Cap. 2 - El cuchillo corta la hebra

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-¿Akaza?

Rengoku comienza a preocuparse al no tener ninguna reacción, Akaza respira normal, suave y pausado. Iba a decir algo, sin embargo, se detuvo al verlo parpadear varias veces para luego mirarlo completamente enojado.

-¿Es una broma verdad? - dijo realmente molesto. - Porque no es nada gracioso.

"Juro que si se trata de una estúpida broma lo menos que puede esperar es una patada en el trasero."

-No estoy bromeando.

-Corta el rollo, no es gracioso. 

-No te estoy haciendo pasar por un mal rato a propósito. 

La situación se torció muy rápido, Akaza sale de la habitación pisando fuerte hasta llegar a la sala con Kyojuro siguiéndole. La puerta se abre asustando a los dos presentes, Akaza mira al omega sin una pizca de empatía.

-Muéstrame tu cuello. - ordena con una voz dura y cortante. 

El omega no se mueve, Senjuro mira asustado como la situación se está desarrollando.

-Akaza-san, Tanjiro-kun es un omega pedirle que muestre su cuello es-

-Por favor, no te metas Senjuro. -lo interrumpe. Está siendo muy paciente con el muchacho, sin embargo, el omega no acata la orden y eso lo irrita demasiado.

Tanjiro se asusta por la proximidad del alfa quien no tardo en tomarlo del cuello de su uniforme obligándolo a mostrar su parte más vulnerable. Siente un escalofrío cuando el alfa pelirosa lo olfatea.

Akaza respira la feromona del omega mezclada con la de otro alfa.

Y no uno cualquiera.

SU alfa.

Kyojuro.

El mayor de los Rengoku regresa a casa luego de estar todo el día afuera. A penas atraviesa la puerta de su propiedad cuando una de las paredes de la casa es destruida desde adentro de la misma.

Dos alfas furiosos peleando como perros y gatos en su jardín. Uno de ellos es su hijo mayor, Kyojuro.

Akaza lucha bajo el cuerpo de Kyojuro, mostrándole sus caninos. Gruñe como una pequeña bestia rabiosa mientras lanza puñetazos y patadas. Kyojuro no es diferente, ataca con su puño el cuerpo de Akaza aprovechando su posición. Ambos ruedan por el suelo, rompiendo todo a su paso haciendo del jardín un completo desastre.

Llegan al estanque de peces Koi y ruedan hasta caer dentro asustando a los peces que estaban muy cerca de la superficie, la pelea continúa empapándolos a ambos.

Sus fuerzas chocan, es una escena imposible de describir porque no se sabe con claridad si Akaza estaba ahogando a Kyojuro o ambos están nadando hasta el fondo del estanque.

Mira a su hijo Senjuro y el otro cazador de demonios completamente aterrados por la pelea de los dos alfas.

Con toda la tranquilidad del mundo, el ex Hashira camina directamente hacia la pelea sin una pisca de miedo. En un rápido movimiento agarra el cuello del uniforme de Kyojuro y lo saca del agua. 

Akaza busca a Kyojuro luego de que lo alejaran del alcance de sus puños. Asoma su figura empepada, la ropa se pega a su cuerpo que puede verse la tensión de sus músculos bajo la tela. Los ojos dorados sueltan chispas y como un animal salvaje salta del estanque. 

El padre de ambos Rengoku atrapa a Akaza en el aire en un intento de alcanzar a Kyojuro.

Los hermosos ojos de Akaza se oscurecen al ver a Kyojuro en el suelo limpiando la sangre de su labio partido, herida que él hizo.

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