Capitulo 14

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Coraline

Ya me encuentro mejor y aunque mi madre se tomo muy bien la noticia solo deseaba que alguien se molestara, soy demasiado joven para cargar con un bebé, pero aquí estoy tratando de que nazca en este lugar lleno de peligro, debo confesar que había decidido abortarlo pero cuando escuché su corazón todo cambio, sentí que podría darle algo bueno a otra persona, sentí que podría amar algo que si es mío.

Creo que este es el tiempo que todavía no creo la noticia sobre mi embarazo, pocas personas lo saben y no quiero que su familia nos moleste por tener a este bebé, solo quisiera que naciera en un lugar tranquilo. Mi madre hace días que me entrego la carta que me dejo mi verdadera madre y no tengo la fuerza para leerla, no deseo que mi vida se vuelva más complicada.

Perceval se ha vuelto muy sobre protector con nosotros y disfruto de esta atención que me brinda, aunque se que lo hace por mi perdón, estuvo mal lo que hizo y se que se arrepiente ya que me encargo de recordárselo, me despierto con un gran antojo de fresas, veo como duerme y no dudo en abofetearlo para que despierte, lo oigo gruñir pero se levanta para mirarme.

- Buenos días - me muestra una hermosa sonrisa y aunque quiero seguir molesta, creo que el susto que tuvimos fue suficiente para que lo perdone.

- Tú bebé quiere fresas y chocolate, también papas fritas y algo de yogur de piña - exclamo y se mueve de manera rápida - corre - le señaló la puerta y así lo hace.

Todavía no me han dado náuseas, pero estoy disfrutando de mis repentinos antojos ya que Percy los cumple todos, regresa con un bol lleno de unas jugosas fresas y con todo lo que había pedido, las cuales me apresuro a comer, mi vista recorre su cuerpo y aunque quise negarme, deseo que vuelva a tocarme como solo el sabe hacerlo, necesito de su suave toque; lo veo ir al baño y por un momento quise seguirlo pero soy una cobarde así que no lo hice, en cambio planeé esperarlo desnuda esta noche, antes de que mi vientre me quite la poca belleza que poseo.

Perceval

Termino de descuartizar a una rata que había robado algo de la droga que se estaba enviando a los países bajos, me di cuenta de que algo iba mal cuando sucedió más de una vez. Tomo de mi copa de vino mientras pinto su rostro lleno de terror mientras lo cortaba vivo, sigo en lo mío mientras el cuerpo a mi lado admira su propio reflejo, rio demasiado fuerte ya que tenía meses sin experimentar esta sensación de poder y estasis que me da matar personas, ver cómo suplican por que los deje vivir casi me crea una ereccion, disfruto de su dolor.

Alguien toca mi hombro y me giro con un cuchillo en mano, rio cuando veo el rostro pálido de mi exnovia, a la cual conozco desde que éramos niños, crecimos juntos como buenos amigos y con el tiempo creo que fue normal que tuviéramos una relación, creo que fui el primero en caer en eso del amor, todos esperaban que me casara con ella, pero solo un día despertó y ya no quiso seguir a mi lado así que recogió sus cosas y se fue, sin decirme alguna palabra, me rompió el corazón, soy humano y ella me recordó que si lo soy.

Sus grandes ojos me transportan a un tiempo en el cual daría todo por hacerla feliz, quería ser mejor solo por ella, la única mujer que he amado y con la única que quise todo. Acaricio su rostro y sonríe como si disfrutara de mis demonios, nuestra relación fue caótica hasta el último minuto, tocó su cabello para acercarla hasta mi, sería tan fácil desnudarla y tomarla aquí sin importarme que el muerto la escuché gemir, sus gemidos eran un paraíso que me gustaba escuchar, pero todo cambio.

- ¿Que haces aquí? - pregunto alejándome de su lado para arrojar los pinceles al suelo.

- Quiero que volvamos a estar juntos, siempre serás tú Perceval, tuve que irme para saber que solo serás tú - llega a mi lado para aferrarse a mi cuello y en otra época la hubiera aceptado sin decir nada más, sin preguntar que había hecho, sin importarme todo lo demás.

- No volveremos, ya supliqué por tu atención en el pasado y me usaste hasta que te cansaste de mi,
si saliste de mi vida sigue de esa manera, no regreses a arruinarme, no cuando estoy tan bien y feliz viviendo mi propia vida - la alejo de mi lado para tomar mi copa.

- No pude explicarte el porqué, pero ahora si lo haré - trata de decir pero corto sus reclamos de raíz.

- Alejate de mi mujer y estaremos en paz, lo nuestro es y será cosa del pasado - arrojó la copa lejos de nosotros.

- Si no me amas, ¿Entonces porque te duele? - me detuve cuando lo pregunto, no he negado que la ame, al punto de casi abandonar todo por ir a buscarla, pero solo creo que duele por el hecho de que se fuera de esa manera sin despedirse, fue mi primer amor y la razón por la cual no amaré a nadie más.

- No quiero que regreses, solo vuelve a irte - susurró alejándome de ese lugar, veo unos guardias a los lejos y les digo que vayan a limpiar mi desorden.

Entro a la casa familiar y veo a mi madrastra la cual ríe, ya puedo imaginarme quien le dijo que estaba aquí, la ignoro para caminar hasta mi habitación y tomar una ducha rápida, cuando ya tengo un cambio de ropa decente salgo de ese lugar para subir a mi auto, conduzco por la ciudad hasta que llego a una gran tienda departamental y solo por curiosidad me apresuro a entrar, veo algunas cosas que se que le gustarán a mi pequeña ave que está en casa, así que lo compro sin falta igual que un anillo de diamantes que reemplazará el que arrojo tiempo atrás.

Compro un café helado para seguir con mis compras hasta que una tienda para bebés llama mi atención, cuando supe la noticia me asuste y tenía miedo, miedo de arruinarla más de lo que ya he hecho, quiero creer que merezco el amor de una pequeña persona y solo por estos momento puedo soñar con una vida normal, teniendo una familia normal y un trabajo normal, busco un par de zapatos para recién nacido y unos conjutos, este será el primer regalo de muchos que tendrá mi bebé.

Sonrió mientras imagino cómo será, a cual de los dos se parecerá, si será un niño o una niña, que sentiré cuando me llame papá, pido que lo envuelvan cuando pago por todo y salgo feliz y por un instante no me molestó mostrar que soy feliz.

Regreso a casa y subo las escaleras hasta nuestra habitación, la veo dormir, dejo todo lo que traje a un lado y solo tome la caja en manos para dejarla cerca de mi ave, mi pequeña pinchita, abro la caja de terciopelo para dejar el anillo en su dedo, comienzo a quitar mi ropa para quedarme con un pantalón de pijama y como lo había pedido ella está desnuda en la cama, esperando por mi, me levanto para buscar algún pijama suyo en el closet para ayudarla a ponérselo, esta vez solo quiero cuidarla, acaricio su pequeño bulto y sonrío al saber que haré algo bien en mi vida.

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Atada por Amor (pausa temporal)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora