Cap. 8 - Golpea

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Tanjiro encontró un segundo hogar en la finca mariposa

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Tanjiro encontró un segundo hogar en la finca mariposa. Además de tener a sus amigos y hermana cerca, su pareja también se está quedando en el mismo sitio.

Sin embargo, por cosas como el deber no han podido verse con frecuencia.

Suspira añorando la posibilidad de encontrase hoy.

Trata de disfrutar este momento de paz cuando de repente, escucha la puerta abrirse.

O más bien, ser destruida.

Las astillas llegan a golpear sus pies, detrás de lo que fue una puerta (hace menos de diez segundos) puede distinguir la silueta de un hombre y algo más.

Cuando se da cuenta, ve a su amigo Inosuke sobre la espalda de un alfa pelirosa.

- ¡Gonpachiro¡ - grita el alfa más joven. - ¡No te preocupes, lo tengo!

Trata de ahorcarlo, sin embargo, a pesar de aplicar toda su fuerza el alfa ni se inmuta.

- ¡Tanjirooooooo! - ahora es Zenitsu, quién está llorando y temblando detrás del poderoso alfa. - Corre mientras puedas. - su voz sale como el zumbido de un mosquito. - L-lo detendremos...

Inosuke aprovecha la pequeña distracción de Zenitsu para abrazar al alfa con las piernas.

- ¡Prueba esto! - dobla su cuerpo hasta el suelo, cuando sus manos tocan la superficie aplica toda la fuerza de su cuerpo para cargar al alfa.

Akaza siente cómo es levantado por el joven alfa con máscara. Inosuke sonríe cuando percibe que todo va de acuerdo al plan.

Antes de que la cabeza de Akaza chocara contra el suelo, gira sus piernas y toma al más pequeño encerrándolo entre sus brazos.

Logra frenar la caída, usa ambas piernas para estabilizarse antes de encerrar la cabeza de jabalí en medio de sus rodillas.

Después usando únicamente su peso, cae de rodillas con la cabeza del mocoso. La fuerza con la que golpea su cráneo es suficiente para dejarlo inconsciente por el resto del día.

- ¡Inosuke! - gritan al mismo tiempo. Zenitsu se apresura a su amigo en el suelo mientras Tanijiro se para frente a Akaza.

El alfa resopla ante el valor del omega. Lo mira con desprecio y asco.

- ¿Qué tenemos aquí?, el niño se siente lo suficientemente valiente. - se agacha hasta estar a la misma altura de sus ojos. - A pesar de ser una perra, eres un completo estúpido y sinvergüenza. - fija sus ojos en el par de rubís. - Dime, ¿fue fácil seducirlo? - mira el vientre por un segundo antes de volver a sus ojos. - Responde, zorra.

El pequeño Omega endurece su mirada al escuchar el insulto.

- Kyojuro no es un hombre de mala fe. - endurece su voz, no dejara que un alfa lo intimide, no otra vez. - Tampoco te permito que me faltes el respeto.

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