XXIX.

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Una de las peores cosas que puedes hacer como mujer es rebajarte ante tu ex pareja, ya sea para hablarle, rogarle o lo que sea. Hay que tener dignidad, siempre lo dije. Pero este era un caso diferente.

Miré la pantalla de mi móvil. El número de Nick resaltaba entre todos. No quería hacerlo, el orgullo me apretaba en la garganta, pero no tenía opción. No aguantaba mas la ansiedad, esas ganas de sentir los químicos en mi organismo de nuevo.. Mi cuerpo lo necesitaba. Yo lo necesitaba. Pulse la opción "Marcar" y esperé. 

Una, dos, tres, cuatro veces timbró. Desilusionada, desistí. Había sido una idiota al llamarlo, pero la ansiedad no se iba. Había intentado sin éxito no pensar en ello, había intentado alejarlas de mis pensamientos fumando cigarrillos, pero era inútil. No era lo mismo. De repente, se me ocurrió llamar a Joseph. ¡El era mi jodida solución! 


"—Ya te dije, hermano, que no te voy a fiar más hierba, deja de joderme la pu...

—Joseph, hola —interrumpí. 

—¿Alice? ¡Hey, chica! Hace tiempo que no sabía nada de ti. ¿Cómo van esas visitas al hospital?

—Oh, cállate, inútil —reí—. Y, ¿Cómo van las cosas?

—Bien, muy bien. ¿Y cuál es la exacta razón de tu llamada? Porque eres Alice Woodgate, y si no estoy mal, tu no llamas sin razón alguna.

—¡Eres un exagerado, Joseph!. Pero... —escuché su risa  al otro lado de la línea—. Sí, de hecho te quería pedir un favor. 

—Lo que quieras, preciosa.

—Tu vendes...Ya sabes, droga. Y me preguntaba si podrías venderme a mí un poco.

— Alice...

—No digas nada para intentar hacerme cambiar de opinión. Ambos sabemos que tú no eres la persona indicada para decirme que efectos secundarios tienen las drogas.

—Sabes muy bien que  no consumo. Vendo, sí; pero no consumo.

—¿Me vas a vender o no?  — exclamé, exasperada.

—Está bien, Alice. Sólo espero que sepas en qué te estás metiendo.

—Ya voy para tu casa. 

—Te espero. Adiós, chica.

—Adiós, Joseph".


Colgué la llamada alargué la mano, buscando las llaves de mi auto. Apenas las encontré, corrí escaleras abajo hasta salir de la casa y entrar al auto. Una vez en camino, coloqué la radio. No me gustaba el silencio, me hacía pensar en lo que iba a hacer. Decidí empezar a cantar una canción que había empezado a sonar.


"My ship went down

In a sea of sound.

When I woke up alone I had everything:

A handful of moments I wished I could change

And a tongue like a nightmare that cut like a blade"


In a city of fools,

I was careful and cool,

But they tore me apart like a hurricane...

A handful of moments I wished I could change

But I was carried away"

Bloodstream - Ed SheeranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora