Caminó hacia una tienda para comprar cigarros y dos chocolates para su hermana y su amiga, estaba en frente de la puerta de la tienda y sintió como una mano se apoyaba en su hombro, se giró y tuvo que elevar un poco la cabeza por la diferencia de altura que había -Bill...- susurró sorprendida la pelinegra, este le sonrío amablemente -Te extrañé Heather, te extrañé como no te lo imaginas- sus palabras sonaban tan sinceras pero Heather no podía simplemente abalanzarse a su brazos y besarlo aunque lo deseara, su madre la odiaría -Me alegro- sus palabras salieron tan frías que quemaron su garganta, odiaba tratarlo así porque sabía lo sensible que era -¿Todo bien?- preguntó el alemán mientras bajaba su mano a la cintura de la pelinegra acercándola más a él -¿Que mierda haces y que carajo te importa?- habló enojada la pelinegra aunque en realidad solo deseaba que no sacara su mano de ahí -No has cambiado- habló un poco en susurro el pelinegro mientras sacaba su mano de la cintura de la chica -Tu tampoco, eres el mismo marica de siempre- esas palabras le dolieron más a ella que a Bill, este no respondió nada y cabizbajo se alejo de la pelinegra, el corazón de esta se hundía y rompía cada vez más al ver como se alejaba y tenía su cara completamente triste.
-¡Miren lo que les compré!- habló emocionada ocultando la tristeza que tenía en ese momento por lo que había pasado con el pelinegro momentos antes -¿Están envenenados?- preguntó burlona Evelyn -Claro que no idiota- habló Heather mientras rodaba los ojos y reía, las dos chicas comieron sus chocolates -¿Y los chicos?- preguntó Heather -Se fueron- Hailey se encogió de hombros y siguió comiendo su chocolate -Oigan, hablé con Bill- Evelyn empezó a toser, se había ahogado con su chocolate, Heather y Hailey reían mientras le daban golpes en la espalda -¿¡Qué hiciste qué?!- preguntó casi gritando -Hablé con Bill, lo traté demasiado mal y eso me pone triste pero no puedo estar con él, no puedo- Evelyn y Hailey la miraron atentamente -Oye, si es por tu madre podrías hablar con ella- habló Evelyn mientras ponía una de sus manos en la pierna de la pelinegra -¿Piensas que no lo hice? Intente una y mil veces de hablar sobre eso con mi madre pero siempre terminamos peleadas, siempre lo insulta de maneras horribles y ¡DIOS! es tan difícil hablar con ella- Hailey asintió dándole la razón -Tiene razón, es difícil hablar con mamá y más aún si es sobre chicos- Evelyn bufó frustrada -Me imagino, pero de igual manera no deberías de tratar tan mal a Bill, se nota que es bueno- Heather rodó los ojos -Lo sé pero es la única manera de que deje de sentir cosas por el aunque se me es imposible- la pelinegra bajó la mirada.
Con Evelyn y Hailey era las únicas con las que se abría completamente sin tener vergüenza, las únicas a las que Heather de vez en cuando les daba algo de cariño, solo a ellas, las amaba con su alma pero nunca se los iba a decir, ella era la mala del grupo ante los ojos de todos.
Había pasado un día desde que se encontró con Bill, aún no olvidaba como él la tomó por la cintura y como las mariposas de su estómago cobraban vida otra vez, como intentaba hacerse la dura, como su corazón fuerte de hielo quería sentir el calor de Bill para derretirse pero ella lo impedía. Salió a caminar para poder despejarse, se quedó sentada en un árbol fumando mientras leía un libro. Subió la mirada para apreciar el cielo pero lo único que apreció era a el pelinegro sentado a pocos centímetros de ella obviamente no le disgustaba pero tenía que hacerse la que si.
-¿Otra vez tú?- preguntó con desagrado -¿Te molesta?- Heather asintió mientras tiraba el cigarro haciendo que callera en algún lado del parque -No parece- la pelinegra dejó el libro a un lado y frunció el ceño aún mirándolo a los ojos -¿Por qué estás así de enojada, te eh hecho algo?- Heather negó -¿Entonces?- el pelinegro se acercó más a ella tomándola de la cintura y acercó sus caras, sus labios rozaban levemente -Déjame Bill- susurró Heather sin dejar de mirar los labios del pelinegro -Lo siento, no quería incomodarte- Heather sonrío levemente, era tan tierno cuando se disculpaba. Bill la soltó de la cintura y alejó su rostro del de ella -¿Tan poco eh cambiado que me reconociste tan rápido?- preguntó mientras se volvía a apoyar en el árbol -Has cambiado mucho pero esos bellos ojos negros no los tiene cualquiera- Heather río nerviosa ante el comentario -Me tengo que ir, chau- habló rápido y tomó su libro, se alejó y caminó hacia su casa con una sonrisa nerviosa y las mejillas levemente ruborizadas
*BILL*
Vi como se alejaba de mi rápidamente, se había puesto nerviosa y eso me daba ternura, todo de ella era tierno y hermoso, pero odiaba y detestaba que me trate de esa manera, tan fría como si no le importaran mis sentimientos y como si no sintiera nada por mi
¿Sigue sintiendo cosas por mí?
¿Otro ya logró enamorarla?
Esas preguntas rondaban por mi mente desde el día uno que la volví a ver. Sus ojos negros son lo más lindo que yo haya visto en mi vida, me tenía enamorado desde ese día que la vi, estaba con un gorro blanco de lana y un abrigo grande marrón con el que no podía ni moverse, le quedaba hermoso, todo le queda hermoso.
Fui con la banda y me quedé con ellos, todos estábamos sentados en una ronda, Tom fumaba, Georg bebía y Gustav jugaba con sus palillos, de vez en cuando molestaba a Georg con estos y se reía mucho haciéndonos reír a los demás.
-Oigan- hablé llamando la atención de los chicos, todos me miraron suspiré profundo para volver a hablar -Hablé con Heather- Gustav y Georg ya sabían quien era, les conté de ella el día que llegamos, se dieron cuenta que miraba a la pelinegra como si fuera la chica más linda del mundo y si lo era, para mis ojos Heather siempre iba a ser la mujer más linda de todo el mundo -¿Y te dijo algo?- preguntó Gustav mientras dejaba sus palillos de lado -Solo me trató mal, lo de siempre, antes era buena conmigo y ahora volvió todo como el primer día, ¿Qué mierda le pasa?- los tres se encogieron de hombros -Tal vez no sea buena para ti Bill- habló Tom mientras largaba el humo del cigarro -Intentaré hablar otra vez con ella cuando me la vuelva a cruzar, espero sea pronto- sonreí ladino -¿Seguro?- asentí con cierta emoción al recordar la cara de esa hermosa pelinegra que me tenía vuelto loco.
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In the rain - Bill Kaulitz
FanfictionHeather siendo fría con un corazón de hielo. Bill con un único propósito, derretirlo.