Capítulo 10

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Narra: Dalila

Subo a la camioneta y luego Gutiérrez hace lo mismo, para irnos hasta la mansión con otra camioneta de seguridad tras nosotros.

Miro a través de la ventana el paisaje de camino a casa, echo un vistazo adelante y Gutiérrez mira por el retrovisor nervioso lo que alerta mis sentidos.

- Gutiérrez, ¿Qué sucede? - pregunto mirando a todos lados, me ignora - ¿Qué pasa?

- Nos están siguiendo señorita...- un fuerte golpe nos golpea por detrás, cubro mi vientre asustada - carajo - dice sacando un teléfono miro atrás y la camioneta que venía con nosotros desapareció.

- Gutiérrez - mis palabras quedan en el aire cuando los disparos comienzan a sonar, Gutiérrez frena.

- Señorita tranquila - dice al verme intranquila y asustada.

Más disparos resuenan y miro como el cuerpo de Gutiérrez cae, me asomo y tiene un disparo en la cabeza.

- No, no puede ser - digo presa de los nervios, un golpe en la ventanilla me hace mira y un hombre encapuchado me apunta por la ventanilla miro a los demás lados y estoy rodeada y sola.

Bebé solo estamos tú y yo ahora.

- Salga - indica, tiemblo y abro la puerta con cuidado y salgo, me toman del brazo y me obligan a subir en una camioneta.

- El jefe estará feliz de tener la putita y con el futuro heredero - comenta otro hombre y es lo último que escuchó antes de que me clavé la aguja en el cuello.

Narra: Boris

Miro el cuerpo de Soto caer y salgo del casino.

- Boris sabes que te tengo respecto, pero acaso eres imbécil. Debes medir tus actos carajo - dice Vladímir.

- ¿Qué quieres decir Vladimir?

- Mataste al jodió líder de la mafia costra - dice enojado.

- A mí que me importa.

- ¿Sabes las consecuencias que traerá esto? No verdad, ¡porque solo sabes actuar por impulso carajo!

- A ver Vladímir, cálmate no te olvides de quien soy.

- Una mierda es los que tú eres, no siempre voy a estar para salvarte el trasero y lo lamentaras.

- ¿Me estás amenazando? - inquieto ya molesto.

- Tómatelo como se te dé tu puta gana - dice caminando a quién sabe dónde.

- Vladímir - Me ignora - ¡Vladímir!

Este hijo de puta, suspiró para llamar a casa para saber si Dalila llegó.

A los tres tonos contesta mamá:

- Mamá soy yo Boris, ¿Dalila llegó a casa?

- Hola hijo, aún no - su respuesta me hace fruncir el ceño.

- Está bien, Adiós.

Cuelgo, y busco el rastreador de la camioneta donde va Dalila pero está paralizada.

Llamó a Gutiérrez, pero no contestó, lo intentó varias veces pero igual.

Mierda.

Camino para ver si logro ver a Vladímir y si está sentado en unos bancos, caminó hasta él.

- Vladímir - lo llamo.

- Déjame en paz Boris.

- Ayúdame... Por favor - susurro - Dalila aún no ha llegado a casa y Gutiérrez no contesta el teléfono - me ignora, pero finalmente suspira para sacar su teléfono y hacer un par de cosas y el color que toma su rostro no me gusta para nada - ¿Qué pasó?

- Mataron a Gutiérrez y secuestraron a Dalila - mi cuerpo se pone rígido, aprieto mis puños.

- ¿Quién? - es lo único que preguntó antes de explotar.

Narra: Dalila

Un balde de agua fría me hace despertar de golpe, miro a mi alrededor desorientado.

- La princesa ya decidió despertar - dice la voz del mismo hombre que me apuntaba antes.

Me hago bolita en la cama donde me encuentro, sin importar el frío.

- ¿Qué quieren de mí? - susurro asustada, se acerca a mi.

- El jefe es que quiere todo de ti, pero puedo divertirme un poco mientras él llega - se acerca a mí subiéndose encima.

- No, no me hagas daño por favor - las lágrimas comienzan a caer, besa mi cuello.

Levanté mi cabeza de un lado a otro intentando impedir sus toques pero es imposible.

- déjame por favor - lloro, me manosea apretando mis senos por encima de la ropa.

Otra vez no, por favor.

Mis lágrimas siguen deslizándose, estoy atada de pies y manos con cuerdas, pero aun así logra sacar mi blusa y darse la tarea de manosear mis senos más.

- déjame te lo suplico - digo con un hilo de voz.

Un fuerte estruendo se escucha y las acciones del hombre se detienen a la vez que su cuerpo cae al costado, me encojo y cierro los ojos al ver la silueta de una persona acercarse.

- Nena, soy yo, abre los ojos - ¡Boris! - ya estás a salvo - desata mis manos y pies para abrazarme y yo hago lo mismo aferrándome a él.

- Boris él... - me calla pegándome más a su pecho.

- Shhh, tranquila - susurro en mi oído - tenemos que irnos de aquí.

Me toma en brazos para sacarme de esa habitación hasta la salida donde están los hombres de él ya esperando.

Me coloca dentro del auto quitándose su camisa para ponérmela encima.

- Ya están aquí conmigo, ya están a salvo - deja un beso en mi frente y me abraza fuerte hasta llegar a casa.

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Amo a Vladimir enojado JAJAJA

Disfruten la lectura :)

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Tentadora Oscuridad © NUEVA VERSIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora