VIII

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Yeona terminó de aplicar la medicina para Jungkook. Él estaba algo incómodo, al parecer nunca había tratado una herida antes, noté algunas cicatrices en sus muñecas, creo que debe tener más en sus brazos.

–Vayan a dormir ahora, mañana tengo que comenzar un trabajo importante–, digo al aire, a nadie en particular

–Oh, alteza, la habitación del séptimo concubino ya está lista, él ya se a instalado–, Yeona avisa

Yo hago un leve gesto de agradecimiento. Ella se va y me deja con tres hombres.

–¿Séptimo qué?–, Jimin cuestiona

Me alejo de su abrazo y me quito el abrigo que Hoseok me prestó.

–Lo presentaré en el desayuno, ahora de verdad, necesito dormir–, me acerco a la cama, para acomodarme en ella

–Ya escucharon a su alteza, así que adiós–, Jimin le da una despedida simple y planea acostarse a mi lado.

–Tú también–, indico mientras apago una vela del mueble que está a un lado de mi cama.

–¿Yo?, Si yo duermo aquí–, Jimin se ve notablemente inquieto

–Solo quiero un poco de paz y tu te pegas demasiado a mí. Solo por hoy ve a tu habitación–

Jungkook y Hoseok ríen un poco mientras se acercan a la puerta.

–Bien. Pero estaré aquí a primera hora–, Jimin amenaza y se acerca a la puerta

–Descance alteza–, Hoseok se despide

Jungkook solo hace un movimiento con su cabeza. Jimin me mira con suplica, pero yo niego con la cabeza y muevo mi mano insistiendo en que se vaya.

Jimin finalmente sale de la habitación. Un viento entra por la ventana abierta y apaga las velas, dejándome en oscuridad.

–Dí lo que tengas que decir y vete–, hablo

Veo una silueta, –¿Sabía que estaba aquí?–

–Me pareció ver un cuervo en el jardín. No deberías espiar conversaciones de otras personas–

Escucho su risa. –Más importante que eso, parece que tiene dos semanas para buscar una solución–

–No necesito un recordatorio de lo que ya sé–

La silueta se pierde entre la oscuridad. Aún así sé dónde está. Sejun me enseñó algunas técnicas, solo para prevenir, así que sé que está avanzando hacia mí.

–Quiero ayudarla, ¿Me creería si se lo digo?–

–Lo creería si es que pides una recompensa después, de otra forma, no veo porqué quieras hacerlo–

–Que lastima. Realmente solo quiero ayudar–

–Y yo solo quiero dormir–, me acomodo en mi cama y me cubro con las mantas, –Por cierto, sal por la puerta y deja ese libro dónde estaba–

Escucho que deja el libro nuevamente en el escritorio y después algunos pasos alejándose.

–Princesa. Creo su maldición si existe–

Me quedo quieta. No es divertido y en cambio logra hacerme sentir mareada, un poco.

–Vete–

–No de esa forma. Pero creo que cualquiera que vea su rostro y conviva con usted caería encantado. Es una persona muy pura princesa, es solo que hace acciones buenas que parecen malas. Si no está claro, me quiero quedar para seguir viendo a la princesa, ya que nunca en mi vida había visto algo tan hermoso–

𝐋𝐎𝐍𝐄𝐋𝐈𝐍𝐍𝐄𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora