12.

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Ambos se encontraban tirados en el sofá, viendo una película triste, el hechicero estaba llorando mares en el regazo de su novio, arropado por una manta, mientras que el híbrido estaba neutral mientras le acariciaba el cabello, la nieve y el frio abundaban en Tortilla.

-Che, la película es malisima, sos un exagerado boludo-Comentó mientras le veía llorar por la película.

-Pero se murió el perrito-Respondió con voz triste mientras se limpiaba las lágrimas.

El pelinegro rió un poco hasta que recibió una llamada.

-Che gafotas, pásame el teléfono-Ordenó dejando de acariciar el cabello del mayor por unos instantes.

El nombrado asintió y se lo dio, vio el contacto y era un número desconocido.

-¿Hola?-Cuestionó el pollero.

-¡Spreen!-Una voz muy ilusionada habló.

El nombrado no supo que responder, se quedó en silencio.

-Te extrañamos en casa, hace mucho que no nos hablas, ¿Quieres pasar las navidades con nosotros?-Cuestionó un hibrido castaño.

Se quedó en silencio.

El castaño le miró confundido.

-Si, si, no hay problema, allá estaré mañana a las 17:00-Finalmente respondió el empresario.

-¿Estás bien?-Preguntó el mayor con preocupación

-Seh, eran mis viejos, hace una banda no los escuchaba-Confesó con nostalgia-¿Vos querés conocer a tus suegros?-Cuestionó sin rodeos.

-Ah, ¿Tan pronto?-Preguntó.

-Llevamos 1 año gafotas-Respondió.

-Bueno bueno, ¡está bien! ¿Cuándo vamos?-Cuestionó.

-Mañana, Carre cuidará de Pelusa y tu puerco-Informó.

-¿Qué chingad-?-No puedo terminar su frase, pues el híbrido negro le dio un beso para callarle.

Ambos se pusieron a ver la televisión hasta que los dos se durmieron.

El híbrido se despertó primero, como siempre, agarró la ropa y entró al baño y se dio una fría ducha.

Se puso su camiseta azul, le acompañaban unos guantes negros con detalles en blanco arriba, que no cubrían sus dedos, junto con sus pantalones azul obscuros.

Salió del baño para verle aún durmiendo.

-Dale gafotas, despertá pedazo de vago-Decia mientras sacudía al mayor.

Este se despertó, para su mala suerte.

-Hasta que despertás-Habló mientras se levantaba.

-Buenos días, que bonito es saludar y ser saludado-Comentó mientras agarraba sus gafas para ver bien.

-Dale, vestité que nos vamos-Informó.

El castaño asintió mientras que el pelinegro agarraba las gafas de sol de la mesita y se las ponía saliendo del cuarto.

Agarró ropa del híbrido, una sudadera color rosa con una bandada roja en la frente y unos pantalones vaqueros.

Cuando el hechicero se cambió salió de la habitación, bajó para encontrarse al híbrido sentado en el sofá.

El oso giró su rostro-¿Te dije alguna vez lo bien que te ves con mi ropa?-Preguntó con voz coqueta.

El contrario rió por lo bajo mientras pasaba su mano por su cabello.

Infiel [spruan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora