Maratón 2/3
"En ese momento abrí débilmente los ojos y pude darme cuenta que no sabía en donde me encontraba. Lo negro era lo único que podía divisar hasta que surgió una llamativa luz que me cegó por varios segundos. Era una antorcha de esas que funcionan con aceite de gas. Intenté ponerme de pie, pero me detuve al oír un chillido metálico arrastrarse; eran cadenas. Una voz me llamó en un mínimo susurro; era una voz áspera y lo suficientemente grave, como para que me dieran escalofríos.
De la oscuridad salió el dueño de dicha voz; un hombre, alto, portaba una túnica larga, tan larga que al caminar la arrastraba por los suelos, era de tes pálida y tenía ojos de color carmesí que me miraban muy detalladamente. Su rostro me daba miedo pero no se comparaba con el horror de mirar, como estaba allí, el chico que amaba siendo avasallado con torturas y viendo poco a poco como era golpeado por dos sujetos que tenían sus rostros tapados. Sangraba y gritaba desgarradoramente, me hizo darme cuenta que ese momento el infierno debió haber sido muy grande para él, como para mí. Cada grito, cada lamento y cada palpitación, me hizo entender que todo lo que él sentía, yo lo podía sentir.
-Leah, Leah... -su voz volvió atemorizarme-. Eres una muy valiosa perla -ahora se encontraba detrás de mi.
-¡Ni se te ocurra ponerle una mano encima! ¿me oyes? -gritó Hastong recibiendo otro golpe a cambio. Miró con enojo a los dos sujetos y escupió sangre a un lado de ellos.
Una friolenta mano se deslizó por mi mejilla haciendo que todo mi cuerpo temblara de frío. Quería gritar pero las palabras no salían de mi boca.
-Shh, shh... -siseó en mi oído-. No tienes porque tener miedo -su frío aliento erizó los vellos de mi nuca.
-¡No lo hagas! -musitó Hastong. Se retorció en su lugar buscando una forma de liberarse. Fue entonces, cuando en su piel salieron escamas, de sus manos aparecieron largas y filosas garras -por apariencia-. Éstas rompieron las cadenas que envolvían sus muñecas. Emitía gruñidos y de su espalda surgieron alas de murciélago, todo su cuerpo cambió drásticamente.
Se deshizo de los sujetos una vez estando de pie.
Las cadenas me arrastraron hacia la oscuridad hasta que todo volvió a hacer como al principio; absoluta oscuridad."
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No Quiero Ser Más Tu Rival
FantasyDos rivales, dos mundos diferentes y una revelación inesperada.