.Mi Acróstico.⛭

17*No Volver*

*

... Vengo de parte de Nakamura Hyde...-

—No conozco a nadie con ese nombre...—Nam miró a sus hijos, mismos que tenían la mandíbula, apretaba así como sus puños.

—Sí, puede que usted no, pero...— sonrió — estoy seguro de que el omega, Park Jimin, quien vive con ustedes, sí sabe quién es— y si la idea del tipo aquel era molestarlos lo había logrado.

El primero en acercarse fue Yoongi, quien no escondió su molestia.

—¿Qué dijiste?-

—Yoongi!— habló Nam, usando su voz de alfa mayor, tenía que calmar a sus hijos.

—Sabemos que Park Jimin se esconde aquí, él y su cachorro— y esta vez fue turno de Suga de caminar hasta donde su hermano y el tipo estaban.

—¿Y qué, si lo están?—su aroma era fuerte, querían dejarle en claro que él no era nadie en ese lugar.

—Esconden a un prófugo de la justicia— Suga miro a Yoongi— ataco a mi cliente y luego secuestró al hijo de este, pueden tener muchos problemas, por eso...— el rugido de los alfas le dejó claro que la mentira no servía con ellos.

—¿Lo atacó o se defendió? — el tipo miró a Yoongi— porque hasta donde yo sé, el animal de tu cliente, es un maldito cobarde que golpea y abusa de los más débiles por mero gusto— miro a Nam como pidiendo ayuda, pero este solo giro un poco su cabeza, se metería solo si sus hijos perdían el control, por lo demás, le daba lo mismo.

—Eso es lo que el omega dice, pero...— pasó saliva.

—¿Pero qué?— dijo Suga-

—Mi-mi cliente quiere...-

—Lo que él quiera no tiene importancia, y ahora sal de mi casa antes que pierda la paciencia, dile que no pierda su tiempo, no se volverá a acercar a nuestro cachorro, ni a nuestro omega...-

—¿Nuestro?—

—Park Jimin es nuestro destinado, y Agust es nuestro cachorro, es todo lo que debes saber, lo que tu cliente debe saber-

—Eso no tiene peso, el cachorro...-

—El cachorro es nuestro y de Jimin fin de la historia ahora lárguese-

Los miro por última vez, y antes de que se desatará, un infierno asintió, comenzando a caminar a la salida.

—Espero estén conscientes de lo que les traerá tener a un prófugo en su casa, ¡no descansaré hasta entregar al cachorro a su verdadero padre— lo sintió tan fuerte como fue posible, el lobo de Suga salió sin previo aviso y encerró al hombre entre su cuerpo y el suelo, gruñendo en la cara— a, ayuda!!-

—Ese imbécil no tiene nada, ni omega, ni cachorro, así que olvídalo— Yoongi se acercó y toco el lomo de su hermano, mismo que de poco tomó el control-

—Fuera de mi propiedad, y desde ya le digo ni usted ni su cliente son bienvenidos, la próxima vez que se acerquen a nuestra casa, no seré tan educado— dijo Nam.

Y no le quedo más que solo recoger su miedo y salir de la casa rezando que aquel lobo negro no le saltara por la espalda.

Jimin solo mordía su labio, acaso Hyde lo había denunciado por secuestro de su propio hijo? Miró a su cachorro, quien contenía el aliento, temía respirar fuerte y que aquel alfa aparecerá para golpear a su papi, por muy feliz que se vea los traumas siempre están.

—Jimin— Tae, le tocó el hombro sobresaltándolos, ya que Agust también dio un brinco— ya se fue, así que estén tranquilos, por favor— asintió.

Vieron a los alfas aparecer, con el ceño fruncido, mismo que se relajó al ver el miedo en los menores.

—Ya paso cachorro, ven acá— hablo suave Suga, logrando que el menor dejara los acogedores brazos de su papi para ir a los del mayor— tranquilo hijo, nadie va a lastimarte, me oíste, no lo permitiremos-

—Lo sé, papi Suga— se abrazó al cuello del mayor que sonrió y se aferró a ese pequeño cuerpo.

—¿Todo bien?— Yoongi veía el miedo en los ojos de su omega, el poder que el simple nombre de ese maldito tenía sobre su pareja le era molesto, el daño que vivió al lado de él, ese que lo tenía alterado.

—Sí, todo...— dudo — todo está bien Yoongi— Yoongi miro a Suga y este asintió, no había un lazo como tal de esos que te ayudan a saber las emociones de tu pareja, pero bastaba solo con ver aquellos ojos para saber que por la mente del menor pasaba mucho.

—Creo que lo mejor es que vayamos a descansar, dormir nos hará bien— todos asintieron a la idea de Nam, quien al igual que sus hijos, noto ese brillo en su yerno.

Ya por la noche y luego de aquel momento íntimo con sus alfas, el menor se permitió pensar, amaba a los Min, a pesar del poco tiempo sentía ese amor tan grande por los dos, que la sola idea de ser un riesgo para ellos, le aterraba, no quería ser un problema, su idea al huir de Hyde fue vivir en paz con su pequeño, que ahora saber que ese monstruo estaba tras sus pasos lo ponía en un estado de preocupación.

Se levantó suave, y caminó hasta el baño, se sentó y apoyó sus codos en sus rodillas, sosteniendo su cabeza con sus manos.

—No quiero que algo pase por mi culpa-

*Confía en nuestros alfas, ellos nos protegerán, a los dos*

—No es tan simple lobito, si Hyde los lastima yo, nunca me los perdonaré— sollozo— no quiero que nadie más salga herido por mi culpa— cerró los ojos recordando los golpes que su madre recibió, cuando su padre ebrio buscaba abusar de él, siendo ella quien lo detuviera.

*No lo hagas, con ellos estamos a salvo solo...*

—Lo lamento lobito, pero, es lo mejor, si seguimos en su vida vivirán un infierno— limpio sus lágrimas— tenemos que irnos y seguir, escondernos donde Hyde no pueda hallarnos— su lobo lloro, un aullido triste, al saber que se alejaría de sus dos alfas.

Cuando salió del baño vio a sus dos amores dormidos plácidamente, su corazón dolió, se había permitido imaginar una vida junto a ellos, llevar la marca de ambos orgulloso en su cuello y a sus cachorros en su vientre, vivir feliz, y tal vez solo tal vez en algún punto si dios así lo quería, cuando la pesadilla llamada Hyde, ya no estuviera, podría hacerlo.

—Los amo como no creí poder hacerlo, y por ese amor es que debo desaparecer de sus vidas, alfas— susurro bajito, camino hasta llegar en medio de ellos y se acurrucó, no pasó mucho para que ambos buscarán el calor y aroma de su omega.

Cuando el nuevo día llegó, los dos notaron las ojeras en su pareja, pero no queriendo recordar el mal momento de la noche anterior, prefirieron omitir y hacer de cuenta, que no tenía nada.

—¡Pero papi!-

—Pero nada Agust, hoy te vienes conmigo a la guardería, así el abuelo gato puede hacer sus cosas, él es adulto amor, y tiene temas de adulto que resolver-

—Pero yo quería ir a ver aviones...-

—Lo sé y te juro que te llevaré, además ya has volado en uno-

—sí, pero estos son de guerra-

—Oh, bueno, otro día puedes ir, hoy necesito que vengas conmigo— el pequeño lo miró, su papi tenía aquella mirada— ten toma tu mochila— mostrándole aquella que usó cuando salió de casa de Hyde.

—Papi...-

—Confía en mi amor, ¿sí?— asintió, dio un último vistazo a su habitación en la casona Min y salió por la puerta.

Posiblemente, para ya no volver.

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