19*Enojo*

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La llegada al hospital fue en silencio, los 5 centrados en sus propios pensamientos, esos que no eran muy buenos en estos momentos.

Gracias a dios lo de Agust, solo fue un caso de estrés, por miedo, luego de dormir y tomar algunos medicamentos se encontraba mejor, en especial al ver a sus dos papis gatos.

-Nos asustaste cachorro- dijo de forma dulce Suga, acariciando el pelo de su hijo.

-Tenía mucho miedo, no quería que ese hombre lastimara a mi papito - el mayor apretó los puños- no te enojes mucho con él-

-Tranquilo amor, deja que los adultos arreglemos nuestras cosas, tú solo dedícate a recuperarte bien, ok?- asintió - duerme un poco, para que después nos podamos ir a casa- lo vio acurrucarse y cerrar los ojos, verlo le daba una paz que no creyó posible, amaba a ese pequeño.

Por su parte, Yoongi salió a atender una llamada de Jungkook, se había enterado por Tae de lo sucedido y quería saber del menor de los Min.

-Sí, ahora ya todo está bien-

~Qué bueno, Yoon, cualquier cosa no dudes he? Sabes bien que los contactos aún están-Yoongi sonrió.

-Lo se-

~Bien, nos vemos más tarde-

-Adiós- corto el llamado y miro el pasillo, ese por donde aparecía Jimin, con aquel parche en su mejilla producto del golpe que Hyde le había dado, sintió la rabia en su cuerpo y a su lobo, rasguñar, estaba molesto.

En cuanto lo vio detuvo su andar, sabía de sobra que los dos estaban enojados y claro que tenían la razón de estarlo, se había puesto en peligro a los dos, ya que la situación pudo haber terminado mucho peor, bajo la mirada y camino hasta llegar a la puerta.

Y sin decir nada entro, Prem solo miro al mayor y le, pidió calma, esa que ya no le quedaba.

Es que en cuanto su hermano le dijo lo que su omega trataba de hacer, creyó morir, ¿por qué pensaría tan siquiera en irse!? Suga lo había oído, y la despedida de Agust, por la mañana le dio la confirmación, para no armar un revuelo no le dijo nada, pero cuando lo llamo preguntando por él, lo supo, Jimin planeaba irse y dejarlos.

Entrar a la sala tampoco fue cómodo, la filosa mirada de Suga lo recibió poniéndolo tímido y miedoso, camino hasta el pequeño que ya dormía, y mordió su labio, pudo perderlo por no pensar bien, por dudar de sus alfas, esos que ahora podían fácil desechar sus sentimientos y mandarlos a la mierda, aunque claro merecido estaría.

Cuando le dieron el alta médica, el regreso a casa también fue en silencio, Jimin no sabía que decir, y los Min no sabían como comenzar, y para guinda del pastel, ver la mirada de Nam al llegar lo dejo peor, decepción en toda la palabra.

-Como está mi nieto?-

-Bien padre, solo necesita descansar - Jimin se sentía en verdad pequeño en ese momento, como hace mucho lo hacía, como solo su padre e Hyde podían hacerlo sentir.

-Bien- miro a su lado - Lisa llévalo a su habitación y dale lo que pida, consiéntelo- la mujer miro a Jimin pidiendo su autorización, porque sí, muy enojados, pero el cachorro era hijo de Jimin, y nadie podía pasar por sobre su autoridad, asintió en silencio y la mujer sonrió.

-Sí, señor- lo tomo en sus brazos y seguido de Prem lo llevaron a su habitación, dejando tras de sí, a quien no sabía donde esconderse, eran tres alfas contra un pequeño omega.

-Dime algo muchacho- rugió Nam, asustando a Jimin- en que cabeza cabe que salir huyendo en esta situación podía ser buena idea?-apretó sus manos- poner a mi nieto en peligro, exponerlo a ese infeliz, dime!?-

-Yo...-

-La primera regla de una relación es confiar en quien tienes a tu lado, no salir corriendo directo al peligro, ponerte en riesgo a posta!- Yoongi y Suga oían en silencio, las palabras de su padre eran también suyas.

-Se, señor Min yo no...-

-Si no vas a tomar en serio la relación con mis hijos quiero que me lo digas ahora- paso saliva, y fue peor cuando los ojos de los hermanos se posaron en él- si no vas a pensar en ellos como alfas protectores es mejor que lo digas en este momento y salgas de su vida- los hermanos se miraron- no permitiré que ellos den su corazón por alguien no siente amor por ellos, muy destinados o no, no están obligados a vivir juntos si no hay...-

-Yo los amo- dijo con su vos proyectada, no siendo fuerte, pero logrando que el mayor lo oyera- yo los amo y por ese amor es que, pensé que salir de sus vidas evitaría un problema mayor...-

-Salir de nuestras vidas?- Yoongi dio un paso, haciendo a Jimin temblar- se que no es mucho el tiempo que llevamos en esto, pero yo creí que te habíamos demostrado lo importante que eres para nosotros, lo que tú y Agust son para nosotros, pero veo que no- dijo con desilusión- según nos amas, pero no nos dejaste ni siquiera intentar cuidar de ti-

-Yo no quería que ustedes estuvieran en riesgo, que él los lastimara...-

-A nosotros no, pero a mi hijo y a ti sí- rugió Suga, llegando más cerca del menor, que aguantaba como podía el llanto- se lo pudo haber llevado y a ti hacerte solo dios sabe que cosa...-

-Lo se y lo lamento, tal vez no pensé bien y si debí confiar, pero- mordiendo su labio- ya vi sufrir a mucha gente por tratar de ayudarme que no quería que algo así les pasara- cuando la primera lágrima cayó, ya no pudo contener a las demás- son lo más lindo que me ha pasado en la vida, ustedes y mi hijo son todo lo que tengo que no quería que...- Nam sonrió, su yerno, amaba a sus hijos, de eso no había duda- algo les pasara, perdón...-

La rabia dio paso al perdón, ese que gritaba ir a consolar al joven frente a ellos, el que ahora lloraba bajito, y cerraba los ojos.

Cuando sintió aquella mano en su hombro tembló, pero luego aquel abrazo lo hizo abrirlos y verse en los brazos de Suga, así como los de Yoongi, sus alfas.

-No quería alejarme porque no sintiera nada, por el contrario, siento tanto que me da miedo que algo...- los labios de Yoongi callaron sus palabras, así como los de Suga, era un beso de Tres.

-Nunca más oíste?- hablo ronco Suga- desde hoy, si algo molesta tu mente, quiero que nos digas...–

-Estamos para ti, amor, para cuidarlos y protegerlos de lo que sea, confía en tus alfas- y fue la sonrisa que Yoongi le dio la que logro al fin relajar al menor, que se aferró al cuerpo de ambos y lloro, sacando todo ese miedo que tenía guardado en su corazón.

-Saben bien lo que tienen que hacer, no es así?- los dos miraron a Nam y asintieron- pues háganlo - camino hasta ellos y saco al menor de cu escondite- no estás solo, no debes de luchar esa guerra solo, yerno, nadie más y óyeme- tomando su barbilla- nadie más los volverá a lastimar, no lo permitiremos- asintió y se arriesgó a dejar un abrazo, uno que no le agrado mucho a los otros dos, pero ni modo hacer una escena.

Y como era de esperarse, pasaron del drama al sexo, ya que debían, según ellos, darle una lección a su travieso omega.

Ese que se sentía pleno y feliz, en especial cuando eran sus dos alfas los que estaban dentro de él, moviéndose al compás, haciéndolo ver estrellas, apretando las sabanas y suspirando, su ano se sentía lleno, y su corazón feliz.

-Espero que la próxima vez que una idea así ronde tu mente lo pienses dos veces- dijo Suga mientras empujaba fuerte dentro de su pareja, sintiendo de paso el roce con el miembro de su hermano, algo nada desagradable.

-Alfas...- siseo, salieron de él y se acomodaron a su lado, le bastó solo verlos para saber lo que pasaría.

Cerro los ojos, y cuando aquel dolor en su cuello llego, sonrió, ahora les pertenecía, él tenía la marca de los Min, y claro que la luciría.

-Los amo, alfas- dejando un beso en la mejilla de cada uno.

-Y nosotros a ti- dijeron a coro.

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.Mi Acróstico.⛭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora