9. El infierno, otra vez

6 2 0
                                    

—...y entonces mi compañera había enviado toda la planificación pero la empresa continuaba diciendo que no...

La voz escandalosa de Hira continuaba escuchándose.
Ella seguía hablando sin parar y yo fingía escucharla, porque ya me había mareado con tantas palabras.
Al menos con su ruido me hacía no poder concentrarme en los pensamientos rondando en mi cabeza.
Mis ojos se desviaron a mi celular, el cual estaba sobre la mesa, cuando lo vi iluminarse con un mensaje.
Sentí mi corazón detenerse por un segundo cuando el nombre Park Jimin se leía.
Él había respondido mi mensaje, al fin.

—¿Todo bien, Yoongi?

—¿Hmm?—volteé a verla.

—Te pusiste pálido, más de lo que ya eres—rió. —¿Pasa algo?

—No, nada. Sigue comiendo.

Me inquietaba la respuesta a ese mensaje, mas luego de que habían pasado varios días sin haber contestado tras leer.

¿Qué quieres, Yoongi?

Esa simple respuesta me decía que, como esperaba, no era tan grato para él volver a saber de mí.
Decidí no responder aún; no tenia ni idea de que decirle.

Tras que Hira acabara de comer su pastel en compensación por su ayuda, volvimos a la empresa.
Me apresuré a enviar lo que había prometido sobre las canciones y salí lo más rápido que pude de Big Music para evitar que Kim Sooyoung pudiese hablar conmigo.

Llegue a casa y lo primero que hice fue tirarme a la cama.
Tenía un terrible dolor de cabeza, pero a la vez una gran cantidad de pensamientos realmente buenos para escribir una canción.
La imagen de Kim Sooyoung seguía presente en mi cabeza y continuaba odiando que toda la fuente de mi inspiración viniera de ella.

¿Por qué, además, huía de ella como si fuera yo el culpable? Es decir, ella me había dejado sin decir absolutamente nada, era ella quien debiera sentirse avergonzada o arrepentida, pero no; lucía tan tranquila cuando estábamos en la misma habitación mientras yo sentía morirme con mi corazón  latiendo acelerado y mi respiración apenas funcionando.
No podía continuar así, no podía dejar que ella me afectara de esa manera, pero lo estaba haciendo hasta un nivel que me estaba preocupando.

Volví a tomar mi teléfono y observé el mensaje de Jimin. ¿Qué debía responder? Había sido una decisión idiota escribirle considerando la manera en que nuestra relación había terminado.

Mi vida se estaba volviendo un infierno y de nuevo por culpa de esa mujer.







memories of a broken heart; mygDonde viven las historias. Descúbrelo ahora