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Parecía casi como dormido, tan apacible con esa ligera sonrisa, curvando sus labios, que el que estuviera muerto sonaba solo una broma, solo lo pálido y morado de sus labios dejaba en claro que no lo era, su cuerpo seguía allí, pero esa hermosa alma ya no.
-Todo estaba bien y de repente colapsó, su cuerpo no resistió, sabíamos que era un riesgo, solo que, creí, no pasaría- hablo el médico al ver los dos alfas, parados a dos paso del cuerpo del omega- lo lamento mucho, fue un joven valiente en toda la palabra, hasta el final-
Lo veían, pero no podían, solo creerlo, ya no verían sus lindos ojitos por la mañana, oír esos buenos días, meloso, sentir su aroma a primavera, lo suave de su piel, sus quejas y berrinches por querer ir a trabajar, los regaños que le daba a Agust por pasar mucho tiempo con Nam, sus pucheros, y sonrisas traviesas, no verlo a él, hasta el más mínimo detalle ahora dolía como no imaginaron, sus lobos no habían parado de aullar con una pena infinita.
-Les dejaré los papeles para que tramiten los responsos fúnebres, y nuevamente lo siento en el alma, él era único, en verdad- no espero una respuesta, sabía que no habría una, camino hasta la puerta y los miro, para al fin salir dejando a los hermanos, para poder despedirse de quien fuera lo más valioso de su vida, su destinado, su omega.
-Despierta - dijo Suga quien aun no caía en la realidad- ya seas tú o yo, pero por favor despierta, ya no quiero seguir en esta pesadilla- su lobo rasgaba, dolía, la ausencia del lazo de su omega era un vacío tan grande en el pecho como si allí ya no hubiera corazón- Jimin por favor te lo suplico, despierta amor- dio un paso, pero no logro dar el siguiente- amor-
-Suga...- veía a su hermano llorar igual que un niño, es que ni de niños lo vio así, tan débil, destruido.
-Por que?- apretó los puños- eres lo que mas he amado en la vida, lo que le dio sentido, por que tengo que despedirme, de quien me hace feliz!?-
-Hermano- era su dolor, sus palabras, aquel joven era su amor- no fuimos suficientes para cuidar de el- Suga lo miro- le fallamos y ahora tenemos que vivir con esto y hacer lo mejor para no perder el hermoso regalo que nos dejo-
-Te amo Jimin y te seguiré amando hasta el ultimo puto día de mi vida, oíste?- mirándolo- te amo hermoso mochi y cuando nuestros hijos tengas sus vidas hechas te juro que correre para estar contigo así que espérame- besando su aun tibia frente.
Los demás estaban que no lo creían, siendo Wheein, Prem, Ruki y por su puesto Nam los más afectados, Prem no podía parar de llorar, recordar esos momentos que vivió, el cómo solo hace horas, habían hablado de lo que harían para el matrimonio de él, por qué si Jimin sería el padrino de su boda e hijos cuando este comenzará a tenerlos y ahora? Eran solo recuerdos, de la amistad más linda que tuvo el honor de vivir.
Boun llego en cuanto pudo, siendo Prem su destino, quien no se contuvo de gritar y llorar cuando se vio en los brazos de su amor destinado.
-Vivió un infierno y ahora que podía ser feliz, pasa esto?- Jin miro a Ruki- no lo merecía-
-Matsumoto-
-Es que es injusto, él debía disfrutar esto, de sus hijos de su vida, deberíamos estar felices, no así. No llorando por perderlo, es que ni siquiera pudo verlos- se quebró- la vida fue tan hija de puta que ni siquiera le permitió conocer a sus pequeños o despedirse de Agust, es injusto, Jin muy injusto-
-Lo sé, pero aunque duela no hay nada que podamos hacer más que apoyar a los que quedan con la pena y el dolor de la perdida- lo abrazo- Prem, Agust y los hermanos Min nos necesitan más que nunca, en especial esos pequeños que como dices tu, jamas tendran la dicha de ver a quien dio todo por ellos-incluso la vida, pensó Jin.
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.Mi Acróstico.⛭
FanfictionVendido por su padre a la edad de 17 años, condenado a vivir una vida bajo abusos y malos tratos, por quien veía en el solo placer, alguien que cumplía cada capricho sin poner mínima resistencia, quedando en estado a los 18, algo que él jamás espero...