Capítulo 2: Recuerdalo.

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Bar-Cyclops.
8:30pm

Sakura

—Fue solo un accidente.

Suelto, y la Chica Cabello Rojo, gira con su mirada asesina hacia mí. Lo cual no me intimida, en lo más mínimo.

—¿Quién Demonios Eres,Tú?, ¿Defensora del pueblo?— Su tono es de total altivismo y supongo que esto terminará mal.

—Soy una persona, qué mira lo mal que estas tratando a esta chica—Señaló a la camarera, quien se encuentra totalmente asustada—Solo, por un pequeño accidente.

–Un Accidente.—Suelta en burla, esbozando una sonrisa.—¿Sabes cuanta gente choca conmigo fingiendo que es un accidente?

«Es Demasiado Altivista, Creída e Egocéntrica»

—Supongo que la chica es la primera.—Respondo, a lo que ella se enfurece.—No veo que seas la Reina de Inglaterra, para que todo el mundo quiera respirar el mismo aire qué tú.

—No, Niñata. No lo soy, pero te aseguro que soy más importante.— Su rostro se enrojece mostrando el enojo que destila hasta por los poros.—Soy la Mujer, de Sasuke Uchiha, el mejor abogado de este país. Hijo de uno de los Políticos más importantes. Si me diera la gana, con dos palabras te desaparecería.

Esbozo una sonrisa, ante sus alegarías,—¿Supongo que esta es la parte donde tengo que correr o intimidarme?—Pregunto, a lo que ella se enfurece aun más. Levantando su mano contra mí.

Miro el balanceo de su mano directo hacia mi rostro, por lo que cierro los ojos.

Espero el golpe en mi mejilla, pero no sucede.

Abro los ojos de golpe, encontrandome con Sasori plantado frente mi, tomandole de la muñeca.—No la toques.

Seguido de esto, la chica jala de su  mano, bruscamente soltandose del agarre de Sasori.—Recuerdalo, niña. Karín Uzumaki.—Suelta, antes de esbozar una sonrisa.—Recuerdalo, porque jamás se te va a olvidar.

Luego de esa amenaza, se da la vuelta caminando por donde vino, dando pequeños vistazos hacia nosotros.

Le sigo con la mirada hasta que se pierde entre la oscuridad y la gente.

Giro hacia la camarera, quien aun está en el suelo, con una impresión absoluta.—Lo..Lo siento.. Yo no quería.. Causarle problemas. Lo siento, señorita.—Escucho como balbucea entre pequeños sollozos.

«No debe tener mucho más que 17 o 18 años»

—Está bien, Está bien.—Respondo acariciándole de la cabeza.—Solo ten más cuidado.

Sasori, me apoya mirando a la chica con sonrisa en labios.—Sé más precavida, para la próxima. ¿Puedes ir a buscar dos botellas para nosotros, por favor?

La chica asiente con la cabeza, y yo miro como se pone de cuclillas a recoger el vidrio.

La imito, ayudándola a recoger los pedazos de vidrio, qué dejaron los vasos en el suelo, mientras la escucho sollozar.

—No es para tanto, sabes. Solo..

—No es eso, Señorita.—Murmura, en tono audible para mí.

La miro enarcando una ceja, y creo que ella se da cuenta de que no entiendo a que viene.— He estado muy distraída hoy, por.. Problemas en casa, y he roto más de diez vasos.—Suelta, envuelta nuevamente en lagrimas.—Cada vaso cuesta el doble de mi sueldo. No recibiré pago.. Entonces no podré comprarle los medicamentos a mi madre.. Yo.. —No termina la oración, vuelve a llorar a lagrimas sueltas. Recogiendo los pedazos de vidrios qué sobran.

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