14.

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El hechicero sintió como su corazón se acerelaba al verle, era sumamente atractivo, y eso nadie lo podía negar.

-Rubí, tenemos que hablar-Respondió.

-Nos vemos en veinte minutos en la plaza, tengo a alguien ahora en casa- ordenó el español.

El hechicero asintió y se dirigió a la plaza a paso lento, haciendo tiempo.

Se sentó en uno de los bancos y sacó su teléfono, tenía cinco minutos libres, suspiró y esperó con nerviosismo.

Finalmente pudo observar la figura de ese híbrido, sintió su corazón acelerarse nuevamente.

El español se sentó a su lado del banco y le miró a los ojos.

-¿Qué querias?-Preguntó.

-Rubí...Yo...-Suspiró, sus palabras eran casi susurros.

El de ojos verdes le miró con curiosidad.

-Creo que te amo, siempre lo hice.. .-Suspiró-Te amo, ¡Pero me das señales confusas! Un día me hablas, al otro me ignoras-Sus palabras sonaban sinceras.

El híbrido marrón no esperaba tal confesión, aunque él realmente seguía enamorado del hechicero, no sabía que decir, por lo que se quedó en silencios unos segundos.

Los segundos de silencio para el de ojos miel eran eternos, eran horas.

-Juan, no te voy a mentir, yo sigo enamorado de ti, nunca logré superarte-Admitió.

El nombrado suspiró.

-¿Porqué no pruebas si realmente te gusto?-Cuestionó.

-¿A qué te refieres?-Preguntó confundido.

El híbrido marrón no respondió, en cambio, se acercó a él y le agarró del rostro, finalmente junto sus labios con los del chico de gafas, un beso, definitivamente, con pasión, ganas y sobretodo, esperado por parte de ambos.

(...)


El híbrido negro se dirigía a casa del español con mecha de fuego, habían quedado a la cinco, pero por decisión del de pijama azul, por que si, habían quedado Spreen, Auron, Carrera y Mariana.
Tocó la puerta.

-La puntualidad no es lo tuyo, definitivamente-Se burló el español.

-Estabamos pensando en ir a la plaza-Comentó el de pijama azul.

-Pero yo no quiero ir-Informó con desagrado en su voz el híbrido.

-Para que llegas tarde, ahora te jodes-Comentó el de mecha de fuego.

Los cuatro salieron de la casa, iban charlando de cualquier cosa.

-Che, no sabés lo que me pasó el otro día boludo, iba andando por la calle y me di contra un cartel, me dolio una banda-Comentó.

-Mira que eres idiota-Dijó el español entre risas.


El de pijama azul iba a hablar, se dio la vuelta y observó a lo lejos a dos personas hablando, no puso mucha atención, por lo que abrió la boca para decir algo, pero de repente se dio cuenta, ¿Eran Juan y Rubí?

-Che, ¿Esos no son Juan y Rubí?-Preguntó mientras señalaba a dos personas.

-No mames, que vista tienes, pinche águila nalgón-Comentó el mexicano.

-Vamos a hablarle coño-Contestó el español mientras se acercaba, siendo seguido por los otros.

El híbrido argentino estaba confundido, ¿No había quedado con Focus?

Infiel [spruan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora