Capitulo 20 4/4

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Santiago, Rep.Dom

Narra: Boris

Continuación del capítulo anterior.

Las palabras del doctor se repiten en mi mente colocándome nervioso.

Luego de darnos la noticia salió de la sala para prepararse y dándome también la indicación a mí de prepárame para acompañar a Lía, pero no quiero dejarla sola

- Mírame nena - la tomo de su carita se encuentra llorando - nuestra flor estará bien y seremos una familia feliz.

Asiente y dejo un beso en sus labios.

- Debo prepárame para estar a tu lado ¿Si? - limpio sus lágrimas.

- No tardes por favor - niego.

La beso por última vez para salir de la sala donde afuera una enfermera me espera para llevarme dónde debo prepararme.

Entramos a un cuarto y me ofrece una bata azul de la de hospital.

Me indica dónde puedo cambiarme en caso de que entren otras personas.

Me coloco rápidamente la bata para volver a la sala de parto.

Entro y ya todos están preparados para la acción, llegó al lado de Lía que está tapada hasta el cuello.

- Bien debemos iniciar el proceso lo antes posible, anestesiaremos a la señorita de la cintura para abajo así que estará consiente de lo que ocurrirá que será algo rápido - explica el doctor - Señor le recomiendo que le diga palabras de apoyo mientras el proceso.

El proceso comienza.

Sostengo la mano de Lía acariciando su cabeza.

- Ya vamos a conocerla Boris - su voz se entrecorta y yo también soy un mar de emociones.

- Si nena.

Seguimos hablando entre sus susurros hasta que escuchamos como agua cae al suelo y se escucha la mejor melodía para mi corazón, su llanto.

Miro hacia donde están los doctores y las enfermeras que limpian a la bebé llorona.

- Felicidades, una niña fuerte y sana - dice el doctor - debo saturar a la señorita para que después llevarla a su habitación allá verán a la bebé.

También me dicen que se llevarán a la bebé para alistarla y que una pediatra la evalúe, ya que nació antes de los nueve meses.

- Señor ¿me puede decir el nombre de la bebé? - pregunta la enfermera que se la llevo para prepararla.

- Dalia, Dalia Marie Novikov Jones.

Dalia Marie Novikov Jones.

23/10/2019

2,700 gramos (peso)

Mi pequeña Flor ha llegado al mundo, a florecer nuestros jardines antiguamente marchitados y tristes, a cambiar de blanco y negro nuestras vidas a rosa color felicidad.

Después de dos horas de espera ingreso a la habitación donde trasladaron a Lía, aún no he podido ver a mi pequeña Flor.

Me acerco a la camilla donde Lía está dormida, la contempló bebiendo de su belleza mi небольшой, suspiro como un idiota enamorado.

¡Joder cuánto la amo!

- Lía - susurro en su oído - Dalila.

Se remueve abriendo los ojos poco a poco, primero me mira con ceño fruncido, pero luego sonríe.

- ¿Dónde está?, Quiero verla - la ayudo a sentar.

- Puedo averiguar - asiente, me separo de ella dispuesto a salir, pero la puerta se abre dejando ver a una enfermera que entra empujando una pequeña cuna.

- Hola papis, aquí les traigo a su pequeñita - saca a la bebé de la cuna y se acerca a nosotros dejándola con cuidado en los brazos de Lía - La bebé se encuentra en perfectas condiciones gracias a Dios, se las dejo para que se conozcan por ahora está dormidita, pero cuando despierte puedes darle de comer.

Escuchamos sus indicaciones y luego se va.

Toda mi atención recae en Lía y Dalia se ven hermosas juntas, Dalia es preciosa ¡Es mi flor!

- Es hermosa - solloza - y se parece a mí.

Y si Lía tiene razón es igual ella, mis dos hermosas mujeres.

- Bienvenida Dalia - dice Lía besando su frente.

¡Bienvenida hija mía!

- ¿Quieres cargarla? - la miro aterrado.

- No ¿y si la dejo caer? - niego varias veces.

- No lo harás porque yo estoy aquí - se hace aún lado para que yo pueda sentarme junto a ella - coloca tus brazos tipo cuna.

Hago lo que me dice y coloca a la bebé suavemente en mis brazos la acomoda bien, se ve muy pequeña.

La pego más a mi cuerpo para sentirla más, la abrazo sin forzarla y por fin dejo salir las lágrimas.

Cuánto desee este momento y ahora te tengo en mis brazos conmigo.

- Una hija es un arcoíris, una curva de luz a través de la niebla dispersa que levanta el espíritu con su presencia prismática. Una hija es una promesa, mantenida. - recité - Daré lo mejor de mí para no fallarte y te sientas orgullosa de papá.

Beso, su frente, mi hija, mi niña, mi flor

- Bienvenida al mundo de arcoíris Dalia.

••••••

Bueno hice este capítulo algo corto, pero que me emociono mucho hacerlo.

Igual comunico que por decirlo así la fase de ternura, paz, tranquilidad acabo, bueno acaba en el próximo o en dos capítulos mas pero como ya dije la vida en la mafia no es tranquilidad y eso lo veremos pronto.

Disfruten la lectura :)


Tentadora Oscuridad © NUEVA VERSIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora