El sol estaba en su mejor punto, la brisa fresca de la tarde le trajo un poco de alivio con el calor que está haciendo.
Un joven de no más de seis años brincaba sobre unas rocas en un río, quiere llevarle a su padre algunos langostinos para cenar. Anoche su padre no la paso muy bien pues tuvo una decaída, está enfermo de sus vías respiratorias y el polen solo lo empeora.
Pero no pasa nada, Akaza ha cuidado de su padre y se ha hecho responsable de todas las tareas desde que tiene memoria. La única herencia que les dejó su madre es una finca un poco maltratada por el tiempo, y aunque no sea la más hermosa los dos disfrutan de su tiempo ahí.
En secreto, Akaza comenzó a hacer pequeños mandados a la gente del pueblo. Su padre no quiere que trabaje soló porque se la están pasando un poco mal, sin embargo, para Akaza es un honor querer ayudar a su familia de todas las formas posibles.
- Te tengo. - un pequeño langostino nada debajo de unas piedras al percatarse del niño pelirosa. Akaza mueve las pesadas rocas cuando de pronto una sombra se proyecta sobre su cabeza.
Levanta la mirada y por un segundo se olvida del langostino, un niño de ojos raros lo está observando desde arriba.
Son como un par de flamas que lo miran con curiosidad.
- ¿Qué estás haciendo? - pregunta un niño rubio de puntas rojas. - ¿También estás atrapando langostinos?
Akaza no responde enseguida.
- No hablo con extraños. - su padre le había dicho que no confiara en nadie que no conoce. - Y sí, estoy atrapando langostinos. - pero le gusta hablar, especialmente si es otro chico de su edad. - Soy Akaza.
- Yo Kyojuro Rengoku. - dice el niño orgulloso. - Mi papá fue por otra cubeta, la que teníamos se llenó. - El pequeño mira a Akaza como si estuviera buscando un objeto. - ¿Y tu cubeta?
- No tengo. - dice siendo honesto.
- Oh. - el niño llamado Kyojuro lo ve de pies a cabeza una vez más. - ¿Cómo los almacenas?
- Uso mi camisa. - Akaza muestra una camisa maltratada. - Así no se escaparán.
- Pero te quedarás sin camisa.
- No me importa. - es el turno de Akaza en observarlo. - ¿Por qué no los almacenas con tu camisa? te ahorrarías mucho dinero.
- ¿"Ahorrar"? - pregunta el niño confundido. - ¿Ahorrar qué?
- ¿No sabes que es ahorrar? - Kyojuro niega con la cabeza. - ¿Sabes lo qué es el dinero?
- Sí, mi papá lo menciona a veces y lo intercambia por cosas como dulces. - parece recordar algo y busca en su bolsillo. - ¿Quieres uno?
Akaza mira el pequeño y extraño objeto rosado en la palpa del otro niño, es redondo y brillante.
- ¿Qué es eso? - señala el caramelo.
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Destino
FanfictionAkaza es un cazador de demonios y durante un tiempo permaneció en el extranjero. Meses después regresa a Japón luego de que recibiera el mensaje de la última pelea de Kyojuro con una luna superior. Para su alivio Kyojuro sigue vivo y con solo unas c...