Capítulo 5

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-Andando, amigos -dijo Frank. 

Hastong se puso de pie y tomó a su hermana de las manos para guiarla a levantarse como todo caballero con su reina.

-Nos vemos luego, chicos -se despidió su hermana. Hastong continuaba sonriendo, como si le diera gracia lo que ocurrió hace instantes, ambos hermanos al irse alejando calmaban un poco la tensión que cargaba encima. 

-¿Estás bien? -cuestionó Hannibal mirándome a los ojos.

-Sí, lo estoy. -dudé en haber dicho aquello. 

-¿Segura? -asentí con la cabeza-. De acuerdo, vámonos. 

Cada uno tomó lugares distintos, en este caso, serían salones, Hann tenía sus entrenamientos de Voleibol, Giordana y Frank verían clases de cálculo y a mi, teatro. Una vez dentro del salón de clases tomé asiento junto a la ventana. Tenía la ventaja de observar fácilmente los entrenamientos de mi mejor amigo

-Buen día, clase -dijo la señorita Susan entrando por la puerta del aula

-"Buen día" -respondimos todos al unísono. 

Saqué los objetos que utilizaría mientras que la señorita Susan charlaba con algunos estudiantes pero me distraje con los entrenamientos de afuera. Hannibal tenía una habilidad deportiva que lo hacía único frente a los demás, poseía un don que lo diferenciaba de los demás.

Justamente me vino a la mente lo sucedido durante el receso, aún dudo de que haya sido acto anormal de Hastong, sus características me dan mucho por pensar. No creo que haya sido otra cosa por simplemente haberlo conocido esta mañana. Nuestros presentimientos no siempre son reales  pero no debemos confiarnos en un dos por tres; por lo visto en él, parece ser buen chico, lo que pasó debió ser acto fallido de mi aprendizaje, ¿de qué se riera? pues, me comporté como una estúpida.

-Leah, ¿tienes algo que opinar para la clase? -me trajo a la realidad la voz de mi profesora. 

-No, disculpe -sacudí la cabeza reaccionando ante ello.

-¿Te gustaría retirarte del aula? -Negué- A la próxima sales, cariño.

Susan solía ser una profesora muy agradable con todos, pero cuando alguien en su clase no suele prestarle atención es todo lo contrario a lo que vemos ahora mismo.



Hannibal

Ella se comportaba de una forma peculiar, la notaba muy distraída desde que nos sentamos en esa mesa. Desde esta mañana llevo presenciando cosas diferentes que nunca he llegado a sentir, aseguro que en lo que salgamos de aquí se lo contaré a Robert.

Ahora mismo me encontraba en el entrenamiento de Voleibol  pero me hallo en banca por dificultades insospechadas, la verdad, siendo franco,  puedo sentir la profunda mirada de Leah sobre mi. 

Oh, se ha volteado, por lo visto le han llamado la atención. Solté una pequeña risa y volví a enfocarme en lo mío.

-Rapizzarda, entra ahora por Luke -gritó el entrenador, es ahora mi momento. Me levanté casi que corriendo y me adentré en la cancha.

Luego de dos horas productivas, todos nos dirigimos a los vestidores, nunca me ha gusta oler a perro mojado, sobre todo con Leah presente. Me imagino que debe estar esperándome en el campus, siempre hemos acostumbrado a irnos juntos al salir de aquí lo cual pasábamos a por los chicos de la manada. 

Al terminar de arreglarme, tomé mis cosas, me despedí de los jugadores y del entrenador, me dirigí a pasos rápidos hacia la parte exterior del Campus nuevamente para comprobar si Leah estaba ahí, miré hacia los lados y no encontré sus rastros caninos. 

¡Qué extraño! siempre me esperaba por estos lugares. 

Doy la vuelta desconcertado y escucho una voz muy familiar, miro hacia arriba y ahí estaba... Colgada desde la tarima.

-¿Me buscabas? -Dijo sonriente, dio un salto y aterrizó flexible, un salto así podría ser mortal para cualquiera que deseara intentarlo. 

-Así es, ¿qué estuviste haciendo? 

-Nada interesante la verdad -dijo con tranquilidad, me observó por unos segundos y vino corriendo a abrazarme.

Al haberse separado de mi sentí incompleto. 

-Deberíamos irnos, Seth de seguro quedará calvo de tanto esperarnos. 

-Ahora que recuerdo debo tener una charla con tu padre, Leah -formulé. 

-¿He hecho algo mal? -cuestionó aguantando las ganas de reír. 

-No linda, es asunto de lo...

-Es hora de irse tórtolos, cerrarán la institución en unos minutos -interrumpió nuestro entrenador. 

-Vamos -tomé su delicada mano y salimos de allí rápidamente.




 Leah

Esperamos a Giordana y Frank para marcharnos a casa, ellos saben con precisión nuestro secreto. Al principio fue un tanto abrumador pero hoy en día nos apoyan. Me senté en una pequeña banca  y Hannibal decidió ir a por un helado. Luego de unos minutos de soledad, por fin venían saliendo los chicos, visualizo bien y en eso no había llegado a notar que atrás venían Hastong y su hermana tomados de la mano, se notaba el cariño que tenían. Antes de salir hacia la luz se escabulleron detrás de un muro. Disimuladamente traté de ver mejor pero varias voces a mi alrededor lo impidieron. 











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Holaaa, vaya tiempo eh? Jjaja, aun estoy terminando las clases asi que.. Disculpen

Espero que les gustee

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No Quiero Ser Más Tu RivalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora