Relamió su labio inferior, limpiando una gota de agua que había caído. Después de hablar con Grayson, lo había invitado a pasar para buscar su billetera y cuando estuvo por marcharse, Yarah, su madre, lo invito a charlar un rato.
Mamá siempre al acecho.
Grayson la miraba tímidamente, Yarah lo intimidaba demasiado.
-¿Por qué no salen un rato? Es viernes por la tarde -Kaya miró sorprendida a su madre, quien estaba con una sonrisa cómplice.
En toda su existencia, jamás, pero j-a-m-á-s, su madre había actuado como lo estaba haciendo ahora. No es que fuese sobre protectora aunque lo pareciera ante los ojos de los demás, solo que era demasiado quisquillosa con respecto a sus amistades. Y le sorprendía que sin más, ella diera pie para que saliera con alguien que acaba de conocer.
-Mamá... -le dirigió una mirada fugaz pidiéndole que se detuviera.
-Anda, te doy permiso pero regresa antes de las ocho.Odiaba que tomaran decisiones por ella. Su madre siempre decía que debía cambiar y dejar de odiar tantas cosas. Ella solo negaba, porque solamente detestaba demasiadas cosas como cualquier otro adolescente hormonal.
Se levantó y camino hacia la puerta junto con Grayson y salieron mientras sus hombros chocaban. Una vez fuera, se despidieron de su madre y caminaron hasta lo que parecía ser su auto.
-¿En serio crees que subiré?, ¿Cuantos años tienes, Grayson?, ¿Quince?
El quiso mantenerse serio, pero fracasó riendo mostrando su dentadura y Kaya quiso reír con el, porque sus carcajadas eran contagiosas.
-Claro que no, mira que soy un fruto maduro de diecisiete años.
-Ugh, entonces te has podrido.El abrió la puerta del copiloto y ella subió agradeciéndole.
-Tal vez no estés tan podrido después de todo.
Bueno al menos lo había intentado.
-¿A dónde quieres ir? -preguntó el levantando una ceja.
Notaba que había cambiado sus pendientes plateados por unos de color negro. Y la verdad que lucían bastante bien. Llevaba una camiseta negra con motas blancas y unos jeans oscuros, no podía mentir. Se veía jodidamente bien.
Escuchó la lejana voz de Grayson y se dio cuenta que se había perdido en sus pensamientos como siempre, como no.
-¿Quieres ir por un café? Hay un Starbucks cerca de aquí, lo vi cuando venia de camino -ella arrugó la nariz-, ¿Qué sucede?
-No me gusta el café, mucho menos el de Starbucks, te cobran un ojo de la cara y el café sabe como la mismísima mierda.
-¿Así que ya la has probado? -se burló Grayson riendo a morir mientras conducía.
-¿El que...? -no es que fuese demasiado inocente, es que a veces solía ser demasiado lenta para las bromitas -Serás idiota-, le golpeo el brazo y el le saco la lengua.
-Entonces dime, Kay. ¿A dónde te llevo?
-No lo sé. Quizá podamos ir a Cassava Roots. Es un lugar muy bonito y venden bebidas, pretzels y ricas cosas.
-Debes decirme por donde llegar, no conozco por aquí.Kaya asintió y durante el resto del trayecto, ambos guardaron silencio mientras All I Want de A Day To Remember los acompañaba. Giraron a la derecha y manejó, doblo dos veces, una a la derecha y otra a la izquierda y se detuvo en la avenida principal, justo en la esquina.
Cassava Roots siempre seria el lugar favorito de Kaya, pero es que era el mejor lugar del mundo en cuanto a bebidas para ella. Había una infinidad de ellas y la mayoría eran deliciosas como un elixir.
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Midnight City » Grayson Dolan.
Fanfiction«Incluso a medianoche, no puedo dejar de pensar en ti... » «Te quiero, te amo... Aún así, ¿Qué importa? Mi amor no es correspondido de la misma manera.» Más allá de la medianoche.