Mil Y Un Pecas || Blairon

Capítulo nueve: Chicas.

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Por si sola, no es ni será capaz de mucho. Es lo que sabe Blaise y la mayoría de la gente la cual ha estado por lo menos veinte minutos con Pansy Parkinson. Es una mente maestra, una manipuladora profesional y al final de cuentas, una serpiente. Pero si no existe la oportunidad de arrastrarse y atacar, no lo hará aunque lo quiera con su alma. Las situaciones lo son todo para sus planes y si no logra encontrar la indicada, no hay absolutamente nada.

Y ahora mismo, es lo que tiene. Nada. Por que no hay momentos en los cuales pueda escurrirse como agua en manos y pasar a estar al lado de Draco o si quiera de su grupo.

Ni en sus pesadillas mas retorcidas se hubiera imaginado que los dos grupos más conocidos de Hogwarts dejarán años de enemistad atrás por solo dos chicos y una simple coincidencia en el lago negro. La única cosa que compartían ahora era dejar a las chicas fuera del plan. Y eso no le convenía en lo más mínimo.

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Era algo que sinceramente le daba curiosidad, teniendo en cuenta el como de cercanos eran Potter y Weasley a Granger. Son de esas preguntas que se mantienen girando en su cabeza pero no se atreve a preguntar por que recién ha pisado el terreno "ya es más o menos seguro" en cuanto pasar tiempo con el par.

Blaise le sigue sujetando la espalda para que camine a su lado y no detrás de ellos, pero siempre logra desviar la atención de él hacia alguien más presente y poder caminar detrás de ellos con cautela. Si hace años hubiera caminado detrás de alguien, hubiera sido el funeral de su vida social como "líder", pero eso dejo de importar desde quinto año.

Blaise trata de buscarlo con su brazo libre, y se obliga a apurar el paso para evitar esa mirada que es muy probable que le de. Sujeta los libros en su pecho y camina, visualizando el castillo y perdiéndose con el sonido de la voz de Potter a su lado.

-¿Todo bien?-le pregunta, pero no sabe de quien es la voz.

-No.-responde. Ni si quiera intenta de mentir.

Todos paran en seco y Blaise se apresura a posarse a su lado y sujetarle los hombros. Draco le da una señal que le hace entender que no es necesario.

-Sólo estoy cansado, es todo.-dice, pero no es suficiente para convencerlos a los tres.

Potter le toma de los hombros y lo guía fuera del castillo, a una de las bancas viejas que de milagro todavía tienen. Weasley y Blaise no hacen ningún sonido.

-¿Qué sucede?-le pregunta, con el brillo de las gafas golpeándole en la cara.

-Sólo estoy cansado.-le dice. No tiene ganas de pelear y decirle que no se preocupe, solo se adentra en si mismo.

Potter bufa, y Draco no tiene ni idea del por qué. Le murmura algo que no es capaz de entender, pero solo asiente.

-Si sucede algo es mejor que nos lo digas.-se atreve a decir, pero es consiente del peso que cargan sus palabras.-o al menos a Blaise.-corrige.

Draco asiente, girando la cabeza para mirar al moreno. Este ladea la cabeza y el rubio le responde con un asentimiento, de nuevo.

Siente las miradas sobre él y cuando gira la cabeza, tratando se levantarse sin marearse, nota una cabellera corta y negra, moviéndose al lado opuesto del que están.

-Pansy.-murmura para sí, pero Harry no puede evitar escuchar sus palabras.

Sobre ella, van días en los cuales la chica solo aparece como sobra, su figura presente en los lugares a los que va, pero nunca acercándose, casi como un depredador esperando el momento para atacar a su presa. El hecho de que Parkinson se note distante con él no le da la tranquilidad que esperaría haber tenido con Pansy lejos de él. 

Por lo contrario, la curiosidad e incluso algo de miedo le hacen cosquillas en la nuca, cosquillas que se desplazan por todo su cuerpo cuando esta cerca de los chicos Gryffindor. Se imagina que cada vez Pansy planea hacer un movimiento en cuanto separarlos, por que todo mundo sabe que no son exactamente del agrado de ningún Slytherin, mucho menos de alguien como Parkinson.

Y aunque no hace mal en sospechar que algo ocurre en esa mente magnifica e inteligente que posee la pelinegra, se hace creer a si mismo que no es nada más que su ansiedad hablándole, tratando de derrumbarlo por milésima vez.

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El tiempo pasa sobre ella y sobre todos, pero no hay nada nuevo, nada que contar. Acostumbrada al caos, movimiento y sonido que le brindaba ser amiga del niño que vivió, la rutina simple de ir a clases, estudiar y sentarse viéndose bonita al lado de McLaggen como la novia perfecta, le aburría.

Le atormentaba tener que seguir contestando con simples asentimientos de cabeza en vez de poder comunicar su opinión sobre él tema del cual se este hablando y le aborrecía la posición y mascara que McLaggen ponía con sus amigos más cercanos.

Lo único que podía hacer mientras él no estaba siguiéndola como un perrito sin dueño y siendo casi su sirviente, era poder tener paz. Un poco de la pausa de aquellas voces molestas, tontas y sin ningún gramo de educación le brindaba un respiro de todo lo absurdo que ahora vivía la mayoría de horas.

Cada vez que trata de poner un pie en el comedor, con McLaggen a la delantera, solo tiene ganas de girarse y correr de ese lugar. Ni si quiera le importa que se vea maleducada o no coma por el resto del día, pero siente que no puede aguantar más l voces chillonas de los amigos de su novio, siente que con solo sentarse cerca le agobia el perfume horrible de los demás y siente asco en su boca, incapaz de comer.

Ve desde su nuevo puesto a Harry llegar, y con él Ron, pero como si verlos no fuera la suficiente carga, Malfoy y Zabini le siguen.

Solo puede visualizarlos desde lo lejos el como Zabini se deja caer en el hombro de Ron y este le sonríe, el como Harry parece de lo más cómodo hablando con Malfoy cuando puede jurar que hace unos seis meses Harry moria por estrangularlo.

Y se dice a si misma dos cosas mientras su novio la toma de la cintura al verla distante a ellos

La primera, que todo ha cambiado.

La segunda, que puede hacer que cambie más.

Y con girar la cabeza hacía donde el grupo se separa y los Slytherins viajan a su mesa, la respuesta aparece en sus ojos con ojos verdes y cabello negro corto.

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N/A: ¿Preparados para el drama? Pónganle condón que se viene.

De verdad que no me había dado cuenta que ya casi pasa un mes sin actualizar, lo siento de verdad, pero voy a poner la excusa más obvia: los últimos días de escuela.

Ahora que eh salido y con más tiempo libre prometo estar escribiendo al menos un poco más seguido, gracias por seguir al pendiente.

All the love

-Sofi