6. Compañía

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Nunca había experimentado el hecho de ser herido de bala, pero imaginé que debía ser bastante similar a la sensación que se expandió por mi cuerpo en cuanto vi a esa mujer sentada junto a Hoseok.
Sentí agujeros creándose en mi pecho y como si estuviera desangrándome sin control. El mundo parecía tambalearse y yo sentía que estaba a punto de morir.

—¿Yoongi? ¿Yoongi estás bien?

Apenas pude distinguir la voz de Hoseok hablarme pero mis ojos continuaban fijos en la rubia que parecía sorprendida por verme, pero su reacción no era nada comparado a la conmoción que yo tenía.

—Yo...yo no podré estar...estar en esta reunión—me las arreglé para balbucear. —Disculpa.

Sin dar tiempo a preguntas o explicaciones, salí apresurado del restaurante mientras sentía que me ahogaba en medio de todo lo que mi cuerpo estaba sintiendo en ese momento.

Me detuve en un callejón y me dejé caer al suelo cuando sentí que ya no podía más. No podía respirar y las lágrimas salían de mis ojos sin poder evitarlo.
Empecé a temblar y sentía que el mundo empezaba a caer sobre mí.

—¡Hey! ¡¿Qué te ocurre?!

Apenas divisé una silueta que se detuvo frente a mí y su voz sonaba distorsionada.
No tenía idea de quién era ni de lo que dijo después, pero sentí como me ayudó a levantarme y a caminar hacia algún lado.
Después de eso no sé qué sucedió.

Para cuando desperté, o reaccioné y volví a ser consciente de mi realidad, estaba en una camilla de hospital con oxígeno que me estaba permitiendo respirar.
Me enderecé abruptamente y lo primero que vi fue a una chica sentada a mi lado que se puso de pie al mismo tiempo que yo me enderecé en la camilla.

—Oh Dios, que bueno que despertaste. ¿Estás bien?

Ella lucía realmente preocupada y no pude evitar desconcertarme un poco.

—Sí—murmuré confundido. —¿Dónde estoy? ¿Qué sucedió?

—Uhm, no lo tengo muy claro—sonrió nerviosa acomodándose sus anteojos. —En la calle Yeouido tú parece que sufriste un ataque de pánico. Me asusté cuando te vi y te traje al hospital.

Suspiré y volví a recostarme sintiéndome estúpido.
¿Cómo podía haber llegado a eso por causa de Sooyoung?
Me quité el oxígeno de la nariz y ella abrió la boca para decirme algo pero la interrumpí.

—Lamento mucho esta situación, señorita. Le agradezco que me haya ayudado.

—No te preocupes—me sonrió. —¿Quieres que le avise a alguien? ¿Tu familia o–

—No, todo está bien. Creo que fue algo momentáneo, ya estoy bien.

—El médico dijo que cuando despertaras podrías irte pero es mejor que realizaras algún chequeo para evaluar que estés bien.

—Sí, claro. Gracias.

—Parece que estás mejor así que podría irme ya, pero me gustaría asegurarme que no tendrás algún problema. Puedo ayudarte a llegar a tu casa si lo necesitas.

—No, no hay necesidad. Estoy bien.

—Uh, entonces solo esperaré a que salgas. Me quedaré inquieta si te dejo acá.

Me abrumaba la atención de la desconocida, pero no quería ser grosero tras que ella me hubiera ayudado así que accedí a pesar de que no quería.
Me realizaron una última revisión para asegurarse de que estaba realmente bien y me dejaron unos tranquilizantes por sí los necesitaba.
Seguía aún pensando en Sooyoung pero mis nervios y el repentino terror que había sentido al verla habían disminuido.

Salí del hospital seguido de la chica que me observaba con demasiada atención.
Carraspeé en cuanto estuvimos en la calle.

—Gracias de nuevo.

—Soy Shin Hira. No fue nada—me sonrió.

—Min Yoongi—dije por cortesía ya que ella se había presentado. —Gracias.

—Descuida. ¿Vas a tu casa? Puedo pedirte un taxi, me inquieta que te vayas solo tras lo que sucedió.

—No, no, tengo que ir a trabajar. No se preocupe, está cerca.

—¿Ah sí? ¿Dónde trabajas?—cuestionó curiosa.

Suspiré.
Esa chica nunca se cansaba de hablar y me irritaba.

—En Big Music.

Sus ojos caramelo se abrieron con sorpresa.

—¿Big Music? Debes estar bromeando, yo también trabajo allí.

No podía ser posible. Yo esperaba que la que estuviera bromeando fuera ella.

—Ah, no tenía idea—murmuré.

—¿En qué área estás? ¿Por qué jamás te había visto?

—Soy productor. Recién entré.

—Oh, debe ser por eso. Yo estoy en el montaje de los eventos—rió. —Entonces...ya que vamos al mismo lugar...¿vamos juntos?

Quería negarme, pero no sabía como.

—Yo... realmente...

—Anda, quiero asegurarme de que estarás bien—volvió a sonreírme y no supe que decirle.

—Bien.

Su sonrisa se amplió más y empezó a caminar junto a mí.
Suspiré y me dije que debía soportarlo, al final de todo Shin Hira me había salvado de ese horrible momento en el que creí morir.
Ella era parlanchina pero lo agradecí porque su voz no daba espacio para pensar demasiado en Sooyoung y la terrible manera que había venido a alterar nuevamente mi vida casi diez años después de dejarme.



memories of a broken heart; mygDonde viven las historias. Descúbrelo ahora