Capítulo 37

214 15 3
                                    

–Adrián ¿qué... qué haces aquí? –me extrañé porque llevábamos sin hablar muchos días y pensé que había entendido que no quería nada con él.

–Quería hablar contigo –explicó.

–Ya, pues no es el mejor momento, de verdad...

–Sé que lo que hice estuvo mal –admitió. –Es que... yo... no es fácil para mí. ¿Puedo pasar y hablamos más tranquilamente? –dio un paso adelante pero negué con la cabeza.

–Es que de verdad que no es un buen momento –entonces me di cuenta de que Ethan estaba detrás de la puerta y me preguntó con la mirada si estaba bien. Asentí ligeramente y él me miró extraño.

–Lo siento por el beso, Abril, pero... –abrí los ojos y miré a Ethan, que me miraba como si no supiera de qué hablaba. Y era cierto. Entre tantas cosas no le había contado eso. En otro momento se lo explicaría, que fue él el que se abalanzó sobre mí y que fue antes de empezar a salir. –No sé qué me pasó. Quería comprobar si...

–Adrián...

–Abril yo te besé porque eres la única chica con la que he hablado más de veinte minutos seguidos. Te besé porque pensé que... quizá contigo...

–No sé qué pensaste pero te equivocaste –respondí al tiempo que vi que Ethan iba a hacer algo. Sabía que me estaba incomodando y no sabía cómo echarle así que se adelantó y abrió la puerta para que Adrián le viera. Me pasó un brazo por el hombro y le tendió la mano.

–Hola, soy el novio de Abril, Ethan –este le respondió al saludo, pero se notaba que estaba nervioso de antes.

–Abril, creo que soy gay –soltó de golpe. Ethan y yo nos sorprendimos.

–No habrás sido uno de los que me ha hablado por teléfono por el perfil de citas, ¿no? ¿Esta es tu venganza, Abril? ¿Precisamente hoy? –le puse cara rara y supo que no. –Ah –hizo un gesto de haberla cagado y sonrió.

–¿Perfil de citas? Pero si acabas de decir que es tu novia –se extrañó este.

–Pues díselo a ella que fue la que lo hizo –me acusó sin soltarme, me quité su brazo del hombro y me acerqué un paso a Adrián.

–A ver, eso se puede explicar en otro momento con más calma.

–Yo venía a pedirte perdón, de nuevo, porque estuvo mal, y yo lo sé, pero quería comprobar si me atraías. Y creo que solo lo hice para confirmar que me gustan los chicos. Lo llevo sabiendo mucho tiempo pero me he negado a verlo porque... la gente hablaría... y no sé qué pensaría mi padre. Soy un abogado, ¿dónde has visto un abogado gay?

–En modern family –solté sin pensar. –Adrián pero no puedes pensar en qué dirá la gente. Es tu vida y tienes que aceptarte como eres. Justo ahora estábamos teniendo esa misma conversación con mi madre sobre mí. Que deben dejarnos hacer lo que queramos con nuestras vidas. Además, tu padre parece un hombre bastante más abierto que los míos.

–Sí, eso es cierto –pero se notaba que aún seguía nervioso.

–¿Quieres pasar? Nos sobra comida por todas partes –Ethan invitó a Adrián sin preocuparse de nada más. Creo que empatizó con él desde el momento en que había dicho lo vulnerable que se sentía con su revelación.

–Os presento a Adrián. Va a comer con nosotros también –entró Ethan hablando alto y claro. Para mi sorpresa, cuando llegué todos los cuchillos seguían intactos, no había sangre, ni nadie gritando.

–¡Adrián! Qué sorpresa –exclamó mi padre. –Ven, siéntate con nosotros, que esto se queda frío.

Así estuvimos un rato, hablando de cosas sin importancia, como si fuéramos de verdad personas normales. Aunque eso habíamos demostrado que no era del todo verdad.

Patio compartidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora