Yarah creció sin su madre, ella estaba ahí, pero era como si fuese todo lo contrario. Su madre jamás se preocupo por ella ni por sus hermanos, quienes tuvieron que crecer rápidamente y lo peor, solos. Su madre era alcohólica, Yarah le contó a Kaya que cuando su padre los abandono, ella cayó en el vicio, y no hubo poder humano que la hiciera recapacitar. Así que Yarah, siendo la menor, junto con su hermano mayor tuvieron que crecer a sus otros dos hermanos. Pero ellos eligieron caminos equivocados.
Así que ese era el mayor temor de Yarah. Confiaba en su hija, pero no confiaba en la demás gente, así que debía hacerla una mujer fuerte, una mujer llena de valores para afrontar todas las pruebas y tentaciones que la vida le tenía preparado. Era por eso que era tan estricta, prefería parecer una mala madre, poco comprensiva e injusta, que ser igual a su progenitora.
Kaya se lo agradecería en el futuro, siempre decía.
Así que estaba agradecida por tener una madre como Yarah, fuerte e independiente. Que jamás dejo que su propia madre le arruinase la vida, y que a pesar de todas las dificultades que se le presentaron, esta lucho contra la adversidad y decidió un mejor futuro.
Salió de sus pensamientos y resopló una vez ya dentro de su habitación, recordando la llamada que había recibido minutos atrás.
¿Ethan?, ¿Pero cómo había obtenido su numero ese cabrón? Comenzó a pensar y maquinar historias fantásticas en su cabeza, pero ninguna parecía lo suficientemente real para ella.
A menos que... Entonces recordó cuando uno de ellos, el de camiseta azul le devolvió el móvil. No verifico que fuese el suyo, tal vez le había dado el equivocado, ¿Tan tonto había resultado ser? Aunque en este caso, ella también era culpable.
Ahora como diablos iba a hablar con el, su madre no quería escuchar nada sobre ese móvil y no había poder humano capaz de hacerle entender si no quería escuchar. Si ella trataba de hacerlo una vez más, no importaría que fuese el movil equivocado, ella cumpliría con su castigo. O tal vez no, podría entender, como cualquier madre normal y la dejaría llamar al desconocido, pero estaba demasiado enojada porque Kaya había perdido su práctica de esgrima. Rodó los ojos, hablaría con ella al día siguiente, pero mientras tanto, tenía que hacer algo, avisarle al chico que tenía su móvil.
Se tiró sobre la cama, frustrada. Debía idear un plan, tal vez podría robarle el móvil por unos minutos a su madre y copiar el número de Ethan, para llamar. Pero era como una cruzada en corazón valiente, seria como Mel Gibson, lo único que faltaría seria su rostro pintado de blanco y azul. Debía pensar en una opción, rápido...
Tomo la almohada y hundió su cabeza en ella mientras gruñía fuertemente. Su madre no era estúpida, guardaba los móviles bajo llave, sin embargo una de las cosas que su madre desconocía sobre ella era precisamente su salvación: podía abrir cualquier lugar con sus ganzúas.
Tendría que esperar hasta media noche para actuar, así que tomó su laptop y tecleó... Ethan.
Se dio una fuerte palmada, sin apellido no podía hacer mucho. Así qué prefirió hacer una video llamada con su mejor amigo por Skype.-Hola Maxxxxxxxxie -saludo amigablemente.
-Kay -sonrío hacia la cámara, levantando una ceja-, ¿Cómo ha estado todo por ahí? ¿Algo interesante que contar?
-Joder, que si no... Hoy he hecho algo estúpido, opinarías...Max negó, notablemente preocupado.
-Perseguí a un ladrón, devolví una cartera y ahora estoy en un problema.
-¿Qué hiciste que?... -la mirada furibunda de Max en aquel momento resultó mortal para Kaya-. ¿Después de lo que sucedió en Brasil?
-Ese no es el problema.
-Oh no -musitó-, ahora si lo es. Es un problema conmigo. No puedo creer que hayas sido tan irresponsable.
-Oh vamos hombre, no seas tan dramático.
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Midnight City » Grayson Dolan.
Fanfic«Incluso a medianoche, no puedo dejar de pensar en ti... » «Te quiero, te amo... Aún así, ¿Qué importa? Mi amor no es correspondido de la misma manera.» Más allá de la medianoche.