Bu Tian Gang

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Dong Zhi se tranquilizó y volvió a mirar a la asistente, sólo para descubrir que ya se había marchado, mirando a los demás como si no pasara nada. Alguien sentado en el asiento delantero había pedido una botella de agua y fue a comprobar. Cuando la empleada le entregó la botella, Dong Zhi estuvo a punto de gritar.

Iluminadas por la luz nocturna, unas vagas sombras se reflejaban en la parte superior del vagón. Las sombras proyectadas se movían de forma completamente distinta a las personas que reflejaban. De repente, ¡una apareció lentamente en tres dimensiones mientras se acercaba a la parte superior del asiento de la persona!

La sombra originalmente plana había sobresalido ahora y se había convertido en una considerable niebla negra que penetraba hacia abajo. Estaba a punto de tocar al pasajero sentado en el asiento delantero, pero nadie de los presentes se percató de ello. Horrorizado, sin pensárselo dos veces, Dong Zhi cogió el talismán de luz solar que llevaba en el bolsillo y lo lanzó contra la niebla negra.

En el momento en que el talismán penetró en la niebla negra, una nube de luz estalló, creando un breve destello brillante antes de disiparse. El talismán explotó junto con la niebla negra, ambos se convirtieron en polvo y desaparecieron sin dejar rastro.

De repente, la asistente se volvió para mirar a Dong Zhi. La sonrisa de su rostro desapareció, sustituida por una estremecedora distorsión de ferocidad. Sus ojos estaban llenos de un resentimiento desbordante. Empujó el carro comedor hacia delante mientras una masa de gente se abalanzaba sobre ella.

Antes de que pudiera comprender la situación, le agarraron por los hombros. Al instante, el dolor le atravesó la ropa y la carne, llegando directamente a los huesos. Su visión se volvió borrosa, como si estuviera cubierto por una niebla sangrienta. Alucinó que todo su hombro estaba a punto de ser arrancado, y la extrema agonía le hizo gritar involuntariamente.

"¡¡¡Ahhhhh!!!"

De repente, sus ojos se iluminaron, como fuegos artificiales que estallan en el cielo nocturno, deslumbrantes, mientras las llamas se esparcían como serpentinas, brillantes y preciosas, llenando su vista. Oyó un grito desgarrador que penetró profundamente en sus oídos, lleno de amargura y resentimiento involuntario. La gente de alrededor tembló, queriendo taparse los oídos para bloquear el sonido.

Dong Zhi sintió un repentino alivio en el hombro. Fue incapaz de caer de nuevo en su asiento y jadear para respirar.

El caos no había hecho más que empezar. La oscuridad cubrió la zona al apagarse todas las luces. Aún se oía el ruido del carro comedor rodando, así como los gritos de los pasajeros: "¿Qué está pasando?" o "¿Qué ocurre?"

En ese momento, su hombro se hundió ligeramente, como si alguien se lo estuviera sujetando. Incapaz de recuperarse totalmente del susto, estaba a punto de gritar, inconscientemente, cuando de repente le taparon la boca. Una voz le llegó al oído. "Soy yo".

Era el hombre al que He Yu llamaba su líder. Tal vez fue debido al destino que había conocido a He Yu. Su corazón casi había saltado de su boca, pero fue aparentemente atrapado por esta mano y lentamente puesto de nuevo en su lugar.

Consciente de la relajación de Dong Zhi, el hombre lo soltó.

"Te curaré el hombro", dijo escuetamente.

Inmediatamente, Dong Zhi sintió como si le hubieran metido el hombro herido en una palangana de agua helada, lo que alivió al instante su ardiente dolor. Había perdido la sensibilidad en medio brazo, pero ahora, cuando intentaba mover los dedos, se encontraba mucho mejor que antes.

Intentó dar las gracias al hombre, pero se dio cuenta de que tenía la garganta seca y ronca. Todo el sudor que acababa de derramar parecía haberle deshidratado por completo, y su cuerpo estaba tan blando y débil que no podía estar en pie.