Capitulo 17

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Perceval

Me muevo molesto mientras busco su cuerpo en la mañana, quiero acariciar su pequeña pelotica pero ya no está a mi lado, salgo de la cama para ir a buscarla, esta vez deseo acompañarla a su chequeo y ver cómo van las cosas, aunque sus antojos siguen sus ganas de vomitar han aumentando y si no lo compensará con todo lo que come estaría más que preocupado por ellos.

Camino hasta la cocina y la veo comer un bote de helado de pistacho con desespero, llego a su lado para quitarle el bote ya que está comenzando a hacer frío y no quiero que se enferme.

- Mi helado - susurró mientras trata de quitármelo de las manos.

- Ya déjalo, está muy temprano para el postre - murmuró para inclinarme y tratar de besarla.

- Tú bebé quiere helado - grita y cuando por fin la inmovilizó para besarla, veo como corre hacia el baño más cercano - alejate tú bebé está rechazando a su padre - murmura mientras vomita todo en el vater y quise reír - Si te ríes te cortare las pelotas - me señala mientras sigue con su cabello metida en el vater.

- Ya pequeña, deja a mami tranquila - acaricio su pequeño bulto y al rato se calma, si es que obediente mi bebé.

- Asi será, solo escucharás a tu padre - exclama molesta, me gustan sus cambios de humor le dan un toque más sexy a la relación y ni se diga de sus hinchados pechos, tengo que luchar para no chuparlos a cada rato.

- Vamos a desayunar - digo levantándome del frío lugar para ver una creciente ereccion que poseo, solo pensar en chupar sus pezones me ha puesto de esta manera, esta niña tiene poder sobre mi.

- Tengo hambre y no de tu amigo exactamente así que muévete - sale de mi vista para ir a nuestra habitación, limpio todo para salir en su búsqueda.

La encuentro recién duchada y se mueve por la estancia totalmente desnuda, mi libido se hace presente y no dudo mucho en sentarme en nuestra cama, observo cada uno de sus movimientos mientras libero a mi amigo el cual está más que feliz de verla, comienzo a masturbarme mientras la veo vestirse, mierda no soportaré tanto tiempo sin estar dentro de ella.

- Pinchita, amore mio vieni qui - gruño por lo bajo y ella solo ríe mientras me ve tocarme, sus labios se curvan en una sensual sonrisa y se acerca para acariciar mi castaño cabello.

- Eres un travieso - hala mi cabello para tener dominio de mi rostro y siento sus labios chupar los míos y mis manos se aferran a su trasero, de pronto se aleja de mi y cuando abro mis ojos encuentro su pequeño pezon marrón dándome la bienvenida.

- Si que sabes como complacerme - digo antes de introducirlo en mi boca y tirar suavemente de el.

- Recuerda que debemos ir a la cita, así que disfruta por ahora - gime bajo y acarició su cuerpo hasta sentir su humedad, mis manos juegan con ella mientras mi boca disfruta de su pechos.

Siento como mi pene gotea pidiendo hundirse en ella, pero se que si lo hago no saldremos de la cama en todo el día y por primera vez no seré egoísta y pensaré en mi hijo, así que sigo dándole placed hasta que siento que se desvanece en mis brazos con un fuerte orgasmo, duro un rato con espasmos y yo toque su mano para guiarla a mi pene para comenzar a acariciarlo, mi respiración se vuelve inestable cuando siento su boca la cual chupa y lamé todo a su alrededor.

Me aferro a su cabello para guiarla hasta acabar dentro de su boca, la atraje a mi lado para besarla, abrazo su cuerpo para quedarnos un rato de esta manera descansando.

- Descansa mientras me baño - susurró cerca de su oído y ella asiente cerrando sus ojos, otro problema del embarazo que siempre está cansada y quiere dormir siempre, así que disfruto estos momentos de dulzura.

Cuando salgo del baño me apresuro a colocarme un abrigo y unos jeans junto a unos tenis, cuando salgo del closet la veo ya lista terminando de peinar su rebelde cabello, por la manera en que su cabello se encuentra algo húmedo se que tuvo que ducharse en alguno de los baños que tenemos cerca.

- Estamos llegando tarde - le muestro la hora en mi reloj y ella solo ríe - tendremos que esperar un rato y podemos desayunar en una linda cafetería y comer postres de chocolate, tus favoritos - trató de animarla y ella me sigue buscando mi mano cuando llega a mi lado.

Es tan tierna ver como trata de estar a mi lado todo el tiempo que tiene y yo solo sigo el juego, este matrimonio no tiene porqué ser infeliz y le he mostrado que siempre la apoyaré, subimos al auto y uno de los chicos conduce hasta el hospital, la ayudo con todo y al rato estamos escuchando el fuerte latido del corazón de nuestro bebé.

- Desean la ecografía - murmura la doctora y me apresuro a decir que si, al rato tengo las fotos en mis manos y sonrío aliviado al ver que está creciendo muy bien.

- Esta muy pequeña - agregó mirando a mi esposa y está solo ríe.

- Mi postre, quiero salir de aquí ya - camina con pasos apresurados hacia la salida y me despido de la mujer dándole las gracias.

Camino siguiéndola y la veo hablar con alguien a los lejos, llego a su lado para posicionarme detrás y abrazarla, para besar su cabeza.

- Muchas felicidades Perceval - mi sangre se heló cuando escuché la voz de Daisy y levante mi rostro para ver su asombro - Si que la quieres - agrega cuando ve mi manera posesiva de tocarla.

- Gracias, pero me estás siguiendo, es raro que nos encontremos en todos los lugares - gruñe mi esposa como un pequeño duende molesto y su actitud me dio ganas de reír.

- También vengo al ginecólogo idiota - murmura y la freno con la mirada.

- Espero tu discreción como tú líder, si me enterró que alguien sabe sobre mi esposa y mi hijo lo pagarás caro - digo tratando de mantener la calma.

- Mi padre trabaja para ti, pero recuerda que yo soy libre de tu maravillosa famiglia - susurra llegando a mi lado y quise ser mujer para abofetearla, me está faltando al respeto.

- Naciste y morirás dentro de mi famiglia, recuerda tienes sangre italiana en tus vena igual que mi hijo, nada le puede suceder al próximo líder de la famiglia - gruño para tocar las cadera de mi esposa y comenzar a alejarnos de ese lugar, siento como alguien me hala y por reflejo saqué la pistola que llevo conmigo desde que Coraline está embarazada.

- Tranquilo no dire nada - me mira asustada y quiero creer que ha cambiado - ya quedó claro que ellos son todo para ti, solo volvamos a ser amigos, crecimos juntos y fuimos inseparables - agrega cuando guardo el arma y asiento para moverme hasta el auto.

Mi mujer me mira con incomodidad en su mirada y acaricio su vientre para calmarme, indicó el lugar que visitaremos para desayunar o comer, ya que ha pasado el tiempo y como se lo prometí le compré su postre favorito, mis demonios me atormentan y por primera vez tengo miedo de perder a alguien, se el peligro que conlleva nacer en este mundo criminal, cazaran a mi hija antes de que pueda defenderse, los leones que están al acecho para derrocarme apuntaran a mi debilidad para volverme vulnerable, no puedo permitir que nadie más sepa sobre su embarazo, no quiero que alguien le apunte con un arma solo para acabar conmigo, no soportaría perder a mi bebé.

Siento su cálida mano sobre la mía y levanto mi rostro para que me pueda ver.

- Todo estará bien - mueve sus labios y quiero creerle, pero también quiero creer en Daisy, se que tengo su palabra pero ya ha durado años lejos de mi y no se si ha cambiado en ese tiempo.

- No podrás salir más de la casa, tu vientre se está notando y nadie creerá que estas gorda - le digo y su rostro cambia de color - lo lamento cariño pero toda la famiglia debe creer que estás sufriendo a mi lado, así ustedes estarán a salvo - trató de explicar pero se ve la tristeza en sus ojos.

- Te entiendo, solo no hagas algo que me rompa - coloca su cabeza en mi hombro y solo quise disfrutar de tocarlo, se que lo que tengo pensado terminará lastimándola y por eso decido callarlo, como sea ella jamás sabrá sobre este asunto, ya que Daisy debe estar vigilada.





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Atada por Amor (pausa temporal)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora