7.

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Juan entró nuevamente al santuario con una sonrisa.

-¿Quién era?-Preguntó.

-Nadie importante-Respondió.

Juan se arrodilló y siguió curando sus heridas, tenía bastantes en las piernas.

Cuando terminó de atenderlas se levantó.

-¿Quieres quedarte a dormir?-Preguntó con vergüenza.

-Sí, no me vendria mal-Accedió.

Ambos se quedaron en silencio unos minutos, no sabian que más decir, hasta que llamaron a la puerta.

-Voy yo-Respondió Rubí.

Juan asintió y fue detrás de él.

Rubí abrió la puerta para ver a un híbrido de oso negro, vestido con una camisa larga negra con lineas blancas y unos pantalones cortos negros.

-¿Dónde está el gafotas?-Preguntó.

-Conmigo-Respondió mientras le sacaba la lengua de forma burlona.

El pollero rodó sus ojos ante eso, acción que no se vio por sus gafas.

El hechicero salió de detrás del oso marrón.

-Bue, veo que estás ocupado-Dijó mirando a Rubí para luego al hechicero, su rostro no expresaba ninguna emoción.

-Bastante-Respondió el híbrido marrón por Juan.

-¿Para que viniste?-Preguntó el hechicero.

Spreen no dijó nada, se dió la vuelta y empezó a bajar las escaleras, ¿Por qué se sentía así? Quería matar a Rubí, no lo aguantaba, le estrujaría la cabeza contra el suelo, le sacaría el celebro para luego romperlo en pedazos.

-¡Spreen!-Gritó bajando detrás de él, dejando a Rubí en la puerta observando.

-¿Qué querés? Tu noviecito te está esperando-Respondió.

-¿Estás celoso?-Preguntó riendo.

-Nah, tienes a tu noviecito esperandote, vete con él-Contestó.

-No es mi "noviecito"-Respondió haciendo el gesto de las comillas-Pero no me quejaría si lo fuera-Pensó en vos interna.

-¿Por qué viniste?-Cuestionó nuevamente.

-Yo vine a recogerte para nuestra cita-Remarcó la palabra nuestra-Pero veo que estás ocupado, creí que ya se habia largado-Habló mirando al híbrido marrón.

Juan asintió levemente.

-Si Rubí no estuviera aquí aceptaría encantando-Respondió.

Spreen asintió levemente, Juan observó las orejas del híbrido negro que se agachaban, se sintió culpable.

-Spreen-Se acercó lentamente-Disculpame-Puso su mano en la mejilla del más alto.

El menor puso su mano sobre la mano del mayor, con cuidado de no hacerle daño con sus garras.

-Mañana si quieres vamos a la cita-Habló para luego quitar delicadamente su mano, se giró y subió las escaleras, bajo la atenta mirada del empresario.

Antes de cerrar la puerta, Juan vio al pollero por última vez, le dio una mirada de disculpas y entró.

Un vacío se apoderó del corazón del hechicero, quería salir y agarrarle de la mano, quería ir a la cita, quería besarle.

-¿Besarle?-Pensó, negó varias veces con su cabeza, intentando quitar esos pensamientos, él solo amaba a un híbrido, Rubí.

-Juan-Llamó la atención el híbrido marrón del nombrado-¿Quieres ver una película?-Cuestionó.

Infiel [spruan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora