4*Pasado*

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*

Despertaron sintiendo la tibieza de aquella cama, una verdadera cama, no un colchón sucio en el suelo, no! Una cama, con mantas limpias y que olían a flores.

-Hola papi-

-Buenos días, amor, cómo dormiste?- vio la sonrisa en su pequeño y la caricia fue suave en esa pequeña mejilla.

-Como en una nube- ambos rieron- papi...-

-Dime-

-Papa no nos encontrará verdad?- Jimin vio el miedo en los ojitos de su hijo- no quiero volver a vivir con él, no me gusta como te trata, siempre te hace llorar y te deja marcas, feas en tu cara...-

-Me encantaría prometerte que, no lo veremos más, pero la verdad no lo sé amor- el pequeño mordió su labio, gesto heredado de él- lo que sí puedo prometerte es que nunca más nos lastimara, no lo permitiré mi vida- se acurrucó en el pecho de su padre y respirar ese aroma que amaba, le daba calma- quieres desayunar?-

-Que es eso?- solo en ese momento recordó que ellos jamás comieron por la mañana.

-Algo que desde hoy te daré todos los días-sonriendo, el dinero estaba, bien lo sabía Jimin, ya que Hyde pagaba sumas ridículas por sus lujos, pero claro a él y su hijo los tenía en la miseria, no eran valiosos para ese hombre, menos después de creer que el menor era omega, podían pasar días en los que con suerte había un pan duro para darle al pequeño.

-Buenos días, están despiertos?- oyeron la voz risueña de Prem, y ambos levantaron la cabeza para verle- hola-

-Hola Prem-

-Tengo el desayuno listo, así que vengan -

Se vistieron y luego de lavarse la cara fueron al comedor donde el menor se vio con una mesa llena de cosas que jamás había visto, dudando siquiera que se pudieran comer.

-Prem...-

-Es que no sabía qué cosas le gustan al cachorro, así que prepare de todo un poco-

-Papi qué es eso blanco?- mirando la jarra de leche. Prem miro a JImin y este solo bajo la mirada, es que en su vida jamás había visto la leche- y eso que...-

-Ven precioso, déjame mostrarte como se llama cada cosa y así de paso las pruebas- le tendió la mano, pero Agust no se movió, miró con temor.

-Ve hijo- solo cuando Jimin le habló, este se movió, y tomó la mano de Prem.

Su hijo había pasado por muchas cosas en su corta edad, el miedo era la única forma de sobrevivir junto a quien debía llamar padre.

Comió de todo siendo los waffles con salsa y fruta sus favoritos, del desayuno llegando a comerse casi cinco.

-Prem -

-Dime-

-Tú en qué trabajas?-

-Soy mesero en un restaurante bastante exclusivo de la ciudad, el Zinfandel-

-Oh, y crees que necesiten más gente?-

-Tranquilo que eso ya lo tenía pensado, hablar hoy con mi supervisor a ver si te consigo algo, aunque lavando platos por ahora-

-Gracias-

-Tranquilo, por ahora dedícate a descansar y cuidar a tu cachorro, disfruta de la paz Jimin, te la mereces- le dio un abrazo y seguido se fue a su habitación a prepararse para su jornada laboral.

-Él me agrada- dijo Agust. Mirando a dónde se había ido quién era hasta ahora la única persona que el pequeño podía considerar buena.

-Termina de comer, para que después nos demos un baño-

.Mi Acróstico.⛭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora