XIV. Mack.

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Le dí un mordisco más a mi sándwich de Nutella y lo dejé en el plato. No quería más. Lo observé por un momento, solo había mordido tres o cuatro veces, pero ya estaba llena. Suspiré. Ayer le habían diagnosticado a Mackenzie, mi mejor amiga, cáncer. Decidí ir a la casa de ella para consolarla y acompañarla. En el camino pensé en todas las cosas que habíamos pasado juntas. La escuela primaria y ahora la secundaria, nuestro primer amor (Muy idiota, por cierto), nuestra primer mascota (la compramos las dos), la muerte de su madre (justo hace un año), el intento de suicidio de su padre, la primera vez que me metieron a la cárcel (ella me salvó de un regaño), la vez que nos perdimos por dos días en el bosque...En fin, son demasiadas situaciones y no sabía que me esperaría. No podía evitar temblar al momento de tocar en su puerta. Su padre me abrió, tenía los ojos enrojecidos por llorar.


-Hola, Alice - sonrió forzosamente - Pasa, por favor.


Se hizo a un lado y pasé timidamente.


-Mack está arriba - informó.

-Gracias, señor Stubborn.


Subí las escaleras y me dirigí al último cuarto. Toqué tres veces.


-¡NO QUIERO SALUDAR A NINGÚN MALDITO FAMILIAR, PAPÁ! - gritó al otro lado de la puerta.

-¿Mack?


La puerta se abrió de golpe.


-¡Alice! - saltó encima mío y me abrazó fuertemente.

-Mack... - empecé a decir cuando nos separamos - yo... siento - me puso un dedo en la boca.

-No lo menciones - se sentó en la cama - Sé lo que quieres decir, pero es que estoy cansada de que todo el puto día hayan personas completamente extrañas entrando a mi casa sólo a decirme que lo sienten, como completos hipócritas ya que sólo vienen porque tengo cáncer. Así que, te ruego, por todo lo que hemos hecho juntas, que me saques de aquí, por favor.


Sonreí. "Esta es la Mack que conozco"


-Vale, no hay problema.


Bajamos y Mack abrió la puerta principal de la casa. Su padre la miro extrañado, pero no dijo nada. Al salir a la calle Mack se puso a dar vueltas como una niña pequeña a su alrededor.


-¡LIBRE SOY! ¡LIBRE SOY! - me reí al verla gritar. Era la única chica con cáncer que se comportaba así.


Caminamos por las calles burlándonos de todo el mundo que pasaba con sus caras de idiotas adictos al trabajo y haciendo muecas raras a las personas que estaban a nuestro lado. Sentí una vibración en mi trasero, saqué mi celular. Era un mensaje de Harry.


+Aliceeeeee

+Ayudaaaa

+Ed me cambió por NINA, ¡POR NINA!


Sonreí y empecé a escribir.


- Ya somos dos.


+¡Eso es injusto!

+No tengo nada para hacer.


Mack me miró extrañada.


-¿Que haces?


"Tengo una idea"


-¿Te gustaría conocer a alguien? - pregunté

-¿A quién?

-Es una sorpresa - sonreí.

-Vale, tu sabes que me encantan las sorpresas.


Volví a escribir.


-Ya sé que puedes hacer.

.

.

.

.

-Solo necesito saber como es posible que dos personas puedan estar felices juntas por siempre - dijo Mack metiéndose lo que quedaba de las palomitas a la boca. Habíamos acabado de salir del cine con Harry, y realmente lo estábamos disfrutando, pero al recordar que Mack podría morirse, las lágrimas intentaban salir.

-Es fácil - le explicó Harry - Si los dos se aman incondicionalmente y están dispuestos a darlo todo el uno por el otro, lo lograrán.

-Aún no lo sé - dijo indecisa - ¡HEY!, ¿y si entramos a los juegos?


A unas cuadras del cine había un semi-parque de diversiones que tenía algunas cosas.


"Tal vez sea parecido al que fuiste con Ed" Maldito subconsciente. Debo dejar de pensar en Edward.


Nos subimos a la rueda de la fortuna, comimos algodón de azúcar y bebimos soda por montones. Mientras Harry y ella compraban los tiquetes para subirse a la montaña rusa (Yo me había negado), fui al baño y no pude evitar llorar. Mack se veía muy feliz, y el hecho de que tuviese cáncer y que pronto no podría ver esa sonrisa en su rostro me causaba un gran vacío en el corazón. Sollocé por unos momentos y luego respiré profundamente varias veces para calmarme. Lo menos que quería ahora era un ataque de pánico. Me sequé las lagrimas con la manga de mi jersey y salí. Harry y Mack aún estaban en la montaña, así que me dediqué a dar un pequeño paseo por el parque. Me senté en una de las bancas y saqué mi celular.


-¡ALICE! - gritó a mis espaldas.

-¡¿Nick?!

Bloodstream - Ed SheeranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora