-Otra vez tú con esa absurda idea, ¿estás bromeando?
-No seas así, al menos te esperé aquí afuera mientras charlabas con el señor amargado. -pretendió sonar enfurecida.
-De acuerdo, ¿podríamos ir a la cafetería? Muero de hambre -trató de no seguirle la corriente, discutir con Leah Clearwater sería regresar las antiguas guerras mundiales a la actualidad.
-Sabes que tengo razón -dejó salir una pequeña sonrisa y tomó del brazo a su amigo incitándolo a caminar.
Una vez aproximados a la cafetería miradas con expresiones de todo tipo se posaron en Leah y Hannibal, muchas chicas tenían la costumbre de observar a Leah con envidia simplemente por ser la mejor amiga del chico más deseado por el género femenino de la institución. Es él un chico simpático y atractivo lo cual no solía prestarles atención a las demás chicas sabiendo que su amor está ocultamente guardado por Leah.
Ambos fueron a pedir sus almuerzos y a simple vista distinguieron a sus amigos en los comedores.
-Pensábamos que no vendrían -dijo Giordana, mejor amiga de Leah.
-Oigan, escuché rumores sobre dos chicos que ingresaron a la institución, algo así como un...
-¿Intercambio? -se adelantó Hannibal.
-Sí, eso mismo, ¿de dónde creen que vengan?
-Seguro vinieron de Transilvania -bromeó la chica de rasgos asiáticos acerca del tema.
-Me parece interesante todo esto pero iré por un postre -sugirió Leah por si misma levantándose de su lugar- No me tardo.
Nuevamente en la cafetería, Clearwater contempló la variedad de postres que habían en el mostrador de alimentos. La mayoría favorecían sus particulares gustos y en menos de un minuto decidió por una pequeña tarta de arándanos y cuando la tuvo en sus manos, prosiguió su camino hacia donde estaban sus amigos pero sin darse cuenta tropezó con alguien.
-Oh, cuanto lo siento... -lamentó Leah sin saber con quien había tropezado.
-No te preocupes, fue mi culpa.
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No Quiero Ser Más Tu Rival
FantasyDos rivales, dos mundos diferentes y una revelación inesperada.