando a marcharse junto con su esposo, manteniendo una leve muesca de sonrisa en su rostro.

Con rapidez, el duo tomaría sus cosas para aprontarse a dejar la aldea.

-Ustedes son una gran pareja-. Elogiaba la mujer rubia, que ya se encontraba con su hija.

No hubo respuesta por el grupo, que solo agradecerían con una reverencia, para luego dejar el lugar.

-¿Puedes hacer tu el informe?, será un dolor de cabeza explicar todo esto-. Pedía la Hyuga, imaginándose lo mucho que tendría que aclarar de lo ocurrido.

-Supongo que ella fue quien nos contrató, ¿verdad?-. Cuestionaba Sasuke, recordando a la mujer que les había atendido en aquel hotel, la cual fue la única que no vio raro al grupo de Shinobis nuevos en el pueblo.

-Nuestra tarea es completar la misión, quien haya hecho el pedido solo lo sabe Konoha-. Afirmaba Hinata, entendiendo que no conocer la fuente de la tarea de un Ninja, era lo común.

Empleando, de regreso a Garuda, la pareja comenzaría a volar con rumbo hacia su aldea.

Unas cuantas horas más tarde, por la noche, estos ya se encontraban en las puertas de su pueblo.

-¡¿Y ahora qué te pasa?!-. Cuestionaba la Hyuga viendo a su primero corriendo sin dirección alguna, no pudiendo evitar chocar contra la pelinegra.

-Neji, ¿sucedió algo?-. Preguntaba Sasuke, notando que este se encontraba muy agitado, y con moretones en su cuerpo.

La expresión que el Hyuga, mostraba indicaba que ciertamente algo importante había acontecido.

Esto desesperaría aún más a Hinata la cual quería que este hablara, seguramente por qué sabia que en serio parecía crucial.

-¿Acaso hubo problemas entre los clanes mientras no estábamos?-. Cuestionaba el Uchiha, suponiendo algo que podría ser el motivo de esta actitud de preocupación.

-No, ambos luchamos para impedirlo-. Negaba Neji, con dificultad que fuera cosa de un conflicto.

-Habla de una vez, ¿por qué, estas heridas?-. Preguntaba la pelinegra con furia.

-La señorita Hanabi, fue secuestrada-. Informaba el Hyuga, que aún no creía lo que sucedía.

Sasuke en la dimension de Menma.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora