Infiel [spruan]

13.

El hechicero despertó sobresaltado, se sentía culpable por soñar esas cosas y sobre todo, por estar con Spreen solo por ser el recuerdo de su ex pareja, se sentó en la cama con cuidado de no despertarle y se quedó pensando.

Por otro lado, el híbrido no tardó mucho en despertar y verle despierto.

-Che gafotas, ¿Qué hacés despierto?-Cuestionó sentándose a su lado.

-Nada, no quería despertarte, solo tengo hambre-Contestó.

-Pues me despertaste boludito-Respondió levantándose de la cama.

-¿Dónde vas?-Preguntó confundido.

-Pues a comer, ¿Venís?-Interrogó mientras extendía su mano para que la agarrará.

El castaño aceptó su mano mientras asentia.

Ambos bajaron, el pelinegro de buen humor y el hechicero confundido.

Como de normal, el menor empezó a cocinar para los cuatro, mientras que el mayor se sentaba.

Miró al menor, podría jurar que vio al otro híbrido en lugar de a él, de nuevo, suspiró con frustración y cerró los ojos.

-¿Todo bien?-Preguntó dándose la vuelta con una mirada de preocupación.

-Todo bien..-Respondió.

El menor le vio confundido, se acercó y le dio un beso en la frente.

-Podés contarme lo que querás-Comentó.

Se quedó en silenció unos segundos, hasta que vio el desayuno tornarse color oscuro.

-Eso ya está quemado eh-Informó el mayor con una risita.

-La puta madre-Se dió la vuelta y se acercó e intento arreglarlo.

No fue hasta minutos después que el matrimonio llegó con una sonrisa.

-¡Buenas familia!-Exclamó el híbrido marrón.

Se sentaron alrededor del nuevo miembro de la familia.

-Buenos días Juan-Dijó el pelinegro adulto.

Empezaron a charlar, el híbrido negro entregó la comida (NO quemada) a todos con una sonrisa.

-Provecho-Comentó cuando le daba el plato al mayor.

Se sentó y empezaron a hablar, todos excepto el castaño, quien apenas decía unas palabras sueltas.

El menor veía preocupado a su pareja, cuando estuvieran solos hablaría con él.

-Voy al baño-Informó mientras se levantaba.

Fue rápidamente y sacó su teléfono para llamar a su buen amigo, Auron.

La llamada fue atendida en segundos.

-Mira Juan, como sea una estupidez voy a tu santuario y te pintó todas las escaleras, porque son las 9 de la mañana y ya estás tocando los huevos-Amenazó el español.

-Auron, se trata de Rubí-Explicó.

-Olvida lo que dije antes-Comentó.

-Tengo dudas-Suspiró.

-¿De nuevo?-Preguntó.

-Pero me gusta..Lo amo, pero Rubí..-Suspiró cansado.

-¡Pues un trío!-Exclamó.

-Auron no digas mamadas, ni se para que te llamo-Colgó.

Le mando un mensaje a Rubí.

-¿Podemos vernos en unos días?