-Oh, chicos... -murmuré con vergüenza.
-¿Qué crees que hacías? -me escaneó con la mira-, ¿Te hizo daño? ¡Mírate!
Tantas cosas a la vez me desconcentraban.
-No es nada.
-Leah, ¡lo sabías! -exclamó decepcionado.
-Hannibal...
-¡Tú sabías que él es nuestro enemigo!
-No, ¡no fue así como lo viste! -aseguré tratando de mirarlo a los ojos.
-Robert debe enterarse de esto. -musitó dándome la espalda- Noah, vámonos.
-No, aguarda... ¡No me des la espalda! -mi amigo sólo siguió marchando- Es una orden.
Noah me miró negando con la cabeza, sabiendo que había hecho enojar al lobo. Hannibal se dio la vuelta y se acercó desafiante.
-¡¿Qué dijiste?! -su cuerpo se tensó.
-Lo que oíste.
-No sé sí lo entiendes pero... ¡Tú no eres alfa y mucho menos mí beta como para darme órdenes! -Inquirió con enojo- Leah, tú me dejaste este cargo a mí y ahora yo mando en esta manada.
-¿Sabes lo qué estás diciendo?
-No eres nada.
Impacté mí mano en su mejilla.
-No vuelvas a decir eso ¡Jamás! -grité muy cerca de él.
Sus ojos tomaron un color amarillento, su lobo lo estaba controlando y no tardaría mucho en salir. Noah enseguida trató de apartarlo de mí cercanía, pero ya era muy tarde porque su lobo me desafiaba con la mirada.
Hannibal le gruñó y éste se apartó con reproche y sin dudarlo me transformé uniéndome a la conexión que tenían ambos.
-Detente, por favor, tú no eres así.
-Todo lobo que desobedece a su Alfa, merece un castigo. -avanzó un poco hacía a mí.
-¡No seas ridículo, no permitas que tu lobo te domine! -gruñí con irritación.
-¡Cállate!
-No. -corrí y me posicioné a su alrededor- Tú no me mandas y nadie más lo hará -gruñí simulando que lo iba a atacar, pero no iba a funcionar de esa manera. Hannibal poco a poco se iba inclinando.
Sabía que él no sería capaz de tratarme como lo había hecho, lo entiendo y a la vez me enfurece porque aún se sigue llevando por los impulsos de su lobo. Después de eso, corrí tratando de alejarme de ellos.
Hastong
Aparecí en casa, justo al lado de mi hermana la cual me miró sorprendida. Caminé hacia la cocina y busqué un poco de agua fingiendo que me encontraba bien.
-¿Todo en orden? -cuestionó Rashell apoyada en el marco de la puerta.
-Sí -contesté en voz baja.
-¿Qué ha ocurrido?
-Debemos llamar a Louis. -me acerqué a ella- La búsqueda ha resultado.
Rashell sabiendo a qué me refería, enseguida buscó polvo de lágrimas, marcó un círculo en el suelo con aquello e hizo que éste marcara unos símbolos. Busqué un viejo libro que siempre llevaba conmigo, lo abrí y leí unas cuantas frases haciendo que aquel circulo aprendiera fuego. La presencia del Rey nos conmovió a ambos.
Mi hermana hizo una rápida reverencia y yo simplemente lo miré fijamente.
-Creí que no llamarían. -dijo-, Hastinie ¿por qué no te inclinas para tu padre?
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No Quiero Ser Más Tu Rival
FantasyDos rivales, dos mundos diferentes y una revelación inesperada.