𝐋𝐎𝐍𝐄𝐋𝐈𝐍𝐍𝐄𝐒

XI

Dos días después.

Estos han sido los dos días más largos de mi vida. En definitiva, todos aquí odian que esté tomando el lugar de mi padre.

Desde desayunos horribles hasta "accidentes" ocasionales cuando paso por los pasillos. Me dije a mi misma que podía soportarlo, pero es bastante cansado lidiar con tantas personas, sobre todo cuando estuve sola por bastante tiempo.

Justo ahora, estoy en el estudio de mi padre. Yeona preparó algo que sí se le puede llamar desayuno, ella fué muy valiente al ir a la cocina sola y soportar todo tipo de comentarios.

–Gracias Yeona. Finalmente esto se acabará–, toco mi cabeza

–Tranquila alteza, el mayordomo me dijo que la persona llega hoy–, Yeosang intenta calmar mis nervios

Asiento en su dirección. Como algo de fruta y leo más papeleo. Debo decir, que a pesar de su actitud, padre es bastante responsable cuando se trata del reino. Todo está perfectamente organizado, no cabe duda que hace un buen trabajo como rey, solo es un tirano cuando se trata de mí.

–Princesa, escuché que los concubinos están bien, además la segunda princesa los a visitado estos días y ellos se pusieron contentos–, Yeona intenta apoyar, pero eso me da una leve sensación de incomodidad.

Sabía que encariñarme con ellos era peligroso para mí, pero es algo que no se puede controlar.

Yeosang, quién estaba en silencio, me da una mirada, creo que sabe lo que pienso, él siempre lo sabe.

–Terminemos el trabajo y volvamos a nuestro lugar–, Sonrío leve.

Escucho dos toques en la puerta, por lo que rápidamente tomo la tela para cubrirme el rostro. –Adelante–

Sejun entra, con una expresión molesta. –El sujeto está aquí–, dice con desdén

Yeosang, Yeona y yo nos miramos, confundidos por su actitud. –Entonces hazlo pasar–, le indico

Sejun titubea y entra, cerrando la puerta. –Princesa, disculpe mi atrevimiento pero no confío en ese hombre. Es muy extraño, la llama como si fuesen cercanos, ¿Y si quiere lastima...

La puerta se abre, interrumpiendo la conversación.

–¿Por qué debo esperar?, Tengo que trabajar cuanto antes–, él entra, sonriendo con total confianza.

Mis ojos se iluminan, siento como si mi cuerpo hubiera liberado un peso enorme.

–¿Tío?–, sonrío, me levanto de mi lugar y voy en su dirección

–Hola pequeña princesa–, llega a mi lado y me envuelve en un abrazo paternal.

–¿Cómo estás?, ¿Qué haces aquí?. Te extrañé mucho–, recargo mi mejilla en su pecho

–Yo también pequeña–, acaricia mi cabeza y deja un pequeño beso en esta. Él me aleja y me mira, –Ahora dime, ¿Por qué tu guardia está de tan mal humor?–, me toma por los hombros y observa a Sejun.

Él solo baja la mirada. –Mis disculpas, no sabía que se trataba de usted–

Mi tío ríe, –Está bien, me gusta molestar a las personas serias–, dice sin ninguna vergüenza.

Jang Hyejung, segundo heredero al trono. Fué desterrado por mi padre y desde entonces no supe nada acerca de él. No esperaba que fuese él quién vaya a cuidar del reino.

–Quisiera hablar de muchas cosas por todo este tiempo, pero ahora debemos encargarnos de algo serio. Me gustaría hablar contigo a solas–, me mira, por la expresión de su rostro, creo que es importante lo que va a decirme