—Hola, amor. Bienvenido. ¿Cómo te fue el día de hoy?— me dice mi cariñosa esposa recibiéndome del trabajo como cada día lo ha hecho durante los últimos veinte años.
—El día estuvo un poco pesado pero estuvo bien— le respondo al mismo tiempo que la rodeo por la cintura y le doy un cálido beso en los labios.
—Ven, siéntate, la comida ya está servida— me toma de la mano y me dirijo al comedor para probar lo que con tanto amor y esmero preparó, solo para mí.
Ambos comemos y vamos a nuestra habitación, en donde después de un rato recostados viendo una película antigua, nos invade el deseo y terminamos envueltos en una pasión casi adolescente.
Una vez cansados, y con una ducha encima, volvemos a nuestro lecho solo para dormir, abrazados, sin ningún tipo de preocupación. Nuestros dos hijos son adultos y tienen sus vidas echas, así que ahora ella y yo disfrutamos solo de nuestra compañía.
Sin poder conciliar mi sueño, un pensamiento llega a mi mente, y es Michiru, mi asistente. La chica en cuestión es joven y bastante atractiva, además de que en ocasiones es bastante sugerente, casi como si quisiera envolverme en sus redes.
No niego que en alguna ocasión estuve tentado a proponerle algo, pues quería vivir una aventura, pero después de ver el rostro de Serena al dormir acurrucada contra mi pecho cada noche, resolví que no necesito nada de eso.
La única mujer a la que amo y siempre amaré es mi esposa, Serena, la mujer más HERMOSA del universo y la que cada día se ha dedicado en cuerpo y alma a alimentar nuestro amor.
¿Para qué buscar un cariño falso cuando todo lo que necesito lo encuentro en Serena, y soy tan feliz a su lado a pesar de los años?
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A pesar de los años
Hayran KurguEsta es una historia creada para cumplir un reto que me propusieron. La dinámica es crear un capítulo corto durante 10 días utilizando una palabra clave que se me da. En esta historia veremos a Serena y a Darien maduros y diversas situaciones que le...