Capítulo 5

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Narra: Dalila

Respiró e inhaló varias veces mientras el desconocido del cual solo sé su nombre, me continúa meciéndome y susurrando palabras en rusos.

Boris, como según entendí que se llama; me brinda una paz y seguridad que me hacía falta en esos instantes de conocerlo.

Trato de que mis pensamientos no se desvíen, pero es imposible; el día de ayer o no sé cuánto tiempo pasó era la chica que cumplía la mayoría de edad, con el sueño de encontrar el príncipe azul, casarme, tener muchos hijos, ser una gran pastelera y ser feliz.

Pero solo un disparo bastó para desatar el infierno, el dolor y la tristeza.

Perdí a mis padres, perdí mi dignidad, mi virginidad y me perdí como mujer.

Mis ojos se cristalizan ya no quiero llorar, ya no más, solo olvidar todo y ser feliz.

Me pegó más a Boris mientras mis lágrimas se deslizan por mis mejillas.

- No llores небольшой, no más lágrimas, debes ser fuerte, sé que no es fácil, pero aquí estoy para que te olvides y seas feliz, sean felices - al escuchar lo último alzó la mirada.

- ¿Qué quieres -hipo - decir? - se tensa, ¿nervioso?

- Estás embarazada - suelta sin anestesia.

Estás embarazada, estás embarazada.

Esa frase se repite en mi cabeza como eco. Eso no puede suceder no.

- NO, NO, NO ESO NO PUEDE SER VERDAD - gritó exaltada - ¡Me quiero morir!- sollozo.

- Nena, no digas eso - me abraza, pero comienzo a golpear su pecho - Dalila cálmate por favor.

Me continúa abrazando aunque me resisto.

- Sé que nada de lo que te paso es fácil, para ninguna persona ya sea mujer u hombre que pase por eso lo es, pero yo estoy aquí y juntos saldremos adelante si? - me mira suplicante - Ahora lo importante es que te recuperes y para irnos pronto de aquí y que comiences de nuevo. Irás a donde psicóloga y todo mejorará y acerca del bebé, puedes hacer lo que desees es tu decisión y hay que respetarla, pero ahora duermas y pienses mejor las cosas.

Sus palabras logran tranquilizarme, sé que otra mujer estaría pero loca, con depresión, ira, sed de venganza y más. Pero sé que todo en mi vida cambiará y todo lo que pasó, solo será lo bueno que viene.

- Tienes razón, gracias que aunque no me conozcas, estás aquí conmigo - intento sonreír - me puedes cantar otra vez?

- ¿Me escuchaste?

- sí ¿puedes por favor? - asiente y me acomodo mejor en sus brazos para dormir escuchando su voz.

No me doy por vencido (я не сдаюсь)

Me quedo callado
Soy como un niño dormido
Que puede despertarse con apenas sólo un ruido

Cuando menos te lo esperas
Cuando menos lo imagino
Sé que un día no me aguanto y voy y te miro

(...)

Narra: Boris

Terminó de cantar cuando se quedó dormida, la acomodo en la cama y en silencio abandonó la habitación y caminó hasta el consultorio del doctor con Vladímir siguiéndome.

Entró sin tocar y están él y la psicóloga hablando.

- Señor Novikov que bueno que vino, le estaba explicando al doctor acerca de las reacciones que ha tenido la señorita Jones y que me sorprende, ya que pocas personas reaccionan tranquilamente, aunque al principio los recuerdos golpean y llegan los ataque de pánico, pero según lo que observé usted le hace bien a la paciente - alega la psicóloga.

- Y eso es bastante bien para el estado de salud y mental de la chica, si sigue así solo tendrá que ir a sesión diaria por si sufre alguna reacción de repente y en tres días puede llevársela a casa.

- Gracias por todo, justo venia a preguntarle a la psicóloga sobre esa reacción, he visto algunos casos que la víctima rechaza contacto alguno con hombres - miento un poco- tendré en cuenta todo, la dejé dormida mientras voy a resolver algunos problemas - salgo del consultorio para caminar hasta la salida donde me esperan con la camioneta lista.

Subo e indicó que se dirijan a la casa, debo dejar todo listo para cuando Dalila, salga del hospital.

Al llegar veo que hay otro auto, un Lamborghini rosado chillón para ser exacto.

Lo que me faltaba.

Entró a la casa, sabiendo a quién me iba a encontrar por lo que subo a mi habitación y entró.

- ¿Qué diablo, mierda, demonios haces aquí Verónica? - le pregunto a la rubia que está sentada en mi cama en ropa de encaje.

- Viene para que nos divirtiéramos un rato muñeco - alzó una ceja.

- Creo que hable muy claro la última vez contigo, no te quiero volver a ver en mi puta vida ya no me interesas - me encaminó hacia mi armario.

- Estoy embarazada de ti - su estúpida confección me hace detener mis movimientos.

- Ajá y yo soy gay - que se note el sarcasmo - Por Dios Verónica eso no funciona conmigo.

- pero ¿por qué no me quieres? Yo tengo todo lo que cualquier hombre desearía - pasa las manos descaradamente por su cuerpo.

- Bien, dijiste cualquiera y yo no soy cualquiera. Tengo cosas más importantes que hacer - me giró nuevamente a buscar que ponerme.

- Pero Boris - chilla con su voz irritante.

Cuenta hasta diez no la mates, cuenta hasta diez no la mates.

- Boris, por favor hablemos - a la mierda el conteo, sacó mi arma y me volteó dándole un tiro entre ceja y ceja.

Un problemilla menos.

Continuó buscando mi ropa, una cómoda y armó una pequeña mochila con ropa para quedarme en el hospital con Dalila el tiempo que sea necesario.

Le envío un mensaje a Vladímir para que mande algunos hombres para que se lleven el cuerpo de mi habitación.

Con todo listo bajó nuevamente, llamó a todos los empleados incluyendo a mis hombres de seguridad.

Cuando ya están todos, hablo:

- En unos días viene la señora de la casa y no, no me refiero a mi madre, sino a alguien en especial, está dedicada de salud por eso deben estar pendientes de ella y servirle en todos aunque para eso estoy yo, deben tratarla como a mí y si no lo hacen, ¿saben cómo terminan no? - asiente - Se pueden retirar.

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Quinto capítulo , espero que les guste

Quinto capítulo , espero que les guste

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Tentadora Oscuridad © NUEVA VERSIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora