Dalila Jones, una joven aparentemente perfecta que sueña con un cuento de hadas. Sin embargo, su mundo se desmorona cuando su dignidad es arrebatada en un instante trágico. Atrapada en el infierno ruso, Dalila se ve tentada por la oscuridad que la r...
Les traigo este pequeño extra por la fecha, el día de ayer se cumplieron cinco años de la perdida más dolorosa en mi vida mi pequeña flor, misma situación que plasme en este libro con la muerte de Dalia
La pequeña flor fue una de las cosas más lindas que me ha pasado en la vida para mí y su mamá, entre las dos superamos ese dolor en familia y justo por el que hubiera sido su cumpleaños le pedí que me escribiera como se despediria de ella más otros artículos que leí
Así que disfruten el extra :)
Narra: Dalila
Una sonrisa cargada de ternura adorna mi rostro mientras miro a Boris y Dani jugar, a la vez acaricio mi vientre.
Con mi panza de casi ocho meses algo pesada me levanto de la silla llamando la atención de Boris.
- ¿Nena? - se acerca preocupado, ruedo los ojos.
- Estoy bien, solamente voy a buscar mi laptop - el asiente desconfiado.
Me adentro a la casa por la puerta del jardín para caminar hacia la repisa donde está mi laptop cargando.
Al pasar por la cocina veo unas uvas así que las tomo para lavarlas y después llevarlas conmigo.
Con la laptop y las uvas salgo nuevamente al jardín tomando asiento en la silla dejando lo demás encima de la mesa de cristal.
- Papi, mila una flol.
Dani le pasó una flor a Boris quien la toma y la coloca detrás de la oreja de Dani.
- Una flor para otra flor.
Mi pequeña flor.
Hace ya varios años que no está con nosotros y aún duele.
Suspiro tratando de evitar las lágrimas que quieren salir al reavivar ese dolor.
Tomo mi laptop encendiendola, espero que cargue todo y abro un documento en blanco.
Cómo título le pongo : Un adiós.
Escribiré una pequeña carta de despedida porque siempre Dalia estar en nuestros corazones pero es hora de sonreír totalmente.
Querida Dalia.
Hoy escribo para ti, llena de amor y dolor, para despedirte. Aunque tu tiempo en este mundo fue breve, dejaste una huella profunda en nuestros corazones que nunca se desvanecerá. Tu espíritu puro y el amor que irradiabas nos enseñaron lecciones valiosas sobre la vida y el significado de la verdadera fortaleza.
Aunque tus pequeñas manos no pudieron alcanzar muchos sueños terrenales, tu alma iluminó nuestras vidas de formas que nunca podríamos haber imaginado. Tu sonrisa y tus miradas llenas de inocencia nos recordaron la belleza de la sencillez y nos hicieron valorar cada momento que compartimos contigo.
A pesar de la tristeza que sentimos en nuestros corazones, cada fecha estamos para celebrar la vida que viviste y la felicidad que trajiste a nuestras vidas mientras estuviste aquí. Tu breve paso por este mundo nos recordó la fragilidad de la existencia y nos enseñó a apreciar cada instante con aquellos que amamos.
En tus cortos días, nos enseñaste la importancia de la resiliencia y la esperanza. Nos mostraste cómo enfrentar la adversidad con coraje y cómo encontrar luz incluso en los momentos más oscuros. Siempre estarás en nuestros pensamientos y en nuestros corazones, un recordatorio constante de la belleza efímera y la preciosidad de la vida.
Aunque tu partida nos ha dejado con un profundo vacío, sabemos que en algún lugar más allá de nuestras miradas, tu espíritu brillante sigue brillando con todo su esplendor. Descansa en paz, pequeña flor , y que tu alma encuentre la serenidad eterna en los brazos del amor divino.
Hasta que nos encontremos de nuevo en algún lugar más allá del tiempo y el espacio, mantendremos vivo tu recuerdo y honraremos tu legado, llevando con nosotros el amor y la alegría que trajiste a nuestras vidas.
Adiós por ahora, pequeña flor. Que tu luz brille siempre en nuestro firmamento.
Con amor y eterno cariño, Tu mamá
-¿Mami, pol qué llolas? - la dulce voz de Dani me hace levantar la mirada encontrándome con los ojos llenos inocencia y curiosidad de Dani y los ojos cristalizados de Boris quien está leyendo todo.
- Mami, estaba recordando a tu hermanita.
- ¿Dalia? - asiento- Pero segulo a mi hemanita no le gustalia vel te llola.
Niego aún con las lágrimas derramándose dejando un beso en su cabeza antes de que vuelva a jugar.
- Nena - le ayuda a levantar de la silla y nos fundimos en un abrazo muy sentimental.
Acaricio su espalda mientras el me abraza más fuerte o lo que mi vientre nos permite.
- La extraño mucho - sorbe la nariz, nos separamos.
- Yo también pero ya es hora de decir adiós aunque siempre estará en nuestros corazones.
- Un adiós doloroso.
•••••••••••••
Espero que hayan disfrutado del extra
Disfruten la lectura:)
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
