~03~

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Habían pasado meses y siempre que Heather podía se escapaba de sus amigos e iba a beber y fumar con Bill entre arbustos y charlaban de cosas, de tantas cosas Bill se le declaró a Heather 

*Un mes atrás*

Un silencio se apoderó del ambiente, Heather acercaba el cigarro a su boca mientras miraba para un costado -Eres muy linda- susurró Bill mientras miraba con una sonrisa a la pelinegra que tenía en frente, ella lo miró con una sonrisa -Tú también lo eres Bill- el nombrado sonrío y se acercó a Heather -Me gustas- soltó inesperadamente este, Heather abrió un poco los ojos sorprendida por la declaración del pequeño -Tú también me gustas pero mi madre no me deja tener novio- habló Heather con un poco de tristeza en su voz. Tiró el cigarro lejos y se acercó aún más a Bill, sus respiraciones chocaban, Heather se acercó más y con una mano giró la cabeza del chico para llenar de besos su mejilla, este sonrío ante la acción de la chica y a continuación el hizo lo mismo, se abrazaron, pasaron un rato más juntos y luego, cada uno fue a su casa.

*Fin del recuerdo*

as chicas se encontraban en casa, tranquilas, se asustaron al ver como su madre entraba repentinamente al cuarto -¡Chicas se adelantó el vuelo!- las dos menores se miraron con una sonrisa -¿En serio?- preguntó la más pequeña mientras se acercaba a su madre -¡Si! Pero tendrán que despedirse mañana en la tarde de sus amigos porque en la noche es el vuelo, ¿Si?- las dos asintieron. Realmente no tenían muchos amigos pero Heather se sentía mal al alejarse de Bill, ella lo quería mucho pero iba a despedirse de él, diciéndole cuanto le gustaba y que cuando volviese a verlo, se harían novios. 

Era de tarde, las dos niñas corrían con sus mochilas hasta el parque, como de costumbre estaban todos allí sentados, todos menos los pequeños gemelos Kaulitz -¿Y los gemelos?- preguntó preocupada, todos la miraron -No lo sé, tampoco han ido a la escuela, deben de estar enfermos o algo así- habló Kate, mientras se paraba para abrazar a las hermanas -Oigan, no podemos quedarnos tanto tiempo lo siento demasiado, los queremos mucho y espero volver a reencontrarnos en algún momento, nos mudamos a Los Ángeles en dos horas- habló de manera rápida Heather mientras se separaba del abrazo, todos la miraron con tristeza y confusión -¿Volveremos a vernos?- preguntó Kate, las dos hermanas se encogieron de hombros -Espero que si- habló Hailey con tristeza, los demás se pararon y abrazaron a las hermanas, luego de saludarse Hailey y Heather corrieron hasta su casa otra vez.

Bill: -¡HEATHER!-

Tom: -¡HAILEY!-

Gritaban los gemelos que estaban en la calle de en frente, ellas no los escucharon y siguieron corriendo hasta llegar a su casa.

(. . .)

-Mis compañeros son una mierda- dijo Heather mientras se sentaba en el sofá y colocaba la mochila a su lado -Los míos también, agh- habló Hailey mientras miraba a su hermana y colocaba su mochila en el perchero que se encontraba a pocos centímetros del sofá, se sentó al lado de su hermana mayor -¿Extrañas a Bill cierto?- la pelinegra asintió con una sonrisa que solo se formaba cuando pensaba en aquel pequeño -Me duele no haberme despedido de él, pero, no creo volver a verlo- Hailey suspiró -Siento lo mismo, no creo volver a verlos, según lo que me dijo Tom no iban a mudarse o algo así-. Las dos hermanas hablaron por un largo rato, hicieron sus tareas, limpiaron su cuarto y cocinaron unas galletas, habían encontrado la receta en uno de los libros de cocina que tenía su mamá en su cuarto. 

-Les salieron estupendas hijas- habló Jennifer mientras terminaba de devorarse una de las galletas que habían preparado sus pequeñas -Gracias mami- habló Hailey y Heather solo sonrío levemente mientras le daba otro mordisco a su galleta -¿Cómo les fue esta semana en la escuela?- preguntó interesada la madre de las niñas -Mal, a las dos, nuestros compañeros son horribles y todos se burlan cuando hablamos inglés, ¡No es nuestra puta culpa ser alemanas!- habló enojada Hailey, Jennifer nunca se había molestado en que sus hijas utilicen malas palabras, al menos dentro de casa. -Me imaginaba eso, tranquilas, son un par de años más- Heather suspiró -Son dos años más- habló pesadamente para luego tomar un poco de su chocolate caliente que se había preparado -Luego irán a la escuela secundaria, tranquilas- las dos hermanas se miraron y rodaron los ojos. 

Heather se encontraba tirada en su cama, intentando dormir pero no podía, su mente viajaba hasta el último día que habló con ese pequeño pelinegro, ese día en el que se declararon y ella le dio pequeños besos en la mejilla rosada del chico. Estaba triste, sentía que nunca más iba a volver a verlo, sentía que él se iba a olvidar de ella y que nunca la recordaría, eso le ponía triste y se enojaba al saber que tal vez su pelinegro ahora estaría con otra chica, probablemente Kate porque ella era muy linda y nunca fue muy buena amiga que digamos. 

-¿Sigues despierta?- susurró Hailey, Heather se asustó un poco, no había escuchado la puerta o los pasos de su hermana acercándose, pero no iba a regañarla, ahora no. -Si, no puedo dormir Hay, ¿Qué pasa?- habló mientras hacía un lugar en la cama para que su hermana entrase. -Nada, extraño Alemania, extraño a Tom...- la tristeza se notaba en la voz de la menor y eso rompió un poco el corazón de Heather, la abrazó por detrás -Yo también extraño a Bill pero, ya verás, los vamos a olvidar con el tiempo- Hailey se giró y le sonrío a su hermana -Tienes razón, ya encontraré a un rubio adinerado que viva en esas casas grandes del vecindario vecino- las dos rieron por lo bajo, se volvieron a abrazar y durmieron juntas toda la noche, se sentían felices cuando estaban juntas, se sentían completas, se amaban. 


In the rain - Bill KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora