Capituló 2

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Coraline

Me despierto a la mañana siguiente por el sonido de llamada del teléfono, agradecí que solo fuera un colchón mi cama ya que no caí al vacío cuando busque el aparato, me apresuro a tomar la llamada.

- Buenos días - me apresuro a decir mientras pasó una mano por mi rostro cansado de la noche anterior.

- Hablamos con la señorita Sánchez - dice y afirmo con un sonoro si - es para informarle que puede comenzar a trabajar como mayordomo de nuestro hotel y debe estar aquí hoy a las 3 para firmar el contrato - agregan y salto de la felicidad ya que por primera vez estoy viendo algo de luz en esta vida.

- Estaré ahí a esa hora - gritó con una gran sonrisa en mi cara antes de colgar.

Salto por mi lugar más que feliz por lo sucedido y mientras bailaba unos grandes ojos verdes pasan por mi mente y hace que me estremezca, ya que el estaba en ese hotel, debe ser un huésped, me gustaría volver a verlo, de solo recordar su altura y sus hombros amplios algo hormiguea dentro de mi, ese hombre era el hombre más sexy que pude haber visto en mi vida, parecía un actor famoso.

Me apresuro a llamar a la cafetería para hablar sobre mi renuncia repentina, pero la dueña fue muy amable al desearme suerte y me dijo que sólo pasara a buscar el dinero de mi liquidación, me apresuro a tomar un baño para colocarme un pantalón negro con una camisa blanca y mis tenis negros a juego, busco mi mochila para entrar algunas cosas y salgo hasta mi antiguo lugar de trabajo, hablo con mi jefa y ella me entrega el dinero de mi renuncia y me desea solo lo mejor en mi nuevo trabajo.

Busco una tienda de segunda mano y me paso parte de la mañana buscando algo de ropa que pueda usar, me compro unos zapatos negros junto a un conjunto de ropa negra que servirá mientras tanto; compro algo de comida para regresa a mi habitación y tratar de arreglarme lo mejor que podía, le pedi ayuda a la dueña de la posada para que mi rostro se viera hermoso, ella con gusto acepto y me trasformó en otra persona, ya parecía alguien más, alguien más viva y sin esas ojeras características.

Al final llegue a tiempo a mi reunión y cuando vi los beneficios que me daban solo por trabajar aquí acepté de una vez y solo por la hora me pagarían 100 euros ya que serviré solo a los vip; deberé limpiar sus habitaciones, encargarme de su comida y su ropa, una de las cláusulas es que nunca debo preguntar a quien sirvo y nunca decirle a nadie donde trabajo, todo lo que vea o escuche no podrá salir de mis labios o deberé pagar el triple de lo que gano al año, no tuve problemas con aceptar esas condiciones ya no me quedan amigos con los cuales hablar y con el tiempo aprendí a ser mas callada, el contrato especificaba que solo tendría un día libre y que la mayor parte del tiempo debía quedarme en el hotel, así que tendría que mudarme aquí, lo cual encontré conveniente y por primera vez en años dormiría en un lugar agradable.

Sonreí para mi ya que no viviría en esa posada nunca mas, ahorraría y pagaría las cuentas de mi madre para reunir lo suficiente y comprar un departamento para las dos, ese es el futuro que quiero para nosotras y puede ser que con el tiempo trate de ver que me depara el futuro en cuanto al amor.

Tres meses después.

Sonrió mientras sirvo una taza de café al señor Rafael, para ser mi séptimo huésped, el está conforme con mi manera de manejar toda su agenda y lo que desea, siempre tengo las cosas que le gustan antes de que la requiera y siempre me felicita por mi trabajo, me va bien en el trabajo, a las semanas ya sabía lo que debía hacer para mantener a los huéspedes felices, ya las cuentas de mi madre va al día y sigue su tratamiento al pie de la letra, contrate a alguien para que la cuidara mientras trabajo y ya está mejor y puede dar pequeños paseos, volvió a salir sola y está disfrutando del dinero que le envío para sus gastos personales, sus ocurrencias me mantiene feliz.

Atada por Amor (pausa temporal)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora