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Era esa época del año.
-¿Qué horas son?-pregunto sin dejar de mirar al frente.
-Falta para las 3, señor- miró la pantalla junto a él, donde se mostraba claro que el vuelo proveniente de China, estaba casi arribando- no debe de tardar- asintió y volvió su vista al gran ventanal, viendo los aviones despegar y aterrizar.
Era esa época donde Min Namjoon mandaba a buscar a sus dos hijos, Min Yoongi y Min Suga, para tener esa charla familiar, ambos hombres ya de casi 31 años, exitosos a su manera, y de un carácter difícil en toda la palabra.
~¡Informamos que el vuelo proveniente desde China, hará su salida por la puerta número 7!-
Miró a su lado y comenzó a caminar, para ir al encuentro.
Se detuvo a una distancia prudente y a los minutos vio cómo la gente comenzaba a salir.
-Señor, allí viene- miró en dirección donde, Tae, le mostraba, notando a su hermano, con ese caminar de tan estúpido, a su juicio, que tenía además de esas horribles camisas de flores, y jeans rasgados, como si aún tuviera 20 años.
-Tiene que ser una puta broma-
-Señor, Suga- saludo el joven junto a su hermano.
-Kook- quitó sus lentes y miro directo a su copia, y es que si, los hermanos Min eran gemelos, distintos solo en su forma de ser y vivir, porque lo demás era exactamente igual- Yoongi-
-Creí que Tae vendría solo- el saludo no era algo de ellos, es que jamás habían sido los más unidos, en especial porque los dos eran alfas dominantes, por lo que peleaban y discutían constantemente.
-Padre me envió por ti...-
-Ni que fuera a perderme, hacemos esto cada dos años, ni cómo saltarme este tormento- suspiro.
-Pudiste decir que no- miro a su hermano.
-Si digo que no, es capaz de ir él mismo a buscarme- bien conocía lo decidido que era su padre, en especial cuando se trataba de sus dos hijos.
Esos que eran igual a él en algunos aspectos, el principal la seriedad que estos siempre tenían cuando se veían.
-Entonces no te quejes- siendo Suga más serio incluso que Yoongi.
-Iré por las maletas Yoongi-dijo Kook, al notar el tenso ambiente.
-Claro- lo vio sonreír para luego ir a la cinta en busca de las maletas de ambos.
-Yoongi?-
-Odio el señor, eso es para los viejos- Tae aguanto la risa.
-Si le das tanta confianza, pronto querrá más que solo tu amistad-
-Lo dices por experiencia- mirando aquella cicatriz que su igual disimulaba en su ojo izquierdo, misma que aquel que juró protegerlo, le dejó el día que lo traicionó.
-Idiota- murmuro.
Pronto el ambiente entre ellos se volvió incómodo, jamás saben de qué hablar o cómo llevarse siquiera.
Y que siempre fueron así, aun viviendo bajo el mismo techo evitaban el solo verse, en la escuela cada uno formó su grupo.
Se veían solo cuando su padre exigía la presencia de ambos en la mesa a la hora de cenar, sus lobos no se toleraban del todo.
-Cómo estuvo el vuelo joven...- le basto solo una mirada para saber que eso no le había gustado- perdón, Yoongi-
-Como todos, aburrido e incómodo-
-No usaste primera clase?-
-Ni así sea vip, odio los aviones-
La gente por obviedad se les quedaba viendo, dos rostros iguales pero con aura completamente diferente, además de ser imponentes.
-Aquí están las maletas, vienen intactas, tal parece que la amenaza funcionó- sonriendo.
Suga solo miró a su hermano, de seguro había armado un lío al subir al avión.
-Bien vamos-
-Que tal Tae-
-Bien Kook, ya sabes cómo es esto- ambos chicos tomaron las maletas, y comenzaron la salida.
Había un flujo habitual de gente, misma que llegaba o salía de viaje, por lo que caminar no se hacía molesto, pero tampoco era algo cómodo, en especial por la mezcla de aromas que inundaba el lugar, muchos omegas en celo tratando de llamar la atención de algún alfa, así como alfas llamando a los omegas con sus feromonas.
-Dios, por eso, odio venir a Seúl- dijo Yoongi cubriendo su nariz, gesto que también imito Suga-Siempre atestado de gente-
Estaban pasando frente a la cafetería del lugar, cuando llamó la atención de los hermanos, caminaba directo a ellos prestando nula atención, por lo que el choque será inevitable, ya que ellos jamás le darían el lado.
-Te dije que no ensuciaras tu ropa-
-Perdón papi, es que el chocolate se soltó de mi boca- dijo el menor mirando a su papi, quien detuvo su paso para poder limpiar mejor la cara y parte del pecho de su pequeño.
Dándole la espalda a quienes con mano en bolsillo estaban decididos a pasar así fuera sobre ellos.
-Bien, y ya no te ensucies más, por favor- se levantó.
-Si papá- sonrió, tomó la mano de su hijo y se dispuso a seguir su camino, pero ni bien giró, se vio de frente con dos tipos que chocaron con él, claro está con toda la intención.
-Perdón...- trastabilló un poco, pero no cayó, el estar tomado de la mano de su hijo evitó que tocara el suelo, los dos hermanos se detuvieron al ver que el tipo, aquel, seguía en su camino- disculpen, no estaba atento-mostró respeto y seguido levantó la vista.
Pasó al unísono, los tres corazones latieron al compás, mientras algo en su interior parecía despertar, una voz.
"Él" resonó en la de los hermanos.
"Ellos" en la del menor.
Pero como al destino le gusta jugar un poco y el amor lo ayuda, rápido lo acallaron.
-Papi- dijo el pequeño llamando la atención de todos.
-Si- lo miro, y afianzó el agarre, volvió a mirar a los dos alfas frente a él- con permiso y nuevamente disculpen- tomó aquel viejo bolso y salió del camino de los hermanos, caminando a dios sabe donde, dejando tras de sí aquel aroma que los Min se permitieron olisquear, olía como a una tarde de primavera, estación favorita de ellos.
Giraron al tiempo, sin perder detalle de aquel joven, cabello negro, labios rojos, ojos verdes, y claro está, las marcas de los golpes que la vida le había dado, esas que el menor parecía no esconder.
-Pasa algo, señor?- habló Tae al ver la mueca en su jefe.
-Yoongi- Kook giró para tratar de ver lo que su amigo miraba, pero claro no dio con ello.
Cuando sus miradas se cruzaron, sus lobos rugieron a coro, es que desde niños se había hecho esa promesa, la única que tenían como hermanos, jamás les gusto lo mismo, por lo que si algo así llegaba a suceder, no gastaría tiempo luchando contra el otro, más bien lo compartirían.
Cuando la sonrisa afloró en ambos, tanto Kook como Tae, se miraron sin comprender, aunque algo era claro para ellos, lo que fuera que hubiera llamado la atención de los hermanos Min, debía ser en verdad especial.
Volvieron al camino, sin notar como aquellos ojos verdes parecían buscarlos en la multitud.
-Que pasa papi?-
-Nada hijo, vamos, veamos si mi hermano aún vive donde mismo- gasto lo poco que tenía para buscar a su viejo amigo, de la infancia, esperando poder con su ayuda dar el inicio a su nueva vida.
Sin saber qué había pasado junto a quienes serían pronto, no solo parte de su vida, sino de su mundo, y volviéndose él, el mundo de esos dos.
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.Mi Acróstico.⛭
FanficVendido por su padre a la edad de 17 años, condenado a vivir una vida bajo abusos y malos tratos, por quien veía en el solo placer, alguien que cumplía cada capricho sin poner mínima resistencia, quedando en estado a los 18, algo que él jamás espero...