IX

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Seokjin y yo entramos a mi habitación. Yeona nos trajo algo de té y galletas, después salió para darnos algo de privacidad.

Abrí un poco la ventana para que un poco de aire fresco entrara.

–¿Sobre que querías hablar?–, tomo asiento en la mesita y acerco mi mano a la tetera

Él se adelanta y sirve dos tazas de té. –Es algo que estuve pensando desde que Namjoon mencionó que su alteza tenía un corazón blando–

Me entrega una taza. Tomo esta y bebo un poco, mirándolo un momento.

–¿Hay algo en particular que quieras decir?–

Sonríe y asiente, –Estuve pensando en un incidente. Fue durante un banquete, mi hermano estaba discutiendo conmigo y terminé empapado. Me quedé un momento en el pasillo y cuando iba a irme, creí ver a alguien esconderse detrás de un pilar, ahora me doy cuenta de la realidad–

Me rio leve. –No fue muy discreto de mi parte–

Él corresponde con una leve sonrisa, –Aún si fué así, estoy agradecido con la princesa–, me mira con una expresión tranquila, –Pude tener una vida más tranquila gracias a eso. Quería agradecerle, a pesar de que no tuve una buena impresión de su alteza, le agradezco que me ayudara–

Hago un leve asentimiento con la cabeza, –No podía ver eso y no hacer algo. Me sentí algo impotente al no poder hacer algo en ese momento–

Solo sonríe cómodamente. –Alteza, quiero ayudarla sinceramente, me aseguraré de encontrar lo que pueda ayudarla a salir de aquí–

–Gracias, pero también debes descansar, no hagas demasiado esfuerzo–, advierto

Sonríe y solo asiente, bebiendo de su té. Comienza a hablarme de otras cosas, por ejemplo, su vida antes de venir aquí.

Supongo que esto nos acerca un poco y derriba la barrera que antes él tenía para mí.

.......
Al día siguiente.

Ayer después de hablar con Seokjin, decidí dormir, ya que mis días desde hoy comenzarán antes de que salga el sol, cuando la luz comience pintando el día.

Salí de la villa, iría a la habitación de Sejun por algunas cosas, entre ellas, su caballo.

Sejun tiene una pequeña cabaña cerca de la villa, está entre mi jardín. Él decidió vivir ahí, ya que tiene un gran aprecio por su caballo y quería un lugar en donde ambos pudieran estar juntos. El aprecio que tiene por ese caballo, es parecido al que el rey tiene por Hyejin.

Llego a su cabaña y toco la puerta. –Sejun, ¿Estás despierto?–

Espero un momento. Al no tener respuesta, levanto mi mano para volver a tocar.

La puerta es abierta, mi puño que estaba destinado a tocar la puerta, cae justo en el pecho se Sejun.

–Ah!–, él da un paso hacia atrás, –Alteza, disculpe, estaba profundamente dormido–, hace una reverencia. –Pero princesa, usted nunca viene a menos que.....Oh no!, ¿Ocurre algo?, ¿Está bien?–, comienza a revisarme con la mirada

–No es nada como eso, tranquilo–, lo tranquilizo. –Solo vine a pedir un favor. ¿Puedes prestarme a esmeralda un momento?–

Esmeralda, el nombre de su caballo, una yegua color blanco. La razón por el nombre, aún no la sé, supongo que es porque a Sejun le gustan las joyas.

–¿Esmeralda?, Por supuesto, puedo hacerlo, pero ¿Por qué la necesita?–

Sonrío leve. –Decidí aprender a montar. Namjoon me ayudará con eso y acordamos empezar hoy en la mañana–

𝐋𝐎𝐍𝐄𝐋𝐈𝐍𝐍𝐄𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora