14 | Terapia

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Le observo con los ojos como platos desinfectar a conciencia un trozo de suelo, en donde deposita el papel antes de colocar un trozo grande del mismo a modo de mantel sobre una de las sillas. Deja encima el recipiente.

—¿Te atreverías a tocar algo de esta habitación sabiendo que tienes la posibilidad de lavarte aquí si te da mucha ansiedad? —pregunta, y añade—: Sirve cualquier cosa.

La premisa me suena. Se parece a la que la psicóloga me decía cuando empecé las sesiones. Es la técnica de la exposición con prevención de respuesta.

—Qué... —titubeo. Solo espero que no hable en serio. Los gérmenes pululan a su anchas por todo el edificio—. Dices...

—Puedes hacerlo —insiste—. Tienes agua y jabón a tu disposición.

—Espera, ¿me vas a hacer terapia? —Arqueo una ceja, incrédulo.

Asiente. No puede ser. Ay, ay, ay.

—¿Aquí?

Vuelve a asentir.

Madre mía. Necesito que me trague la tierra o, mejor aún, que Yoon Gi regrese y me asedie a preguntas inquisidoras sobre lo que se me da bien hacer. Tengo un montón de cosas que contarle, entre ellas, lo del asunto de las sombras, y así me libraría de esta situación.

—No puedes seguir sin poder sentarte. —Tae lee mi inseguridad como si mi mente fuera un libro abierto—. Además, cuando encuentres a Jimin, querrás darle un abrazo, ¿verdad?

Ya.

—Vamos —me anima—. Toca algo.

—Ah, no, no, no.

La verdad, no lo veo. Ni pensando en Jimin lo veo. A fin de cuentas, a él tampoco podía rozarle.

—Inténtalo.

—He dicho que no.

—¿Ni siquiera la punta de la sábana? —Niego con la cabeza. Ni loco toco yo esos hongos—. ¿Qué te parece el respaldo de la silla? —Vuelvo a negar—. ¿Un pequeño golpe a la pared?

—No me apetece entrar en crisis.

—En MoonNight me había parecido entender que te arrepentías de haber dejado la terapia.

La apreciación me escuece y al mismo tiempo me deja sin argumentos. Mira que es listo. Sabe muy bien dónde dar para movilizar. Suspiro y toco el borde de la palangana. Un borde que me aseguro de que esté mojado y con pompas de jabón.

—Ya está —concluyo—. Mira, estoy tocando algo.

—Jung Kook, no hagas trampas, ¿quieres? —Tae frunce el ceño—. Sabes tan bien como yo que esa superficie no se considera exposición.

Esbozo mi cara más inocente. Me devuelve un gesto apremiante. Uf; vale. Aunque me esté molestando, entiendo que pretende ayudarme. No se me olvida que su madre se suicidó debido a una obsesión. Puede que le preocupe que me pase lo mismo si no descanso.

—De acuerdo. —Aguanto la respiración y, con un arranque que no sé ni de dónde me sale, apoyo la mano en la pared—. Ahora sí.

El frío de la cal se me mete bajo la piel al igual que lo hacen las bacterias. Miles y miles de bacterias. Gérmenes que corren por mi cuerpo para atacarlo. Para matarme. Para...

STOP. Intento respirar con calma. STOP. No pasa nada. Es un pensamiento irracional. STOP. ¿Cómo que no? ¡Claro que pasa! ¡Me voy a morir de una infección en pleno Apocalipsis!

—Aguanta un poco, que vas muy bien. —El tono de Tae se mantiene sereno—. ¿Has hecho alguna vez relajación?

Muchas pero, ¿cómo se supone que voy a relajarme si el cerebro me está bombardeando?

APOCALYPSE 《TaeKook》 [#PGP2024]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora