~08~

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Los días pasaban, Lucas y Heather se juntaban cada vez más seguido luego de la escuela, Heather estaba empezando a desarrollar un tipo de interés y enamoramiento hacia Lucas, lo miraba con otros ojos y eso era lindo y le calmaba saber que ya no estaba sintiendo cosas por Bill, eso era bueno, para ella.

Un día como de costumbre estaban juntos en el parque sentados en el césped, Lucas le hacía cumplidos mientras que ella lo miraba con una sonrisa y brillo en sus ojos, se quedaron callados por un largo rato, Lucas la tomó por la cintura y en un movimiento rápido unió sus labios, Heather tardó 2 segundos en corresponder al beso, era el primer beso de Heather, se sentía lindo y cálido pero en los movimientos se notaba que tal vez también fuera el primer beso de Lucas.

-Lo siento, yo no debí- Heather río levemente -Tranquilo, me gustó- Lucas abrió los ojos y elevó las cejas sorprendido -Pensé que me ibas a abofetear o algo si, nunca te eh visto ser tierna o demostrar sentimientos hacia alguien, me sorprende- Heather volvió a reír -Por ti le demuestro cariño a todo el mundo Lu- en un movimiento rápido volvió a unir sus labios en un beso suave y tierno, sin segundas intenciones, era lindo aunque ya saben, raro, se notaba por parte de los dos que seguramente era su primer beso. Se separaron con una sonrisa para luego pararse y abrazarse, este le dejó un beso en la cabeza a Heather mientras la apretaba contra él -Eres enana eh- Heather río -Y tu eres una jirafa- los dos rieron y volvieron a abrazarse.

Estaban en una cafetería, Heather comía waffles y Lucas tomaba una taza de chocolate caliente, de un momento a otro la pelinegra sintió como un escalofrío recorría su cuerpo, se giró lentamente y vio de reojo a ese pelinegro que hace semanas no veía a los ojos, los sentimientos volvían a aparecer, dirigió rápidamente su mirada hacia su plato de comida y se quedó dura como piedra, no iba a hacer nada pero se ponía nerviosa con tan solo verlo, era tan lindo, tan alto, tenía una sonrisa encantadora que transmitía calidez y ternura, sus ojos eran tan cristalinos y bellos, tenía todo lo que le gustaba a Heather pero no debía prestar atención a Bill ¡Carajo! Estaba en una salida con su futuro chico mientras pensaba en otra persona y las mariposas de su estómago volaban al rededor de los pedazos de waffle que había ingerido anteriormente.

-¿Todo bien?- preguntó Lucas al notar bastante nerviosa a la pelinegra en frente de él -Si, si, podríamos ir a caminar, ¿No crees?- Lucas sonrío y asintió, pagó y dejó propina sobre la mesa, salieron del lugar, Heather se giró levemente y miró hacia la cafetería, los ojos de Bill rápidamente se dirigieron a ella, la miró serio y frunció un poco el ceño, Heather sabía que hizo eso porque estaba con Lucas pero solo rompió el contacto visual y caminó tomada de la fuerte mano de Lucas.

-¿Me acompañas a esa tienda? Quiero un chocolate- Lucas asintió y juntos caminaron hacia la tienda que estaba a pocos metros de ellos, Heather agarró un chocolate, se acercó al mostrador para poder pagarlo, metió su mano en su bolsillo buscando la cartera, pero no la encontró -Mierda- susurró y miró a Lucas -¿Qué pasa linda?- Heather siguió buscando y al notar que no la tenía con ella lo volvió a mirar -Creo que dejé mi cartera en la cafetería- habló casi en un susurro -No te preocupes, yo pago- Heather sonrío -Gracias, te quiero- lo abrazó y dejó un beso en su mejilla

¿Por qué tenía tantas ganas de vomitar repentinamente?, quería a Lucas, le hacía sentir cómoda, le daba buenos consejos, la abrazaba cuando lo necesitaba, la escuchaba, era tierno y le hacía cumplidos, como un amigo, un amigo, eso es lo que es Lucas, un amigo que gusta de Heather

Los sentimientos de Heather no estaban claros, había confusión eso era lo único claro en ella, estaba confundida pero ¿De verdad gustaba de él o solo lo usaba para intentar olvidar a Bill?

Lucas pagó el chocolate se despidieron de la cajera y caminaron nuevamente hacia la cafetería en busca de la cartera con dinero de Heather, entraron, la cara de Heather reflejaba preocupación mientras que la de Lucas era tranquila como si fuera que había otra solución. -¡Mierda, no está!- habló en tono alto, se acercó a una de las meseras que los había atendido minutos antes -Oiga, disculpa- la mesera se giró sobre sus talones encontrándose con la pelinegra -¿Has visto mi cartera?- habló con frialdad y preocupación a la vez, la mesera le sonrío -Así que tu eres, ten, te dan esto- extendió su mano dejando ver una servilleta doblada, sin decir más la mesera se alejó -¿Qué carajos?- abrió la servilleta

Te dejaste tu cartera y la agarré, lo siento, ten mi número y llámame si la quieres de regreso porque Tom no tiene ningún problema de quedársela.

Bill

La pelinegra suspiró frustrada y vio como más abajo estaba el numero de Bill, sonrío levemente ¿Qué carajos hacía sonriendo? su sonrisa se esfumó al ver como Lucas se acercaba a ella y tomaba su cintura levemente -¿La encontraste?- negó con la cabeza -No, pero, no pasa nada, mis tarjetas no estaban ahí ni nada, solo tenía un poco de dinero- Lucas suspiró tranquilo -Eso me alegra, vamos que te llevo a casa- la pelinegra asintió.

Llegó a su casa exhausta, saludó a su madre -¿Todo bien?- asintió levemente -Solo que estoy cansada- su madre sonrío -Te haré un té con estas galletas que eh preparado, llama a tu hermana y así comen las dos- sonrió levemente y se levantó del sofá para ir hacia el cuarto de Hailey, abrió la puerta lentamente -Hailey- una sonrisa se formó en su rostro y abrazó a su hermana -Heather, ¿Todo bien?- Hailey ya sabía todo o bueno casi todo lo que pasaba con Lucas -Mamá nos preparó té y galletas, luego tengo que hablar contigo- Hailey elevó una ceja curiosa y luego se levantó de la cama, agarró a su hermana mayor del brazo y juntas caminaron hacia la cocina, en la mesa ya habían dos tazas de té, una de café y un bowl con galletas recién horneadas en el centro, las hermanas saborearon sus labios con hambre y se sentaron, su madre imitó su acción.

Hailey se encontraba en su cuarto, recostada en la cama mientras que su hermana permanecía en silencio sentada a su lado -¿Qué me ibas a decir?- Heather soltó un suspiro y se giró para miras a su hermana menor -Es sobre Lucas y...- hizo una pausa para respirar profundo -Y Bill- Hailey abrió los ojos sorprendida ante la confesión de la mayor -Cuéntame, soy todo oídos- Heather inhaló y exhaló pesadamente -Lucas es lindo y tierno, me da consejos, me hace cumplidos, me abraza cuando más lo necesito y siempre está para mí, por al rededor de una semana sentí que estaba perdidamente enamorada de él pero hoy vi otra vez a Bill en una cafetería en donde olvidé mi cartera, él se la llevó y me dejó su número anotado en un papel- Hailey la miró sorprendida -¿Y?- Heather bajó la mirada -Y... A penas vi como los ojos de Bill se posaban en mí sentí un escalofrío en todo mi cuerpo y como las mariposas de mi estómago volaban al rededor de el, sentí como mis mejillas se calentaban y no podía mirarlo a los ojos, en un momento lo hice pero él miró hacia Lucas y frunció el ceño, como enojado y eso me gustó, pero mamá lo odia y ama a Lucas, ¿Qué se supone que debo hacer?- Hailey suspiró brevemente y se acomodó en su lugar -Por más difícil que sea intenta hablar con mamá y con Lucas- la pelinegra dudó por unos momentos -Pero, ¡Mierda! Lucas es tan tierno y dulce y obviamente mamá solo lo quiere por el sucio dinero de su padre. Hoy él me besó y se sintió, ya sabes, extraño- Hailey río -¿Besa mal?- Heather asintió y la menor río más fuerte contagiándole la risa a su hermana -Se nota que no tiene experiencia, dios, al mismo tiempo fue tierno pero a la vez asqueroso- habló la pelinegra entre risas.

Se quedaron más tiempo hablando sobre cosas sin importancia, hubo un silencio, Hailey miró a su hermana -¿Hablarás con mamá y con Lucas?- Heather asintió -No me queda de otra- la menor abrazó a la pelinegra y besó su cabeza -Te quiero Thea- la pelinegra río -Te quiero mucho más boba-

Con su hermana no le importaba ser cariñosa o tierna, la amaba sin importar nada y siempre la iba a apoyar, era su otra mitad, su media naranja, el amor de su vida, porque recuerden que tanto las almas gemelas como los amores de la vida no solo tienen que ser amorosos.

In the rain - Bill KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora