𐚁 SO IN LOVE 𓏲ּ ֶָ֢

CAPÍTULO 13

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Desde la mañana tengo una sensación extraña de lo que pueda pasar  hoy, por más que insistía en la hora corriera, el reloj parecía retener el tiempo convirtiendo los segundos en largas horas y las horas en una eternidad.

Mis manos temblaron en cuanto fui ingresando al edificio por el último día de trabajo de la semana, saludé a todos como siempre, incluso a Gloria, la chica con la que arreglé mi situación aquella noche, aunque ella no aceptó quedar en buenos términos, eso no me impedía ser amable y saludarla como se debe.

Caminé por las últimas oficinas que me quedaban, Hitch no estaría por hoy ya que avisó que debía viajar a Trost de visita a las demás asociaciones del congreso, para mi eso era suerte, tener que soportar cada broma de Hitch me costaba el hígado de Annie, hacernos sentir incómodos es su pasión. 

Al llegar vi que la puerta se encontraba semi abierta, lo cuál se me hizo extraño ya que la rubia siempre mantiene la puerta cerrada, incluso Hitch, le molesta el ruido externo de la oficina y el bullicio de las suelas de los zapatos.

Imposible no equivocarme, sin llamar a la puerta, ingresé al lugar esperanzadome encontrar con la rubia.

—¿Pensaste que nunca me iba a enterar?–

—¿Y tu creíste que me ibas manejar?–

Al entrar pude ver a dos personas discutiendo.

Sus miradas se fueron hacia mi con asombro, pero más impresionada se encontraban los ojos celestes.

¿Otra vez este hombre?

—¿Que hace este aquí?– Me causó furia al ver que el brazo de Annie estaba siendo sostenido de forma inapropiada por las manos de Marcel. Annie se soltó en seguida de un solo tirón, tomando distancia de él. —¿Trabajas con este hombre?– Le habla con el mismo tono arrogante.

—Que te importa. ¿Ya te vas, cierto?–

—¿De verdad Annie? ¿En todo este tiempo, estuviste con tu amante?– ¿Volvía a lo mismo? ¿Cómo es que este hombre llegó a parar aquí?

—No te perm.–

—¡Claro! Ahora entiendo todo.– Me interrumpió. —No cabe duda que nunca dejaste de ser una zorra.– Avance un paso pero la mano de Annie me detuvo a lo lejos.

—Marcel, vete de aquí, este no es lugar para tus tonterías.–

—No claro, si ya vi todo. Saliste de la casa de Pieck solo para mudarte con él y ahora trabajan juntos.– Ni siquiera sabe lo que dice. Me está colmando la paciencia.

—Tks.– Bastardo.

—Pero ni creas que voy a firmarte esos malditos papeles.– Es la discusión más fuerte que vi entre dos personas, Marcel está furioso, caminó con pasos firmes a la salida de la puerta dando una última mirada a mi y a Annie —Si no vas a volver conmigo, tampoco esperes a ser feliz con este.– Cerró la puerta y se fue.

¿Cómo permití escuchar todos sus insultos?, ¿cómo dejé que fuera él quien tomara la decisión de irse en vez de sacarlo yo mismo?, ¿cómo fue que mi mano se resistió en golpearlo?