05: azul claro

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Recordaba el primer día como si recién hubiera sucedido. Su madre había viajado a Seúl únicamente por esta chamana especializada en quiromancia. Taehyung se había pegado, emocionado cada vez que dejaba su provincia, curioso por lo que ofrecía la capital.

Estar dentro de aquella tienda que aseguraban como "mágica" solo lo había entretenido los primeros diez minutos. La había recorrido entera, repasando en los amuletos, los cristales, las velas, telas de estampados extraños, las estatuas de Buda y las distintas esencias y jabones.

Luego se había aburrido hasta morir. Su madre escuchaba atentamente a la anciana que sostenía su mano, y Taehyung en verdad pensó que la tortura no acabaría.

Eso hasta que de la puerta del local pasaron un hombre y un niño. El hombre, pasados sus treinta, contaba algo con entusiasmo, sus ojos de un solo párpado dejando pasar como luna menguante sus pupilas. El niño, con la misma característica y el cabello oscuro de su madre, reía con lo que decía. Debía tener más o menos 8 años, igual que Taehyung.

Su madre decía en el presente que la conexión con Jimin había sido inmediata, pero no era del todo cierto; primero había dado con su padre.

El hombre se había detenido al notar la presencia de Taehyung, sentado en el suelo. Se le quedó mirando unos segundos, hasta que había decidido en acercarse.

—Hola, ¿cómo estás?

Taehyung hizo una reverencia sentado. El niño, Jimin, lo miraba fijo.

—¿Estás esperando a tu mamá?

Taehyung había asentido a su pregunta. El hombre parpadeó lento, reparando en su rostro entero.

—¿Hay un color que te guste mucho?

Taehyung estaba extrañándose por la inquietud del adulto, su madre criándolo a la defensiva ante los extraños, pero se relajó cuando vio que su mamá se acercaba y el niño soltaba al hombre para ir a abrazar a la anciana, que caminaba con ella. La llamó abuela.

Entonces pensó que no debería angustiarse y responder.

—El azul.

—Oh, ya veo. Es el color que te rodea, ¿lo sabías?

—¿Eh?

—Todas las personas van acompañadas de un color. Se llama aura. La tuya es azul.

—¿Azul oscura o clara?

El hombre le ofreció una sonrisa cálida.

—La veo clara. ¿Cuál te gusta más?

Taehyung sonrió con él, también le gustaba clara.

—¿Cómo puedo ver su color, ahjussi?

—Taehyung-ah —llamó su madre, poniendo su palma en su coronilla castaña.

Los adultos se presentaron, la abuela del niño saludando a Taehyung. El castaño hizo su pregunta las veces suficientes para que volvieran a prestarle atención.

—Mi hijo puede explicarte. ¿Jimin-ah? ¿Puedes explicarle a Taehyung cómo se puede ver el aura?

El niño en cuestión había sido un poco tímido, pero en cuanto ambos comenzaron a conversar, fluir fue sencillo. Taehyung era mayor por un año. Jimin era cachetón y tierno.

Estuvieron la próxima hora mirando fijo sus dedos, Jimin indicándole los pasos a Taehyung para intentar dar con su propia aura. Debía abrir bien sus ojos y quedarse mirando fijo sus dedos hasta que su mirada desenfocara sola. Entonces allí percibiría el dichoso color.

Taehyung no sabía si se lo había imaginado cuando vio un brillo celeste alrededor de sus dedos, pero no iba a quejarse. Jimin lo invitó a jugar, y no se negó.

Lo que no recordaba, imposible desde su perspectiva ese día, era que la abuela de Jimin se le había quedado mirando fijo repetidas veces.

—Ah, es un alborotador —había susurrado—. Por fin llegó a tiempo. Él está en sus diez ahora.

Taehyung recordaba todo lo que le incumbía. Por eso, finalizada esa semana de trabajo, despertando el viernes en el que iría forzosamente a una excursión suspiró con los ojos entreabiertos, irritado.

Esa maldita apuesta de sus padres. ¿Cuánto apostaba él, de manera realista, que cuando llegara a ese maldito monte nada sucedería?

Se levantó para arreglarse. 



🌸🎑🌸

Maaaraaaatóooon wuuuuu. Estaré actualizando cada día hasta que me quede sin capítulos o sin musas; veremos qué pasa primero. 

Muchas gracias por leer esta historia. Si quizá se confundieron con el color de pelo de Taehyung, es gris, no rojo; primero iba a ser rojo pero la trama decidió algo diferente así que jdjfjf, por eso por ahí me equivoqué escribiendo, pero ya lo corregí. Seré más cuidadosa para no confundirles. 

Ojalá entre todo les esté gustando. 

Por si no se los dijeron o necesitan reafirmarse: todo estará bien. El cerebro se regula solita cuando los ataques de pánico llegan a la cúspide. El corazón se calma cuando respiran más lento. El sol también se siente calentito en vez de sofocante. Todo estará bien. 

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Amor siempre, 

ya saben jdjfj

Lili <3

Los hijos de la camelia «KookTae» ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora