32. Puzzle.

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-Mamá, no, por favor ya basta, papá, no la golpees más!-

-Cállate maldita sea!!- golpeo fuerte la mejilla de quien quedó algo aturdido en el suelo, con la boca sangrante.

-No!!- corrió hasta llegar junto a su cachorro y tomarlo en sus brazos- no vuelvas a tocarlo-

-Haré lo que se me dé la gana, maldita perra, no eres quién para darme órdenes- dejó caer el golpe en el rostro de la mujer, rompiéndole un poco el labio.

-Por favor, ya basta podemos ser una familia, si solo te dieras la oportunidad, déjame hacerte feliz...-

La sonrisa en los labios de aquel hombre fue macabra.

-Jamás - dijo susurrando, tomándola del pelo y arrastrándola por el suelo, haciendo que soltara al pequeño de sus brazos.

-No, no para por favor, amor, para!!- el menor vio con horror cómo su padre golpeaba de manera salvaje a su madre, esa que no podía contener la lluvia de insultos, patadas y golpes de puño que caían sobre ella-no mires!- grito- no mires - el menor cerró los ojos hasta que los gritos y quejidos de su madre se detuvieron.

Al abrirlos solo vio sangre y un cuerpo inerte en el suelo.

-Wheein...- la llamó, moviéndola con su pie- crees que creeré esta mierda- pateándola en la cabeza- despierta maldita Zorra!- tomó su cabello y azotó su cabeza en el suelo.

-Ma...-

-Cállate o el próximo serás tú!- quedó mudo, vio como aquel animal tomó el cuerpo de su madre y lo subió al auto, para ya nunca más volverla a ver.

Cuando la mujer despertó, casi un mes después del brutal ataque, estaba en un hospital, se había salvado de milagro, por unos vagabundos que vieron cuando su esposo la arrojó, cayó al río sin remordimiento alguno, al creerla muerta, logrando sacarla antes de hundirse.

-Buenos días, al fin, despiertas- habló la enfermera- recuerda su nombre? - movía los ojos desorientada- sabe en qué año estamos?- pestañeo lento- recuerda su edad?- negó- ya veo -

Con los días lograba pasar más horas lúcida, pero aun sin poder recordar nada de su pasado, para el día de su alta, casi 6 meses después, seguía con su mente en blanco, le dieron un nombre provisorio en el hospital "Bahiyyih" para no decirle solo "oye"

Durante algún tiempo vagó sin rumbo, hasta que por azares del destino consiguió su primer empleo, en un puesto de comida callejero, fue allí que aquella tarde lo conoció, un alfa que cayó enamorado de aquella hermosa mujer, vivieron una relación hermosa casándose dos años después de su primera cita y de la cual nació una pequeña, a quien llamaron Jisso, hija amada y criada en una familia estable.

No fue hasta muchos años después, cuando por la televisión pasaban la noticia del ataque al famoso restaurante Zinfandel, que su memoria, pareció abrir un poco aquella puerta, dejando salir dolorosos recuerdos.

-Bahiyyih, que pasa?- dijo su esposo, al verla sujeta de la mesa a punto de caer.

Pero ella no dijo nada, en su mente solo estaba la imagen de aquel pequeño que lloraba en silencio por miedo a sufrir los golpes que ella recibía.

-Jimin- susurro, dejando caer la primera lágrima.

-Quién es Jimin, que pasa amor?- costo un poco contarle a quién era ahora parte de su vida, su antigua y dolosa vida, Jisso lloró al oír cada frase, las torturas y maltratos que su madre había recibido, y su esposo, apretó los puños impotentes de poder vengar el honor de su mujer.

-Crees que está vivo?- pregunto mirándola.

-No lo sé, a mi hijo le esperaba un infierno y yo no pude ayudarlo-

-No había mucho que pudieras hacer, madre, ese hombre fue un monstruo- veía las lágrimas caer copiosas de los ojitos de su madre, esa que por tantos años llamó Bahiyyih y ahora tendría que llamar Wheein.

-Llamaré a algunos contactos a ver qué consiguen, si tu hijo está vivo, hallaremos la forma de traerlo y darle la vida que merece junto a ti y si no lo está...- la mujer sollozó- darle el descanso que también merece- asintió y suspiro.

Por semanas los contactos de su esposo no descubrieron nada, de Jimin, para el mundo él no existía, había desaparecido a los 17 y jamás había sido encontrado, mientras que ella, logró recuperar de poco todos sus horribles recuerdos.

-¡Amor!- grito entrando por la puerta de la casa- Wheein!-

-¿Qué pasa Jackson!?- dijo asomando por la cocina.

-Tengo noticias amor- hablo emocionado con un sobre en sus manos- tu hijo está vivo, un conocido de mi amigo le dijo que un tal Park Jimin había ido hace unos días a una consulta, mira me mando una imagen que logró sacar de las cámaras de seguridad!- del sobre saco una foto, donde se veía claro al menor sonriendo rodeado de más personas y con un cachorro, los ojitos de la mujer brillaron, era su Jimin, su hijo estaba vivo.

-Mi bebe...- tocó la fotografía- donde está!?-

-Aún no sé bien, pero ya tengo a alguien buscando, tranquila, al menos ya sabemos que está con vida- lo abrazo y dejo un beso en los labios de su compañero, ese que si bien no era su destino le había dado todo lo que su esposo no, ese hombre reparo todo lo que aquel otro rompió solo con su amor.

Pasaron al menos dos semanas más, para que el investigador, diera con su paradero, llevando a la mujer y a su esposo a la puerta de la familia Min, tocaron el citófono, siendo Lisa quien respondiera.

-Disculpen señor Min, hay unas personas afuera dicen que necesitan hablar con el joven Jimin- los cuatro alfas miraron al menor, que no tenía ni idea de nada, desde la ida al doctor hace ya bastantes días, que no había puesto ni un pie fuera de la casa, eso porque sus alfas e hijo se lo tenían prohibido, debía cuidarse para que los cachorros y él estuvieran a salvo.

-Quienes son?-

-Dice que es su madre- y esta vez fue Jimin quien miró a Liza, se levantó rápido y antes de que alguien pudiera decirle o detenerlo, salió rápido- espere Joven!!-

-Jimin!- y claro los otros fueron tras él, no podía tener emociones fuertes, ya que los pequeños aún estaban en etapa de formación- amor espera-

Pero no, lo vio correr hasta la puerta y salir rápido cruzando la amplia entrada hasta llegar a la reja, esa que dejaba ver la imagen de una mujer y un hombre, de pronto un aroma familiar, inundó sus sentidos, sacando las primeras lágrimas.

-Madre?- dijo bajo, conteniendo el aliento.

-Jimin- dijo ya con la emoción en la garganta, aferrándose a los fierros de la reja- mi Jiminshi- sonriendo.

Poco a poco el puzzle de su vida se armaba, dándole las alegrías que el pasado le había arrebatado.

-Jimin!! -grito Suga al verlo trastabillar para después caer algo busco al suelo, la impresión y alegría le habían pasado la cuenta.

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.Mi Acróstico.⛭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora