XIX. You're not my father

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-Buenas tardes, ¿A dónde desean ir?

-Al Darlington Memorial Hospital, por favor.


Desde la llamada de Reid hace una hora no había podido calmarme. Habíamos regresado a Darlington de inmediato en avión, ya que nos ahorrábamos dos horas de viaje, pero aún así no podía dejar de preocuparme por mi madre y por el bebé. Sabía que ese bastardo era capaz de cualquier cosa, y una parte de mí quería ignorarlo todo, porque tenia miedo de lo que me esperase en el hospital.

Ed estaba conmigo en el taxi, tratando de calmarme. Me tomó de la mano y me sonrió, una cálida sonrisa; y yo le di una un tanto forzada.


-Llegamos -anunció Ed.


Le entregué el dinero al taxista y salimos. Corrí hasta el ascensor y seleccioné el piso 4. 


-Alice, tranquilízate...

-No puedo,Ed -lo interrumpí-. No sé que le pasó a mi madre, no sé si está viva o no, no sé nada, Ed, nada.


Cubrí mi rostro con mis manos y empecé a sollozar. Sentí sus brazos a mi alrededor y lo abracé hasta que el ascensor se abrió y salimos. Ed aún me tenía de la mano.


"Habitación 425, 426, 427..."


Reid y Spence se levantaron apenas me vieron; y sin dudarlo me solté de Ed y corrí hacia ellos, abrazándolos fuertemente. Cuando nos separamos pude ver que Spence trataba de no llorar.


-Reid, Spence, por favor, díganme que pasó -supliqué.

-Primero siéntate, Alice -nos sentamos los tres y Reid empezó a hablar- Después de que te fueras, nuestros abuelos llegaron para hacerle compañía a mamá. Pero hace cuatro días se tuvieron que ir por un problema con el sindicato, ya sabes cómo el abuelo está metido en todo eso. Bueno, el caso es que, esa misma noche, Richie entró a la casa...

-Suponemos que había estado espiando a mamá -interrumpió Spence.

-Y la atacó -siguió Reid, pero la voz le falló.

-Primero vio a Eileen -continuó Spence-. También suponemos que estaba borracho. La tomó del brazo y la intentó tocar, pero ella gritó y mamá bajo a ver qué era lo que pasaba. Al ver a Richie sujetando bruscamente a la pequeña lo atacó golpeándolo en la cabeza con una botella, pero al parecer eso no bastó. Sí soltó a Eileen, pero sólo para poder golpear a mamá. Eileen salió corriendo y se ocultó debajo de la cama, dónde llamó al 911. Mientras, Richie golpeaba a mamá. Cuando la policía entró a la casa, mamá estaba apoyada en una pared y Richie en el suelo, inconsciente.  Ellos los trajeron aquí... 

-Una gran estupidez traerlos a los dos al mismo hospital -interrumpió Reid.

-Y para concluir, Alice, mamá está estable.

-¿Y el bebé? -pregunté. Los dos se quedaron en silencio- ¡Díganme que carajos pasó con el bebé!

-Mamá lo...lo perdió -murmuró Spence.


Sentí que mi mundo se derrumbaba. Mi padre había...asesinado a mi hermano, él le había quitado la esperanza, la oportunidad de enamorarse, de sonreír, de llorar, de vivir


-Ese...-comencé a decir, pero ningún insulto podía abarcar todo el odio que sentía por esa cosa. No, él no merecía llamarse padre, ni ser humano. 


Comencé a sollozar en los brazos de Reid, pero unos gritos nos distrajeron un momento. 


-¡DETÉNGANLO! ¡NO DEJEN QUE SE ESCAPE!


"¿Es en serio?"


La escena parecía sacada de una película. Richie, vestido con una bata blanca, corría huyendo de los policías que lo perseguían. Al verme, se arrodilló ante mí.


-Alice, ayúdame, por favor. No me dejes así, soy tu padre, por favor.

-Usted no es mi padre. Usted no es nadie para mí.


Al oírme decir eso se levantó e intentó pegarme, pero Ed se interpuso y lo empujó.


-No te atrevas a tocarla, maldito hijo de puta -susurró, lo suficientemente fuerte para que mi padre y yo lo oyésemos.


Al instante llegaron los policías y se lo llevaron. Lo último que le escuché decir fue:


-¡Me las pagarán, todos ustedes...!

-Lamento haberles hecho pasar por esto -dijo un uniformado que se acababa de acercar  a nosotros- pero se escapó de nuestra vigilancia  mientras creíamos que estaba dopado. Suponemos que venía a ver a la Señora Lara Woodgate, pero al verla a usted -se refirió a mi- se arrepintió y se dirigió a usted.

-No importa, oficial -dijo Reid.

-De todos modos -continuó-, hoy mismo será llevado a una cárcel hasta el juicio definitivo.

-Gracias, señor -dijo Spence. 


Volteé a ver a Ed, quien me estaba mirando.


-¿Estás bien, Teddy?

-Claro que sí. Yo soy el que te debería preguntar eso  -lo abracé.

-Gracias -le susurré al oído- Eres una de las mejores cosas que me ha pasado en la vida.

-Y tu una de las mías, Al.


Bue, aquí está el otro capítulo. Ustedes saben que no soy de las que subo muy seguido (A veces me demoro un mes para escribir un cap de tres páginas) pero sinceramente prometo subir más a menudo y capítulos más largos (aunque no tanto como Runaway).

DontBeMyAlways



Bloodstream - Ed SheeranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora